Agricutura
Fuentes de Ebro cambiará su paisaje agrario con la creación de 1.800 hectáreas de regadío social, tras 25 años esperando
Firmado el convenio entre el Ayuntamiento, el Gobierno de Aragón y ACUAES para iniciar las obras a final de año
El Presidente de Aragón, Javier Lambán, ha asistido hoy a la firma del convenio de colaboración entre el Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón, la Sociedad Mercantil Estatal Aguas de las Cuencas de España (ACUAES) y la Comunidad de Regantes del Monte de Fuentes de Ebro para la ejecución y financiación de las actuaciones relativas a la ejecución de las obras del regadío social de Fuentes de Ebro (Zaragoza).
Lambán_agradecimiento comunidad de regantes
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Este proyecto, cuyo coste es de 21 millones de euros, llevaba más de 25 años a la espera de ejecución y sus beneficiarios superan los 300 regantes. Comprende una superficie total de regadío de 1.816 hectáreas, en su mayoría de cultivos extensivos (50% maíz y 20% alfalfa). La obra comenzará a finales de año y está previsto que en 2022 ya esté a pleno rendimiento.
El Presidente de Aragón, Javier Lambán, no ha dudado en calificar de “histórico” este día porque marcará el futuro económico de Fuentes de Ebro, un impulso “formidable” para este territorio que fijará la agroalimentación, al encontrarse en la base de la pirámide de este sector que “desparrama sus efectos positivos como ningún otro”.
A su juicio, “exportamos más y mejor, contamos con grandes proyectos como los de BonÁrea pero para llegar a esa fase de la cadena, hay que empezar por la agricultura, que neceista de una reforma de la PAC, incorporar a jóvenes agricultores y, por supuesto, modernizar y crear regadíos, porque hacen las tierras más productivas y producen prosperidad”.
Pilar Palacín, alcaldesa de Fuentes de Ebro, ha asegurado que esta obra supone “un antes y un después en la forma de entender la agricultura en nuestro pueblo. Aproximadamente de la totalidad de hectáreas de nuestro municipio, el 7% se han firmado hoy para convertirse de secano en regadío, eso es un hito histórico, es un día importantísimo no solo para los 300 regantes a los que afecta esta conversión en regadío, sino a la población en general y a todo el entorno de Fuentes de Ebro.
Nosotros empezaremos a poner en nuevo regadío nuestras cebollas, vid, olivo, frutales, en esas tierras que se cogía una vez cada cinco años en el mejor de los casos, y ya no se pondrá trigo y se cogerá o no una vez cada cinco años. Hoy se pondrá productos de calidad y sobre todo será un bien importantísimo de crecimiento, riqueza y de desarrollo de mi municipio. Tras agradecer el esfuerzo de muchos a lo largo del tiempo y reconocer que ha sido muy difícil llegar hasta hoy, se ha congratulado de haberlo conseguido por fin.
Por su parte, el presidente de la Comunidad de Regantes, José Luis Gallego, también ha reconocido que el proceso ha sido muy largo “pero si no es por mediación del Gobierno de Aragón y ACUAES no lo podemos hacer los agricultores” y ha entendido que ello redundará en la producción de más cultivos de calidad.
El plazo de ejecución aproximadamente será de dos años y el objetivo es que en la campaña de riesgo de 2022 estas infraestructuras de riesgo estén plenamente funcionales, según Rosa Cobo, directora general de Acuaes.
La obra está para licitar, pero al ser una obra superior a 12 millones de euros, se necesita la autorización del Consejo de Ministros, si bien Acuaes ya ha adelantado el expediente y podrá licitar, adjudicar e iniciar la obra este mismo año.
La sociedad pública no solo hace la parte técnica de desarrollo del proyecto sino que también adelanta la financiación, en concreto, un 50% con fondos propios, que posteriormente repondrá el Gobierno de ARagón.
“El otro 50% lo pagan los usuarios, para lo cual Acuaes también está tramitando un préstamo a la Comunidad de Regantes en 25 años. Es decir, que nosotros adelantamos el 100%, pero luego tanto la administración del Gobierno de la Comunidad autónoma como los propios regantes pagan una tarifa para recuperar esos costes de inversión”, ha detallado Cobo.
El proyecto ha pasado, a lo largo de 25 años en que se inició con una concesión de la Confederación Hidrográfica, por numerosos problemas y trámites administrativos que finalmente se han concluido.
El objetivo de este proyecto es permitir el paso de secanos áridos a regadío, aprovechando las disponibilidades de agua del río Ebro. Lo que permitirá un salto cualitativo muy significativo al pasar de secanos de escasa productividad de cereal, a un sistema mixto de producción de cultivos herbáceos de regadío y leñosos con riego por goteo que repercutirá de una forma fundamental en la generación de economía endógena y empleo en el medio rural.
La obra tiene un presupuesto total de 21 millones de euros. El convenio prevé que la financiación inicial de la obra sea asumida al 50% por la comunidad de regantes y el otro 50 % por ACUAES, a quien el Gobierno de Aragón deberá devolver la cantidad adelantada, en 25 anualidades.
El Consejo de Gobierno aprobó el mes pasado el convenio y según ha recordado el presidente Lambán, el desbloque del proyecto ha sido posible gracias al nuevo marco de financiación puesto en marcha por el Gobierno de Aragón, que ha permitido retomar proyectos de creación de regadíos que llevaban décadas paralizados, a pesar de estar declarados de interés general del Estado, y que se traduce en el desbloqueo de 13.656 hectáreas y 9 proyectos de regadío impulsados por el Ejecutivo autonómico. A las que hay que sumar, las 6.000 hectáreas de regadío en del sector VIII de Monegros 2, comprometidas por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Asimismo, el Consejo de Gobierno dio luz verde a una nueva convocatoria de subvenciones por valor de 55 millones de euros con la que se espera poner en riego 15.000 nuevas hectáreas y que se publicará a finales de este año.
Para el Gobierno de Aragón la creación de manchas de regadío, una vez acreditada su sostenibilidad ambiental a través de las autorizaciones ambientales pertinentes, constituye una de las herramientas más importantes para la generación de economía y de fijación de población en el medio rural, en un medio tan árido como el del valle medio del Ebro.