Medio Ambiente
Se cumplen 50 años de la creación de las reservas de caza en Aragón
Una exposición itinerante sobre la especie más emblemática de las reservas pirenaicas, el sarrio, recorrerá todas ellas
El aprovechamiento cinegético ordenado ha supuesto beneficios económicos a la población del medio rural, así como una mejor conservación de la biodiversidad
Las Reservas Nacionales de Caza fueron creadas en España en el año 1966 a partir de una ley con la finalidad de fomentar, conservar y proteger la población de diversas especies, debido a sus valores y excepcionales posibilidades venatorias, relacionadas con el aprovechamiento cinegético.
Así surgen en Aragón las primeras reservas en el Pirineo aragonés. Las Reservas Nacionales de Caza de Los Circos, Viñamala y los Valles, fueron creadas entre los años 1966 y1972. Unos diez años después, se produjeron ampliaciones y se terminaron de definir entre 1988-1991, con la segunda fase de estas ampliaciones.
Mantienen el nombre y el funcionamiento como Reservas Nacionales hasta la Ley de Caza de Aragón (Ley 5/2002, de 4 de abril, de Caza de Aragón), que las transforma en Reservas de Caza simplemente y añade en el Pirineo, la de la Garcipollera, que hasta ese momento ha sido un Coto de Caza de Nacional (figura legal inédita).
La delimitación territorial de las reservas de caza pirenaicas, la vigilancia, la aplicación de medidas de gestión cinegéticas basadas en criterios técnicos y la dotación de personal de guardería específico y de personal técnico, dieron lugar a un aprovechamiento cinegético ordenado de las poblaciones cinegéticas (en origen fundamentalmente sarrios y jabalíes) lo que ha supuesto indudables beneficios económicos, tanto directos como indirectos, en los municipios que las componen y que ha garantizado el disfrute cinegético de dichos territorios por parte tanto de los cazadores foráneos como de la población local.
El espíritu de conservación de la naturaleza y aprovechamiento racional de los recursos naturales que inspiró su declaración, ha supuesto un importante referente en el mundo forestal, cinegético y de la conservación de la biodiversidad en nuestro país, y su modelo posee hoy en día plena vigencia.
Acto conmemorativo 50º Aniversario
El pasado 14 de diciembre, se celebró un acto conmemorativo en la localidad de Panticosa, presidido por el director general de Gestión Forestal, Caza y Pesca, Ángel Berzosa, el director del Servicio Provincial del Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad de Huesca, José Miguel Malo y el alcalde de la localidad, Ricardo Laguna. Para conmemorar el 50 aniversario se reunieron todos los agentes que, de una u otra manera han participado o contribuido en la gestión, el mantenimiento y la conservación de las Reservas Pirenaicas de Caza: guardas, vigilantes, directores, cazadores, representantes de los ayuntamientos, y de todos aquellos que han tenido relación con estos importantes espacios cinegéticos y de desarrollo rural.
Con este motivo, se presentó un video documental donde se refleja la historia de las reservas, las actuaciones que se realizan en las mismas, con la participación mediante entrevistas a muchos de los guardas de las reservas (tanto antiguos como actuales) que contribuyeron y contribuyen al mantenimiento de las Reservas de Caza hasta nuestros días como modelo de gestión cinegética.
Asimismo, se presento una exposición itinerante sobre la especie emblemática de las Reservas Pirenaicas: el sarrio, junto con una colección de fotos antiguas de las personas que contribuyeron a su creación y mantenimiento en sus primeros años, y que quedará expuesta en el centro cultural del Ayuntamiento de Panticosa durante los días de Navidad para pasar posteriormente a exponerse en los distintos ayuntamientos de las reservas de caza.
Posteriormente se celebró una comida con los asistentes al acto en la que se entregaron unos pequeños recuerdos de la conmemoración a los guardas jubilados como reconocimiento a su trabajo en las reservas de caza.
Reservas de caza en Aragón
Actualmente, la comunidad Autónoma de Aragón gestiona ocho reservas de caza, cinco de ellas se encuentran en el Pirineo, donde la especie más emblemática es el sarrio (Rupicapra rupicapra pyrenaica), salvo en Garcipollera que es el ciervo (Cervus elaphus).
En Teruel, las Reservas de Caza de las Masías de Ejulve y Beceite centran su actividad cinegética en la cabra montés (Capra pyrenaica), mientras que en la Reserva de Caza de Montes Universales la principal especie cinegética es el ciervo (Cervus elaphus).
La Reserva de Caza de Tortosa-Beceite, es gestionada conjuntamente entre las tres comunidades autónomas adyacentes, Aragón, Cataluña y Comunidad Valenciana.
En total la superficie de las reservas de caza ocupa cerca de doscientas mil hectáreas (189.406 ha), lo que supone aproximadamente el 4% de todo el territorio de la Comunidad.
Los derechos cinegéticos de las reservas de caza corresponden al Gobierno de Aragón, encomendándose su gestión y administración al Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, a través de la Dirección General de Gestión Forestal, Caza y Pesca y de los Servicios Provinciales del departamento.
Por Decreto, el Gobierno de Aragón establece el régimen de organización y de funcionamiento de las reservas de caza, e incorporará una junta consultiva en la que estarán representados de forma equilibrada los intereses implicados.
En cuanto a la caza en estos espacios cinegéticos, anualmente se aprueba el Plan Anual de Aprovechamiento Cinegético de las Reservas de Caza para el periodo de un año. Para cazar en ellas se necesita la adjudicación de unos permisos específicos.
El importe de cada permiso se compone de una cuota de entrada y de una cuota complementaria. El importe de la cuota de entrada corresponde al total a abonar por cada cazador, según su tipología, para entrar a cazar en la Reserva de Caza. El importe de la cuota complementaria corresponde al pago de la pieza según la tipología del cazador y, en su caso, la puntuación de la pieza.