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Viernes, 22 de noviembre de 2024

Medio Ambiente

La difícil tarea de trasladar la almeja de río Margaritona del Canal Imperial al río Ebro

Durante estos días, se están conociendo los primeros resultados del plan de traslocación iniciado por el Gobierno de Aragón para rescatar ejemplares adultos del Canal Imperial, donde sufren una gran mortandad, para trasladarlos al río Ebro. De momento, se ha podido localizar el 48% de los ejemplares que se trasladaron al río Ebro, de los que se han encontrado vivos al 42%.”

Desde el año 2013, se está produciendo una inusual y elevada mortalidad de ejemplares adultos de gran almeja de río Margaritifera auricularia en los canales Imperial y de Tauste. Estas infraestructuras de riego albergan la mayor población censada y conocida a nivel mundial de la especie, y se calculan que ya han muerto más del 60% en los últimos años. Este declive no puede achacarse solo a la mortalidad natural de una población muy envejecida, sino que sobre él parecen incidir también diversos factores que han transformado las condiciones del hábitat de la especie. Esta situación se suma al declive que viene experimentando la especie desde hace décadas, y que la ha llevado a ser considerada oficialmente en España una de las siete especies en peligro crítico de extinción. Como consecuencia, el Gobierno de Aragón, en aplicación del Plan de Recuperación de la especie vigente desde 2005, redactó un plan de traslocación que entre varias medidas proponía el traslado de parte de los ejemplares que aún sobreviven en el Canal al río Ebro, e incluso a otros ríos de la cuenca. Este plan fue sometido a la revisión de más de una docena de especialistas de toda España, de Portugal y de Francia, así como a la opinión y debate de los distintos gestores, estudiosos y personal interesado en la especie. La decisión no era fácil, puesto que era previsible una mortandad importante de los ejemplares que se trasladaran al río, en parte debido a las dificultades propias de aclimatar ejemplares adultos a un ambiente distinto, pero sobre todo al delicado estado en que se encuentran los ejemplares en el Canal Imperial. Sin embardo, la opción de no realizar traslados parecía conducir a la muerte segura de todos los ejemplares. Por ello, se decidió realizar traslados paulatinos de grupos de ejemplares al río Ebro, a enclaves previamente estudiados y que parecían reunir las mejores condiciones para la especie. Durante el verano de 2017, se caracterizaron los parámetros fisicoquímicos de diversas localidades en la ribera alta del río Ebro a su paso por Aragón en busca de las mejores condiciones de hábitat para la margaritona. Finalmente se seleccionaron tres áreas, todas ellas con presencia anterior de Margaritifera auricularia; incluso en dos de estas zonas los ejemplares trasladados se han instalado muy cerca de puntos donde previamente había ejemplares originarios de la zona. De hecho, la presencia previa de ejemplares de Margaritifera en buen estado resultaba una de los criterios de selección para las zonas, ya que garantiza en parte que el lugar reúne buenas condiciones para la vida de este bivalvo. En el mes de septiembre de 2017 se extrajeron de diferentes puntos del Canal Imperial varios grupos de individuos, dejando un grupo control en cada uno de los puntos de extracción. Finalmente fueron traslocados un total de 289 ejemplares, que se repartieron en las tres localidades seleccionadas. Durante el verano de 2018 se han vuelto a revisar las localidades donde se realizaron los traslados de ejemplares, y ya se dispone de los primeros resultados de esta revisión. De momento, se ha podido localizar el 48% de los ejemplares que se trasladaron al río Ebro, de los que se han encontrado vivos al 42%. El 52% restante no se ha localizado, lo que puede deberse a dos situaciones bien distintas: o bien los animales liberados siguen vivos en el lugar de liberación pero totalmente enterrados, por lo que no se pueden detectar en una prospección convencional; o han sido arrastrados por la corriente y se encuentran distribuidos aguas abajo, ya sea vivos o muertos. Los trabajos de revisión han permitido constatar que la fuerte crecida del Ebro de la pasada primavera ha tenido mucha influencia en dos de las tres localidades objeto de las traslocaciones. En ellas, se produjo un arrastre muy intenso de los sedimentos, que se ha llevado consigo tanto a las almejas autóctonas como a la vegetación sumergida presente en la zona (macrófitos), pero también, y de forma muy importante, a individuos de una especie exótica invasora que se considera como una de las principales causas de la mortalidad que sufre la margaritona, la almeja asiática (Corbicula fluminea), que ocupa con mucha intensidad buena parte de los lechos de los canales de riego y del propio río Ebro. Sin embargo, y aunque los efectos de la avenida primaveral sobre los lechos fluviales hicieron temer inicialmente lo peor, los trabajos de seguimiento han constatado que ha sobrevivido una buena parte de los ejemples incluidos en el programa de traslocaciones. En todo caso, parece haber sobrevivido un número muy superior a las estimaciones inicialmente calculadas que, con base en la tasa de mortalidad registrada desde hace 5 años en el Canal Imperial, cifraban en torno al 70% la mortalidad esperable para los ejemplares traslocados. Es prematuro sacar conclusiones definitivas con base en una sola temporada de trabajos y en un solo control; habrá que esperar al menos dos años más para ver cuántas de las náyades traslocadas pueden aún detectarse en nuevas temporadas y cuantas acaban adaptándose a su nuevo alojamiento en el río. Mientras tanto, se prevé seguir realizando otros traslados a nuevos lugares del río Ebro, aplicando un protocolo similar al desarrollado hasta ahora, y esperando que las condiciones del río en los próximos años sean más favorables. Todo ello para tratar de salvar parte de los ejemplares que aún sobreviven en el Canal Imperial.