Medio Ambiente
El Gobierno de Aragón impulsa en sus municipios las adaptaciones al cambio climático
El director general de Cambio Climático y Educación Ambiental, Carlos Gamarra, ha visitado este viernes las actuaciones llevadas a cabo por el Ayuntamiento de Binéfar para adaptarse al cambio climático. Se trata de varios proyectos de sombreado y plantación de árboles, entre otros, dentro del ‘Plan de impulso al medio ambiente’. El municipio literano es uno de los 11 entes locales receptores de la subvención para fomentar y apoyar la adaptación al cambio climático en el espacio urbano y periurbano (PIMA Cambio Climático). Un plan de acción dotado con 264.972 euros, de los cuales 30.000 se han invertido en el proyecto ‘Creación de zonas de sombreado en parques de Binéfar’. Acompañado por el concejal de medio ambiente y transición energética, Francisco Javier Charles, Carlos Gamarra ha querido destacar ‘el carácter ejemplarizante de este tipo de actuaciones, demostrando la especial sensibilidad que existe desde su departamento hacia las iniciativas supongan una mejora de la calidad de vida de las personas, así como que tengan también una importante carga didáctica y divulgadora’. Desde Ayuntamiento de Binéfar, por su parte, se insistía en que se trata de un proyecto transversal, que incluye tanto actuaciones en las zonas verdes y el arbolado de la ciudad, como la creación de paneles informativos y hoteles de insectos, elaborados por los escolares del municipio. Además, algunos de estos centros participaron también en la pasada edición de la Aragón Climate Week, dentro de el apartado ‘Suma acciones’. El objetivo de esta primera línea de ayudas, ha sido la realización de actuaciones piloto de carácter innovador en zonas urbanas y periurbanas para fomentar y apoyar la adaptación al cambio climático, potenciando las sinergias entre las estrategias de adaptación y mitigación en la lucha frente al cambio climático. Entre las más de 30 solicitudes presentadas, se incluían actuaciones de adaptación de edificios públicos para prevenir el exceso de calor y mejorar la eficiencia energética, así como la apertura de ‘refugios climáticos’; las intervenciones en espacios públicos orientadas a atenuar el efecto isla de calor urbana o el incremento de la biodiversidad urbana y mejora de los hábitats para la vida silvestre.