Tecnología e Innovación
El CITA confirma el uso de la esparceta para incrementar la biodiversidad en los cultivos
La prestigiosa revista Agronomy publica un artículo en el que han participado, entre otros, investigadores de la Unidad de Sanidad Vegetal
Investigadores de la Unidad de Sanidad Vegetal del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) acaban de publicar en la prestigiosa revista Agronomy un artículo titulado “¿Puede la la inclusión del cultivo de leguminosas cambiar la composición en el campo de cereales? Ejemplo de la Esparceta en Aragón”. Alicia Cirujeda, Ana Isabel Marí y Gabriel Pardo, investigadores del CITA, Sonia Murillo, del departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón, Joaquín Aibar del departamento de Ciencias Agrarias y del Medio Natural de la Universidad de Zaragoza, y Xavier Oriol Solé Senan, de departamento de hortofruticultura de la Universidad de Lérida, han participado en la elaboración de este artículo. La Onobrychis viciifolia, comúnmente llamada Esparceta, es una leguminosa que se promociona en Aragón a través de las Medidas Agroambientales desde 2007 con el objetivo de mejorar la biodiversidad. Además, en otros países, el interés por este cultivo de esta leguminosa está creciendo debido a la rusticidad y a los efectos beneficiosos en el suelo y el ganado que lo consume. El artículo es fruto de las conclusiones del proyecto “Malas hierbas o diversidad vegetal. Como indicar la eficiencia de medidas agroambientales en secanos cerealistas de Aragón” subvencionado por el Plan Nacional I+D+i del Ministerio de Ciencia e Innovación y de la que fue investigadora principal del subproyecto de Aragón Alicia Cirujeda. El proyecto pretende comprobar que varias medidas agroambientales fomentan la biodiversidad, en esta parte los investigadores presentan los resultados de la medida de fomento de la siembra de esparceta, que es un cultivo que se mantiene 3-4 años, investigando si realmente aporta diversidad en el paisaje. Las flores son muy vistosas y atraen a numerosos insectos y también nidifican aves esteparias en esos campos. Los campos no se sigan antes del 1 de junio para fomentar que nidifiquen. En el artículo se presentan los resultados de los muestreos de malas hierbas que crecen en esos campos de esparceta, pero también en los campos de cereal en monocultivo y en los campos de cereal después de ser cultivada la esparceta. Los campos de esparceta se siegan, pero no se usan otros métodos de control de las malas hierbas y suelen estar bastante infestados de las mismas. Los resultados del proyecto muestran que, al segarlas, no son capaces de terminar su ciclo y por eso no producen semillas por lo que cada vez hay menos malas hierbas. En el artículo se muestran los resultados que demuestran que no hay más hierbas tras cultivar la esparceta si se siempre después cereal. Por lo que desde el punto de vista de control de las malas hierbas vale la pena su cultivo. También se debe de destacar que en los campos de esparceta hay muchas más especies de malas hierbas (es decir, se incrementa la biodiversidad) que, en los campos de cereal, con lo que se cumple el objetivo de incrementar la biodiversidad al sembrar esparceta.
Joaquín Aibar, investigador del departamento de Ciencias Agracias y del Medio Natural de la Universidad de Zaragoza
Alicia Cirujeda, investigadora de la Unidad de Sanidad Vegetal del CITA