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Domingo, 22 de diciembre de 2024

Mayores

Más de 200 profesionales y responsables de residencias en Aragón debaten sobre el buen trato a mayores y dependientes

El Instituto Aragonés de Servicios Sociales ha reunido este jueves ejemplos de proyectos y buenas prácticas basados en la atención centrada en la persona

Las unidades de convivencia han sido la cuestión central de esta jornada sobre el modelo de atención centrada en la persona
Las unidades de convivencia han sido la cuestión central de esta jornada sobre el modelo de atención centrada en la persona

Más de 200 inscritos han asistido este jueves en la jornada sobre experiencias de avance en el modelo de atención integral centrada en la persona (AICP) en el ámbito residencial, impulsada por el Instituto Aragonés de Servicios Sociales. En esta sesión se han compartido varios testimonios y análisis centrados en las unidades de convivencia, así como datos de otros proyectos e iniciativas de referencia para la calidad de vida dentro del modelo de atención y gestión residencial.

La inauguración, a las 09.00 horas, ha incluido una intervención grabada en vídeo de la consejera de Bienestar Social y Familia, Carmen Susín, y la bienvenida in situ del gerente del IASS, Ángel Val. Ambos se han referido a la razón de ser del modelo AICP, las personas: su cuidado, su bienestar, sus oportunidades y sus proyectos de vida. “El trabajo que hacéis desde los servicios sociales se hace mejor cuando somos conscientes de que lo que tenemos entre manos son personas, con nombre y apellidos, y cuando somos capaces de equiparnos una brújula basada en la dignidad y el buen trato”, ha destacado Susín en su alocución.

El objetivo de esta jornada, celebrada en el salón de actos del Instituto Aragonés de Servicios Sociales, ha sido poner en común recursos y herramientas que están llevando Aragón a un escenario en el que todas las prácticas de la atención residencial sean siempre respetuosas con la personalidad, la autonomía y la capacidad de las personas que hacen de las residencias su hogar.

La primera mesa del día ha corrido a cargo de Mariano Fago, asesor de la gerencia del IASS, y Penélope Castejón, coordinadora del proyecto y responsable del Instituto Matia, que han dado paso a las experiencias en primera persona de quienes coordinan las unidades de convivencia de las residencias Ciudad de Huesca y Sagrada Familia en Huesca, la de Borja, el centro asistencial de Calatayud, Hogar Doz en Tarazona y la residencia de mayores Romareda en Zaragoza.

A continuación se han abordado otra serie de trabajos que son referencia en el modelo AICP: el cuidado sin sujeciones y las actividades significativas 2.0 con Jesica Mallén, directora de la residencia de Alagón, del IASS; el caso de éxito de la implantación del modelo y la guía ARADE, detallada por la directora de la residencia de Ariza, Ana Rodríguez, y la experiencia de innovación y desarrollo de un sistema de certificación junto a Yolanda Rodríguez, subdirectora del área de Mayores de la Fundación Federico Ozanam, y María Gálvez, facilitadora del proyecto en la residencia CAI-Ozanam Oliver.

La sesión ha concluido en torno a las 14.30 horas tras una conversación centrada en la ética y el buen trato, principio y fin del modelo de atención centrada en la persona, entre dos expertas en este campo: Teresa Martínez Rodríguez, doctora en Psicología y experta en cuidados de larga duración, y Beatriz Díaz Pérez, trabajadora social y presidenta del Comité de Ética en Intervención del Principado de Asturias.

Martínez y Díaz han abordado los beneficios de incorporar los fundamentos de este modelo de atención residencial desde el conocimiento científico y los principios de la ética, un cambio de paradigma en lo referido al trato presente y futuro de las personas mayores y dependientes.

Sobre las unidades de convivencia en Aragón

En la Comunidad Autónoma hay más de 260 centros y residencias para personas mayores, con casi 19.000 plazas, en los que el modelo de atención centrada en la persona está extendiéndose. En 2026 estarán en funcionamiento las 20 unidades de convivencia proyectadas en 9 centros de gestión directa del IASS en todo Aragón: para hacerlas realidad ha sido necesaria una inversión de 12,5 millones de euros de fondos europeos destinados a obras y acondicionamiento de espacios.

Ya están operativas las unidades de convivencia de los centros de Romareda, Albarracín, Ciudad de Huesca, Hogar Doz en Tarazona y en el Centro Asistencial de Calatayud; próximamente comenzarán a hacerlo las de la Sagrada Familia en Huesca, las de Utrillas y otras 8 unidades en Borja y Javalambre.

Las unidades de convivencia son espacios en los que vive un grupo de personas mayores en situación de dependencia a los que se les proporcionan los apoyos necesarios para el desarrollo de su vida cotidiana en un contexto asimilado a su hogar. En ellas suelen cohabitar entre 10 y 15 personas, con características y capacidades diversas, acompañados por los cuidadores, que deben tener la menor rotación posible.

La unidad de convivencia está compuesta por:

  • Un espacio común al menos, que incluye cocina, comedor y sala de estar, en equilibrio con espacios privados
  • Habitaciones individuales con baño (con opción de separación si son dobles) en las que se posibilitan la intimidad, la personalización según gustos y necesidades y las relaciones con amigos y familiares

El IASS, con el apoyo de Matia, ha realizado trabajos en cada residencia para asesorar en la implantación del modelo, coordinar la formación al personal tanto al inicio como de continuidad y evaluar el impacto de la puesta en marcha de estas unidades.

Para seguir ahondando en este modelo de atención centrado en la persona no sólo hace falta acondicionar los espacios; también ha de formarse al personal que las hace funcionar, por lo que se han destinado más de 1,2 millones a capacitar a un millar de profesionales en esta nueva forma de cuidar. Además los profesionales que trabajan de forma directa en las unidades -más de 200 personas en Aragón- reciben esa formación y asesoramiento con mayor intensidad.

Todos estos recursos se han acompañado con la puesta en marcha de actividades de envejecimiento activo y la extensión paulatina de los programas de Promoción de la Autonomía Personal –los llamados PAP, por sus siglas– en centros de gestión directa del IASS y también a otros concertados y privados.