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Viernes, 22 de noviembre de 2024

Medio Ambiente

Avanzan los trabajos de control de aguas y descontaminación de suelos en el entorno de Sabiñánigo

Las acciones acometidas por el departamento de Medio Ambiente permiten el control de los niveles de contaminación en la zona

El consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Modesto Lobón, acompañado por la directora de Calidad Ambiental, Pilar Molinero, la Subdirectora General de Residuos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Mª José Delgado y otras autoridades, han visitado los vertederos de Bailín y Sardas, para revisar los trabajos de control de aguas y descontaminación de suelos, afectados por lindano, en el entorno de Sabiñánigo, y los proyectos que se acometerán en los próximos años.

Lobón explica que no existe dejadez ante este tema además de una resolución de los problemas que van surgiendo

Modesto Lobón hace alusión en la repercusión científica que está tendiendo el problema de Sabiñánigo

La directora general de Calidad Ambiental, Pilar Molinero, incide en la nueva licitación a partir de la cual se seguirá con los trabajos en la zona de Bailín

El consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Modesto Lobón, subraya la colaboración existente entre el Gobierno central y el Gobierno de Aragón

Molinero explica las labores actuales

El acto celebrado esta mañana se enmarca dentro de un conjunto de acciones de divulgación que el departamento está llevando a cabo a nivel local e internacional, dada la experiencia acumulada en las dos décadas de trabajos realizados en la zona, que han sido objeto de publicaciones científicas y estudio en congresos internacionales.

Durante la jornada celebrada hoy en la Comarca del Alto Gállego, la directora de Calidad Ambiental y los técnicos de la dirección general han informado detalladamente de la evolución de las actuaciones de control acometidas en los vertederos y emplazamientos contaminados de Bailín, Sardas, Inquinosa y en el embalse de Sabiñánigo, y del control de la calidad de las aguas evitando que la contaminación alcance al río Gállego. Trabajos, todo ellos, realizados gracias a la colaboración existente entre el Gobierno de Aragón y el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

El consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Modesto Lobón, ha subrayado que “se trata de un tema de primer orden en el que existe colaboración permanente entre el Gobierno central y el Gobierno de Aragón”. Lobón también ha incidido en que “queremos explicarlo insitu y de manera detallada para que los ciudadanos sepan qué se ha hecho y que es lo que se está haciendo en la actualidad. Hay que resaltar que hay una total garantía y control de esta situación”.

La previsión de actuaciones para el futuro inmediato, tal y como ha indicado Pilar Molinero, “consiste en seguir realizando el seguimiento de las instalaciones para verificar el avance y el estado de los suelos y aguas del entorno, asegurar su mantenimiento y aumentar el conocimiento de éstos”, además de continuar con las vías para requerir a INQUINOSA el pago de las cantidades adeudadas y exigir a esta empresa la descontaminación de sus propiedades.

La directora de Calidad Ambiental ha recordado que en Bailín se está trabajando junto con el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente para la solución de los problemas originados en el antiguo vertedero, y que actualmente están en licitación las obras para el desmantelamiento del viejo vertedero y la gestión de sus residuos en la nueva celda de seguridad. Por otro lado, para los trabajos que se llevan a cabo en Sardas e Inquinosa se requieren además nuevas fórmulas de colaboración y financiación con el Gobierno Central y la Unión Europea.

En cualquier caso, ha asegurado Modesto Lobón, “pese a que los problemas de contaminación de suelos de estos tres enclaves son desgraciadamente de primer orden por el tipo de residuo y su cantidad, los trabajos acometidos históricamente y la dirección de los actuales permiten poco a poco avanzar hacia la solución completa del problema y, mientras, mantener los niveles de contaminación en niveles asumibles para el medio ambiente y la salud de las personas”.

Por su parte, el presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro, Xavier de Pedro, ha resaltado que “se realiza un control de calidad de las aguas en esta zona de tal forma que los parámetros que se detectan sí que reflejan un mal estado de las aguas desde un punto de vista químico pero estos datos no son altos como para afectar a los abastecimientos y en este sentido no tiene que existir preocupación ya que se hace un análisis continuo de las aguas, cada ocho horas”.

Con todo, el Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón quiere proseguir en la línea de información y difusión de la situación en la que se encuentran los residuos almacenados en ambos vertederos, así como de las actuaciones que se están llevando a cabo en el momento actual.

El problema de Sabiñánigo se ha convertido en un referente internacional debido a la complejidad de las técnicas de control empleadas, la larga trayectoria de investigación y la buena gestión realizada, tanto en su dimensión técnica como en la colaboración institucional. Situación que está teniendo su repercusión en diversos foros y revista científicas, congresos sobre contaminación de suelos, o publicaciones especializadas.

Antecedentes

Los vertederos de Bailín y Sardas, ubicados en el término municipal de Sabiñánigo, almacenan los residuos peligrosos de lindano procedentes de la antigua fábrica de INQUINOSA.

Tras el cese de la producción y el posterior cierre de la empresa en el año 1992, las instalaciones de INQUINOSA quedaron abandonadas, realizándose el desmontaje y venta de los equipos de fabricación y productos y quedando las instalaciones valladas, pero sin vigilancia o mantenimiento por la empresa.

Entonces, la compañía y el Gobierno de Aragón mantuvieron un litigio por los daños producidos sobre el barranco de Bailín, hasta que en el año 2009 el Tribunal Supremo confirmó las sentencias originales que establecían la responsabilidad de la empresa y su administrador en dichos vertidos y la obligación de éstos al pago de las cantidades reclamadas por la DGA por su limpieza.

El estado de abandono y deterioro que se venía observando en el emplazamiento, motivaron a una intensificación de los trabajos de investigación y control del Gobierno de Aragón sobre los terrenos y a acometer tareas de urgencia.