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Sábado, 23 de noviembre de 2024

Medio Ambiente

“Todo el mundo es una mecha cuando está en el monte”

El director general de Gestión Forestal, Caza y Pesca del Gobierno de Aragón, José Ramón López Pardo, pide que los ciudadanos sean conscientes de que evitar los incendios es tarea de todos

El inicio de la campaña de en Huesca es mejor que en años anteriores, pero el Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, que mantiene el mismo operativo del año pasado, pide que no se baje la guardia en cuanto a prevención

La Hoya de Huesca y, después, los somontanos de la Sierra de Guara, son dos de las zonas más tempranas de cosecha de cereales en Aragón. De ahí que el director general de Gestión Forestal, José Ramón López Pardo, se haya desplazado hasta Huesca para presentar la campaña de incendios de este verano, en la que se hace especial hincapié en los siniestros provocados por la actividad agraria.

“Todo el mundo es una mecha cuando está en el monte”, ha señalado para recordar que “con dinero público se pueden apagar algunos incendios, pero evitar que se produzcan es tarea de todos”.

No obstante, según ha señalado también el director provincial de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, Jesús Lobera, el inicio de la campaña en la provincia es, en general, mejor que el de años anteriores. Ello, porque la humedad de los combustibles vivos es mayor por el retraso fenológico y por la disponibilidad hídrica de la vegetación tras a las lluvias de primavera.

En cualquier caso,  López Pardo ha recordado que el comportamiento hidrológico y de entradas de olas de calor del mes de junio será crucial para determinar el estado de la vegetación durante el arranque de la campaña, especialmente para el mes de julio.

Por último, el director general ha recordado cuáles con las recomendaciones que cualquier ciudadano debe seguir para evitar provocar incendios, facilitar su extinción o escapar del fuego.

Fase de máximo riesgo. El día 16 de junio la campaña de extinción de incendios de 2016 entrará en la denominada fase 3, la de máxima activación de medios disponibles, tanto en puestos fijos de vigilancia como en cuadrillas forestales y conductores de autobombas. En este periodo entrarán en funcionamiento la totalidad de los medios aéreos y terrestres que se dispongan.

De las 70 cuadrillas que conforman el operativo en Aragón, 22 de ellas tienen su base en la provincia de Huesca, entre ellas tres de naturaleza helitransportada (Bailo, Boltaña y Peñalba). En total, más de 400 personas vigilarán los bosques durante la época de mayor riesgo. Se trata, según ha indicado el director general, del mismo operativo del año pasado, “que está por encima de la media nacional”.

Medios humanos

Unidades

Trabajadores cuadrillas terrestres

 

136

Trabajadores cuadrillas helitransportadas

30

Peñalba, Bailo y Boltaña

Conductores Autobombas

20

Vigilantes

48

Emisoristas

4

Tripulación medios aéreos

6

Ingenieros e Ingenieros Técnicos

16

Agentes para la Protección de la Naturaleza (APN)

158

Conductores

8

Capataces y encargados

5

 

 

 

TOTAL

431

         

Las cuadrillas forestales (terrestres y helitransportadas) están compuestas por un grupo de entre cinco a nueve trabajadores debidamente equipados, uno de los cuales ejerce labores de jefe de cuadrilla en el período en que realizan tratamientos preventivos. Cada cuadrilla está liderada y dirigida por un Agente de Protección de la Naturaleza (APN) para su incorporación y trabajo en tareas de extinción. Las cuadrillas se complementan con 10 autobombas y 24 puestos fijos de vigilancia

A estos medios se suman los aportados específicamente para la extinción de incendios forestales por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) que cuentan con Aragón como zona de actuación preferente. También, en caso de necesidad, los de la Administración local o general del Estado de amplia trascendencia: Servicios de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento (SPEIS, servicios de bomberos) o Unidad Militar de Emergencias (UME).

La fase 3 terminará el 15 de septiembre, dando paso a la última de las cuatro en que se divide el año. La duración de cada una de ellas se establece en función de la estadística histórica de incendios, las necesidades de gestión actual del operativo de prevención y extinción de incendios y otro tipo de previsiones. Estas divisiones son, en cualquier caso, susceptibles de modificación en atención a la evolución del riesgo de incendios forestales o de otras necesidades.

De momento, menos incendios. La estadística provisional de incendios forestales de Aragón del periodo enero-junio de 2016 refleja que se han producido 103 incendios forestales que han afectado a 116,37 ha, de las que 12,67 eran arboladas. Este dato se encuentra muy por debajo de la media histórica de los últimos 10 años, que suele situarse para el periodo en 190 incendios y 350 ha.

De los 103 siniestros, 24 correspondieron a la provincia de Huesca (58 en 2015), con una superficie afectada de 23 hectáreas (261 en 2015). Es en esta provincia en la que se ha producido el mayor siniestro de la primavera, concretamente en Ballobar, donde el día 29 de marzo ardieron ocho hectáreas.

Un 99 % de los incendios se deben a causas humanas (negligencias, accidentes, incendios intencionados…), siendo las quemas agrícolas, el ferrocarril y las líneas eléctricas los mayores causantes de incendios en este periodo.

Por último, el director general de Gestión Forestal ha recordado que, dentro de las actividades de información y sensibilización, el Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad ha iniciado una campaña a través de televisión, prensa, radio e internet con el fin de advertir a la población sobre el riesgo de incendio y la necesidad de que todo el mundo adopte medidas preventivas en las labores agrícolas (cosecha o recogida de paja, quema de restos), los trabajos de construcción y mantenimiento de infraestructuras rurales y los riesgos de actividades humanas en interfaz urbano forestal. Al mismo tiempo, en la necesidad de planificar actuaciones y medidas preventivas en entornos urbanizados, aprendiendo a convivir con el riesgo de incendio.