Medio Ambiente
El Instituto Aragonés del Agua presta asesoramiento a los ayuntamientos en la gestión externa del abastecimiento y alcantarillado
Ante las numerosas consultas procedentes de los distintos municipios, con el fin de que no queden desprotegidos
El Instituto Aragonés del Agua (IAA), atento a la demanda de los ayuntamientos, ha editado una guía para asesorarlos en caso de que se planteen externalizar la gestión del servicio de agua potable y alcantarillado. Ha habido multitud de consultas técnicas procedentes de ayuntamientos, y la guía se presenta como una referencia para que estos no queden desprotegidos frente a las empresas.
El Instituto Aragonés del Agua quiere dejar claro que nunca se ha interferido en la autonomía municipal a la hora de elegir el modelo de gestión. Apunta que los dos modelos (público y privado) ofrecen ventajas e inconvenientes, y añade que el objetivo del Instituto Aragonés del Agua es la “gestión profesional de los servicios del agua”.
Este organismo, dependiente del Gobierno de Aragón, recuerda que el agua en España es un bien público, “y que por tanto, debe administrarse de manera eficiente y transparente”. Y es que en España sólo se externaliza la gestión; las infraestructuras son de titularidad pública, esto es, el ayuntamiento siempre es el titular del servicio, por lo que no se trata de una privatización.
El Instituto Aragonés del Agua se marca varios objetivos: establecer reglas de juego claras, propiciar la agrupación de municipios, establecer estándares de servicio para todos los abastecimientos, controlar los procesos de externalización de servicios, ayudar técnicamente a los municipios que lo requieran, promover la formación en los tres niveles (político, gerencial y técnico), alejar el asunto tarifario de la arena política local y hacer la gestión del agua urbana más transparente.
En este sentido, el IAA lleva trabajando ininterrumpidamente para que los ayuntamientos de Aragón realicen una gestión eficiente del agua en sus municipios, con asesoramiento técnico y económico según la disponibilidad presupuestaria.
Habla, concretamente, de combinar varias acciones:
- Diagnóstico de la situación actual: Con un primer diagnóstico técnico que indique los actuales niveles de eficiencia del sistema (sobre todo hídrica) y la calidad con la que el servicio se presta; un segundo diagnóstico económico que, comparando los ingresos actuales con los que se tendrían recuperando todos los costes, permitiera saber cuán lejos se está de la sostenibilidad económica; y en tercer lugar un análisis de los recursos humanos disponibles para poder gestionar adecuadamente el día a día, valorando además su capacidad para tomar las decisiones adecuadas.
- Potenciar la formación de los que deciden (en los tres niveles político, gerencial y técnico), y aumentar la sensibilidad ambiental de la ciudadanía.
- Elaboración de planes estratégicos o la apuesta por el largo plazo en la gestión.
- Adopción de medidas que permitan la sostenibilidad económica de los núcleos rurales. La agrupación de pequeños municipios rurales en comarcas permitiría compartir los costes de operación y mantenimiento.
- Establecimiento de reglas de juego claras, cualquiera que sea el modo de gestión.