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Viernes, 1 de noviembre de 2024

Medio Ambiente

A punto la planta de bioenergía de Ansó, la primera que funciona en Aragón, tras una inversión de 4 millones de euros

Las perspectivas son crear 20 puestos de trabajo

El objetivo es producir inicialmente de 10.000 a 15.000 toneladas de pellet, un serrín comprimido para su uso en las calefacciones”

El director general de Gestión Forestal del Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Roque Vicente, junto a técnicos del Departamento; el alcalde de Ansó, Félix Ipas; y directivos y técnicos de la empresa Afpurna visitaron esta mañana la planta de bioenergía de Ansó, que ha empezado a funcionar estos días, con la perspectiva de crear  20 puestos de trabajo entre la propia planta y quienes trabajen en el monte.     La planta de biomasa de Ansó es la primera que se instala en Aragón.   La visita de esta mañana tenía como objetivo dar a conocer el proyecto a presidentes de comarcas y alcaldes de entes comarcales y municipios en los que el proyecto de Ansó es susceptible de ser imitado sobre todo por su capacidad de aprovechamientos forestales. Antonio Serrano, directivo de la firma promotora, y el propio Félix Ipas fueron los encargados de dar las explicaciones.   La planta se encuentra ubicada en la antigua serrería de Ansó, dentro de una parcela de tres hectáreas y ha supuesto una inversión de cuatro millones de euros. En la sociedad que explota la planta participa la Mancomunidad Forestal de Ansó-Fago con un 10%.   Se trata de una planta de bioenergía con dos procesos productivos; línea de pelletización y planta de gasificación de 700 Kw/h. Inicialmente se ha ejecutado la fase 1 correspondiente a la línea de pelletización y, en una segunda fase, se prevé la instalación de la planta de gasificación que permitirá tanto la suficiencia energética como su generación y evacuación a la red.   La materia prima empleada en la planta procede de aprovechamientos forestales de los Montes de la Mancomunidad Ansó-Fago, de la biomasa obtenida en la limpieza de montes y de cultivos energéticos de turno corto.   Básicamente, el proceso pelletización de la planta consiste en que la madera procedente del monte es descortezada y astillada, pasando a incorporarse a un proceso de fabricación de pellet, un serrín comprimido que se utiliza como combustible en las calderas de biomasa. El objetivo es llegar a producir en la planta entre 10.000 y 15.000 toneladas al año.   Por otro lado, en el proceso de gasificación, la corteza, ramas y restos se introducen en un gasificador que produce un gas de síntesis con un doble destino. En primer lugar, sirve para alimentar un motor de gas que genera energía eléctrica para su posterior evacuación a la red (750 kilowatios/hora). En segundo lugar, se obtiene una energía térmica que es aprovechada para el secado de la biomasa en la fabricación de pellets.   Desde la Dirección General de Gestión Forestal se apuesta por la utilización de la biomasa forestal dentro de una gestión forestal sostenible como fuente de energía renovable. Para el Gobierno de Aragón es una de la principales líneas de actuación para los próximos años por su numerosas ventajas: su carácter autónomo, su contribución a alcanzar los compromisos internacionales adquiridos en materia de emisiones contaminantes, la lucha contra el cambio climático y la promoción del desarrollo sostenible; el respeto por el Medio Ambiente; la creación de más empleo que con las fuentes energéticas convencionales y, concretamente, en zonas rurales tradicionalmente deprimidas.   De la misma forma, este tipo de energía favorece el equilibrio regional al encontrarse repartido el recurso por todo el territorio de la Comunidad Autónoma; y en definitiva, contribuye a la diversificación energética.

En este sentido, la Dirección General de Gestión Forestal ha apoyado el proyecto desde el inicio y ha facilitado su implantación mediante el apoyo institucional y técnico al proyecto. Concretamente, ha facilitado el suministro de materia prima mediante la adjudicación a 30 años de los aprovechamientos forestales de los montes de utilidad pública que figuran en el Plan de Ordenación de la Mancomunidad Forestal de Ansó-Fago actualmente en vigor.     Igualmente, y conjuntamente con la Mancomunidad Forestal se está trabajando en la certificación de la biomasa/madera de los montes de la Mancomunidad que permitirá establecer una trazabilidad del proceso y su futura declaración como cultivo energético.

En el proceso de fabricación del pellet, la biomasa en tronco pasa por una fase de descortezado, antes de ser astillada. Tras su secado se inicia el proceso de pelletización. El producto seco es molido hasta alcanzar una granulometría similar a la de la harina y posteriormente se introduce en la granuladora donde se produce el pellet. El último paso es el enfriado del propio pellet, con un aspecto muy similar al de un granulado, para poderlo almacenar y distribuir a los clientes.