Agricutura
La agroindustria aragonesa refuerza su gran potencial exportador en Alimentaria 2012
Las empresas aragonesas coinciden en la importancia de estos eventos a la hora de mostrar in situ su apuesta por la diferenciación.
El apoyo a este sector de la industria resulta básico teniendo en cuenta su resistencia demostrada a los procesos de recesión.
Aragón se afianza y se expande al mundo cada vez más a través de la agroalimentación. Esa es una de las muchas conclusiones sacadas en el encuentro internacional Alimentaria 2012, una cita ineludible que se desarrolló del 26 de marzo hasta hoy en la Feria de Barcelona.
De esta manera, y a través del respaldo del Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente junto a SIRASA, más de 30 pequeñas empresas y consejos reguladores de la región han expuesto su potencial productivo en los stands institucionales de Intervín, Autonomías y Mundidulce. A ellas hay que sumar otros 31 empresarios que han contado con expositor propio.
El apoyo promocional resulta básico en un mercado agroindustrial que ofrece en Aragón un fuerte componente de creación de valor añadido de calidad, una fórmula básica en la vertebración del territorio, además de una gran resistencia dentro del contexto de recesión económica, con la capacidad de crear una media de 300 puestos de trabajo anuales.
Punto de encuentro para fidelizar clientes y conseguir nuevos contactos
La gran oportunidad que se ofrece con la presencia en estas ferias ha sido valorada muy positivamente por parte de los expositores bajo el abanico del Departamento, por lo general empresas de tipo familiar pero con gran vocación exportadora.
“Este evento no sirven para conocer nuevos contactos, además de afianzar y hasta de conocer en persona a clientes ya consolidados. Lo utilizamos como punto de encuentro” indica Domingo Lombarte, de Galletas Gargallo, una empresa familiar fundada en 1924 que exporta el 20% de su producción a Unión Europea, Asia y América. Además Lombarte apunta que estos encuentros resultan básicos para conocer las necesidades de posibles futuros clientes: “Muchas veces descubrimos lo que les gusta a los de fuera y nos sirve de referencia para intentar adaptarnos a sus necesidades”.
Para los chinos: Aceitunas picantes y sin hueso
El poder exportador de la alimentación en Aragón es incuestionable, siendo uno de los principales subsectores dentro del ranquin exportador. Carne, frutas y hortalizas o vino son sólo algunos de los más importantes ejemplos.
Pero también existe un gran número de producciones de alta calidad, que están viendo en el mercado exterior una importante oportunidad. En el caso de José Lou, una empresa de aceitunas y encurtidos de origen familiar, el proceso de exportación “es indispensable si se quiere progresar a nivel empresarial”, indican sus responsables Maite Lou y Carlos Hernández.
“Nosotros somos empresas pequeñas, por lo que nunca podremos competir con las grandes productoras, pero sí que trabajamos otros target que buscan algo diferente basado en la calidad de producto, variedad de producto y variedad de envases”, explica Carlos Hernández.
Y es que la innovación en cuanto al envasado es un factor determinante en el proceso de compra. “Nosotros ahora hemos cambiado nuestra anterior imagen por otra más moderna que indica que a pesar de mantener una tradición familiar, nos adaptamos a los nuevos tiempos. Eso también ayuda en el proceso de diferenciación en los lineales”.
La empresa José Lou, que comenzó su andadura en la exportación hace 8 años, ya ha conseguido que, de su volumen de producción, un 18% llegue a países de la UE, pero también Japón, China, Canadá y EEUU. “Tenemos capacidad de adaptarnos al mercado al que nos dirigimos. Los de China nos piden aceituna con hueso y de sabor picante, mientras que por ejemplo, en Moldavia nos piden aceituna con mucho sabor a anchoa” indica Hernández. Todo ello sin perder calidad y el valor de una producción autóctona de aceituna, que es la que ha originado su diferenciación con la competencia.
A todo ello se unen innovaciones basadas en nuevos formatos bien con marco propia o a través de otras empresas nacionales. Tal es el caso de la indicación geográfica protegida (IGP) Ternasco de Aragón, que en esta edición presentó, junto a una empresa de congelados española, el formato de croquetas con carne Ternasco de Aragón. De esta forma, la IGP se convierte en una de las marcas más relevantes en cuanto a variedad de formatos, y que comenzó principalmente con la apuesta por el bocadillo o el producto precocinado.
De un 40% a un 60% de exportación de vino en menos de 10 años
Uno de los ejemplos más palpables de esta potencia exportadora es sin duda el vino, máxime teniendo en cuenta que, en un plazo menor a 10 años, éste ha invertido las tendencias en el mundo de la exportación, pasando de un 40% a un 60% de media exportadora en las bodegas aragonesas que producen dentro de alguna de las cuatro denominaciones de origen protegidas de Aragón. Aunque bien es cierto que en algunos casos, existen bodegas que van mucho más allá en su visión exportadora, a pesar de su enraizamiento familiar y un negocio de menores dimensiones productivas.
Este es el ejemplo de Bodegas Pablo, una empresa integrada en la DOP Cariñena que ha conseguido, gracias a una alta calidad diferenciada de su producto, exportar el 95% de su producción a países como EEUU, Canadá, Méjico, Japón, o China. “Nosotros contamos con una producción muy pequeña de alta calidad, y de hecho no podemos abarcar toda la demanda, pero estamos muy satisfechos puesto que hay que interpretar de ello que nuestra producción autóctona-basada en las variedades Garnacha y Vidadillo-es muy apreciada en el mercado de la exportación, y eso lo tenemos que saber aprovechar bien”, insiste Charo Pablo, una de las dueñas del negocio familiar en la bodega.
“Tenemos que aprovechar este tipo de eventos para dar a conoce la diferenciación de nuestra tierra. Y es que nuestra variedades autóctonas triunfan por la peculiaridad de nuestro terreno y nuestro clima”, explica Charo Pablo. “Gracias a estos encuentros podemos establecer contactos muy interesantes”, y recuerda cómo a través de una edición pasada en Alimentaria, “conocimos a Robert Parker- conocido catador del sector a nivel internacional-y gracias a ello conseguimos que se realizara una cata puntuada que nos da a conocer al mundo a través de estos gurús mediáticos” que, en el caso de Bodegas Pablo, concedió más de 90 puntos a 7 de sus vinos, una puntuación altísima en este mercado tan competitivo.