Medio Ambiente
El Gobierno de Aragón ha invertido 7.5 millones de euros en la rehabilitación de más de 2.000 hectáreas de los montes afectados por los incendios de Teruel en 2009
El Gobierno de Aragón, a través del Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente ha completado una inversión superior a los 7,5 millones de euros que ha destinado a la restauración de los incendios acontecidos en 2009 a lo largo de la provincia de Teruel, con actuaciones sobre más de 2.000 hectáreas.
La restauración de las zonas incendiadas pasa necesariamente, y en primer lugar, por la defensa del suelo frente a la erosión. Los trabajos de emergencia planificados y ejecutados en este tiempo corresponden, sobre todo, a la retirada de madera quemada, defensa de los suelos, sanidad forestal de rodales no quemados y masas circundantes, tratamientos selvícolas de masas de especies rebrotadoras y seguridad vial.
La extracción de madera quemada es la primera labor a desarrollar tras un gran incendio; se pretende con ello, evitar daños, favorecer y contribuir a la regeneración natural posterior y eliminar el riesgo de enfermedades y plagas.
Otra las de las líneas de trabajo fue la defensa y conservación de los suelo mediante fajinas y albarradas, que tiene como misión evitar la pérdida de suelo mediante erosión y los procesos de desertificación. Las fajinas tiene como misión posibilitar la incorporación de los restos vegetales quemado al suelo, devuelve la materia orgánica y mejora de esta forma su estructura. La funcionalidad de estas estructuras se ha cifrado en 10 años en las situadas en umbría, según datos obtenidos del incendio de El Maestrazgo de 1994.
Los trabajos en estos meses se han centrado igualmente en reforzar la sanidad forestal de rodales no quemados y las masas circundantes. Las masas vegetales recorridas por el fuego pero no completamente quemadas que se encuentran dentro de las superficies quemadas o bien constituyen los límites del propio incendio o quedan afectado por un alto grado de vulnerabilidad frente a agentes patógenos y factores abióticos como la sequía. Esta vulnerabilidad se deriva de que los daños recibidos por el arbolado de copa, tronco o raíces.
Los tratamientos selvícolas de masas con especies rebrotadoras ha sido otra de las líneas de trabajo y de hecho en incendios anteriores en la provincia se ha comprobado que los pies no recepados tuvieron una mala supervivencia mientras que los recepados presentaron un brote vigoroso, que tres años y medio después llega a alcanzar un metro y medio de altura.
Por último, fueron objeto de limpieza y retirada de masa quemada zonas de dominio público, afección y servidumbre de las carreteras A-1702 y A-2043.
También en montes particulares
De los incendios ocurridos en Teruel en 2009, uno de ellos el de Aliaga-Ejulve, afectó a superficies de propiedad privada. La actuación llevada a cabo por el Departamento de Agricultura, ganadería y medio Ambiente se ha centrado en tres aspectos:
- Asesoramiento técnico sobre las tareas que era conveniente realizar para favorecer la regeneración y facilitar la puesta en contacto entre empresas madereras y los propietarios para la compra de la madera quemada.
- La realización de obras de mejora y acondicionamiento de la red de caminos y pistas forestales para facilitar las operaciones de acceso a los predios forestales con vistas a facilitar la extracción de la madera.
- Se habilitó una línea de subvenciones con la que se pretendía retirar la madera quemada y de otra parte la construcción en aquellas zonas de elevada pendiente de estructuras de retención de suelo forestal y frenar la erosión con el objeto de favorecer la regeneración. Se aprobaron 8 subvenciones que conllevaron la realización de trabajos que propiciaron la retirada de madera en 80 hectáreas.
Más de 10.000 hectáreas quemadas
El 22 de julio de 2009 amaneció con unas condiciones propicias para la generación de incendios que, efectivamente, se confirmaron a lo largo del día, con 8 grandes siniestros, cuatro de ellos en Aliaga-Ejulve (7.300 hectáreas), además de otros en Alloza-Crivillén (1.580 hectáreas), Valdeltormo (246 hectáreas), Mazaleón (76 hectáreas) y Corbalán-Cedrillas ( 1.000 hectáreas), además de un nuevo incendió que se declaró en Alcorisa al día siguiente y que terminó por cobrase 600 hectáreas.
El cómputo total de aquellos días se cerró con un balance de 10.700 hectáreas quemadas.
Quedan por ejecutar tareas de eliminación de vegetación calcinada, mejora de los accesos a montes, reparación de las infraestructuras de extinción que resultaron dañadas, además de continuar con las labores de repoblación forestal de los montes afectados pendientes de las zonas de Aliaga, Alloza y Corbalán-Cedrillas.
En total, resta por actuar en aproximadamente en unas 500 hectáreas de montes de Utilidad Pública, y se realizará un seguimiento de la sanidad forestal y la evaluación de su rendimiento de otras 15.000 hectáreas más. Todo ello con el objetivo final de restaurar plenamente la cubierta vegetal, contribuir en la conservación de suelos, y mejorar sus hábitats naturales (especies singulares de flora y fauna) y la calidad de sus aguas.