Medio Ambiente
El Gobierno de Aragón estima que los osos avistados en el entorno de Benasque proceden del Valle de Arán
Los avistamientos de ejemplares de oso pardo en el Parque Natural de Posets Maladeta durante el pasado fin de semana son una consecuencia esperable fruto del aumento de la población de este mamífero en el Pirineo, aunque la zona del Alto Ésera donde se han producido, en el Valle de Benasque, no puede considerarse por el momento una zona de presencia estable de ejemplares.
Situación del oso pardo en el Pirineo
De acuerdo con los datos recopilados en las reuniones de coordinación e intercambio de información habituales entre el conjunto de las administraciones pirenaicas implicadas en su conservación, en 2014 la población de osos en el conjunto de la cadena pirenaica se cifraba en 34 ejemplares, repartidos en dos núcleos uno oriental y otro occidental.
Con datos hasta diciembre de 2014, el núcleo oriental concentra a la mayoría de los ejemplares, 32, que campean fundamentalmente desde el río Garona, en el Valle de Arán, hasta cerca de Andorra, con tendencia a expandirse fundamentalmente hacia el este. Este núcleo es el único que contribuye realmente al crecimiento de la población, habiendo pasado de 22 ejemplares en 2012 y a los 32 contabilizados en 2014
Esta tasa de crecimiento se fundamenta en el número de osas con crías: el año pasado se detectaron 3 hembras a las que recientemente ha debido sumarse una más, localizada con oseznos ya de un año de vida. La osa Sarousse, asentada en la Alta Ribagorza desde 2010, forma parte de esta subpoblación, aunque no parece haberse reproducido nunca.
También forman parte de esta subpoblación los osos detectados en el Parque Natural de Posets-Maladeta este fin de semana, aunque parecen haber desplazado su actividad más al oeste de lo habitual.
Por su parte, la subpoblación occidental es, sin duda, la más amenazada, sin viabilidad posible a corto-medio plazo ya que está constituída por solo dos ejemplares machos que se mueven entre Francia (al oeste de Gavarnie), el valle navarro de Roncal y los aragoneses de Ansó y Hecho.
Los avistamientos del fin de semana
A partir de los datos de los avistamientos producidos el pasado fin de semana, y de la información que hasta el momento ha podido recabarse, aún no es posible concluir si son dos o tres los ejemplares realmente detectados. Los videos divulgados por prensa y redes sociales están captados en localidades muy próximas entre si, y aunque en uno de los videos se muestra un solo ejemplar, cabría la posibilidad de que el osezno que aparece claramente en el otro vídeo estuviese oculto o pasase desapercibido en la toma. Tampoco puede aclararse por el momento cual ha sido el motivo que les ha hecho acercarse al Alto Ésera desde su localización más habitual.
Dada la época del año en que nos encontramos, se barajan dos hipótesis. La primera de ella apuntaría que ambos avistamientos corresponderían al mismo ejemplar adulto, una hembra, acompañado por un cachorro nacido el pasado invierno que, alertada por algún motivo, se habría desplazado circunstancialmente desde el Valle de Arán, en la vertiente norte, a la vertiente sur, mucho menos propicia para su estancia habitual al tratarse de pastizales abiertos con muy poco refugio.
Cabe también la posibilidad de que la hembra con su cría haya sido desplazada hacia el sur desde la zona de reproducción en el Valle de Arán, por la instigación y molestias provocadas por un ejemplar macho en celo, que bien podría ser el que aparece en el video que muestra aparentemente un ejemplar solitario.
En cualquier caso, es claro que la hembra que claramente aparece en la imagen con su cachorro de este año sería una de las de más de media docena de osas que este año estaría en disposición de criar, en el núcleo oriental. Lo realmente destacable en realidad es que aparezca al oeste del río Garona, fuera donde se concentra el grueso de la población osera y la mayoría de las hembras con crías.
Actuaciones del Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente
Desde el momento en que se dieron a conocer los avistamientos de los ejemplares de oso pardo, personal del Gobierno de Aragón (Agentes para la Protección de la Naturaleza y Vigilantes de Especies Catalogadas) se han desplazado a la zona del encuentro con la finalidad de recopilar más datos, básicamente a través del hallazgo de rastros como excrementos y pelos, con la intención de proceder a la identificación de la hembra mediante técnicas genéticas.
A este respecto, es muy importante el trabajo coordinado que desde hace años se desarrolla entre los técnicos aragoneses, catalanes y franceses, con quienes ya se ha intercambiando información sobre el caso.
Desde otro punto de vista, tanto en los valles occidentales, como en el entorno del Turbón, se han realizado varias actuaciones para compatibilizar la ganadería con la presencia del oso pardo, a través de actuaciones que facilitan la agrupación y el cuidado de los rebaños: vallados y cercados, mejora en accesos, mejoras en puertos (puntos de agua), etc. Teniendo en cuenta que los puertos en los que se han producido los avistamientos serán en fechas próximas ocupados por rebaños de ovejas en régimen extensivo, la comunicación y colaboración con los ganaderos resulta también trascendental.
¿Qué hacer en el caso de un encuentro con osos?
El parque de Posets Maladeta, y concretamente la zona en la que se han producido los avistamientos, recibe en esta época del año un importante número de visitantes, por lo que puede parecer lógica cierta inquietud por la presencia de ejemplares de oso pardo a escasos metros de áreas muy frecuentadas. Sin embargo, hay que recordar que los encuentros entre humanos y osos son extremadamente raros, incluso en zonas con presencia habitual y mucho mas significativa de plantígrados que la que se da en esta parte de la geografía aragonesa. Esto queda confirmado por el propio hecho de que estos avistamientos alcanzan siempre el nivel de noticia.
En condiciones normales, el oso pardo tiene miedo del hombre y lo evita, incluso cuando se producen encuentros fortuitos con senderistas y otros usuarios del monte. En estos casos el sentido común debe imperar. Ante avistamientos o encuentros como los del pasado fin de semana, debe respetarse la tranquilidad del animal, evitando el acercamiento y la molestia intencionada.
En el caso de pasear por estas zonas acompañados de un perro, es importante respetar la normativa del Parque Natural que prohíbe que circulen sin control, algo que es especialmente importante en el caso de encuentro fortuito con un oso, pero también con otros animales como jabalíes o incluso ganado doméstico.
No obstante, ante el más que improbable caso de un encuentro con un oso, conviene recordar algunas de las recomendaciones que se dan en zonas donde estos hechos pueden ser más frecuentes:
• Asegurar que el oso pueda identificarnos, manifestando nuestra presencia y dejándonos ver y oír a distancia suficiente
• Movernos sin hacer aspavientos y sin brusquedad,
• No cortarle el paso ni bloquear las posibles vías que pudiera utilizar en su huida,
• Alejarse despacio del lugar y del itinerario que el oso podría tomar y
• En el caso de un encuentro con una osa y sus oseznos, no interponerse nunca entre la madre y sus crías, y mucho menos acercarse a tratar de contactar con el cachorro.