Educación, Universidad e Investigación
Díaz destaca el papel de la tecnología y el conocimiento como palanca contra la despoblación
La consejera buscará alianzas para impulsar un Centro Tecnológico Rural en Ansó, única localidad española seleccionada por la Unión Europea para su desarrollo como Smart Village
La consejera de Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento, Maru Díaz, ha conocido hoy el proyecto para impulsar un Centro Tecnológico Rural en Ansó, dentro de su transformación en Smart Village y como experiencia piloto para asentar población y abrirse a las nuevas posibilidades laborales que ofrece el ámbito tecnológico. Una iniciativa que el Departamento ha visto con buenos ojos en su “apuesta por llevar la innovación, el conocimiento y la tecnología a todo el territorio como palanca contra la despoblación” y que tratará de apoyar buscando vías de colaboración y posibles alianzas. La responsable autonómica, que ha estado acompañada por el director general de Administración Electrónica y Sociedad de la Información, Ricardo Cantabrana, se ha reunido con la teniente de alcalde Blanca Alfonso y el concejal Raúl Mendiara, así como con Jon Aguirre y Marcos Rupérez, impulsores de la iniciativa, quienes le han puesto al día sobre el proyecto. El Centro Tecnológico Rural forma parte de la Estrategia Smart Village de Ansó, que pretende hacer frente al proceso de despoblación que sufre el municipio –cuenta actualmente con 386 habitantes, después de haber perdido cien habitantes en los últimos diez años-, y el declive socioeconómico que presenta, con cierre de negocios y escasa capacidad de emprendimiento. Según le han trasladado, el objetivo del futuro centro es servir de enclave del sector tecnológico en el medio rural, atrayendo a futuros emprendedores y empresas tecnológicas. Nace como un proyecto piloto que pueda ser replicable para avanzar hacia una España rural resistente y fortalecida. Tiene la ambición de atraer a Ansó futuros emprendedores y empresas tecnológicas de renombre internacional, a través de su plena integración en el pueblo; posicionando Ansó como un epicentro del alto rendimiento empresarial tecnológico, y facilitando el flujo de trabajadores tecnológicos, hasta llegar a su total implantación en el territorio. Del mismo modo, busca despertar vocaciones emprendedoras entre la juventud de la Comarca, y acompañarlos en su proceso, favoreciendo así el tan deseado asentamiento poblacional. Este proyecto se complementará con creación de una zona empresarial y multifunción a través de la rehabilitación de la antigua serrería, con espacio para oficinas, sede para el emprendimiento o talleres artesanos; así como la construcción de vivienda temporal para jóvenes y emprendedores (apodadas como “viviendas trampolín), serán el impulso adecuado para implantar y hacer crecer este nuevo motor de desarrollo.
Toda esta estrategia no perderá de vista la sostenibilidad energética y medioambiental, ya que, junto a la Fundación Ecología y Desarrollo, se está trabajando para que la sociedad reconozca todo el valor ambiental que Ansó aporta al mundo. Además, el proyecto va acompañado de la instalación de sistemas de energía renovable para su autonomía, en forma de central hidroeléctrica y fotovoltaica que suministrarán energía libre de CO2 a los edificios públicos. En esta misma línea se quiere impulsar la rehabilitación y movilización de viviendas vacías, para las que Ansó cuenta con un censo propio y programa específico destinado a ello. Finalmente, cabe destacar el proyecto pedagógico de innovación en la escuela formal mediante un “aula de naturaleza”, la creación de una comunidad de cuidados y espacio infantil, y la instalación de fibra óptica de alta velocidad. Única localidad española seleccionada Una estrategia que ha puesto en valor la consejera tras la reunión, al combinar tecnología y cuidado medioambiental para hacer frente a la despoblación y que puede servir de ejemplo, según ha dicho, para otros muchos pueblos de Aragón y de la llamada España vaciada. No en vano, tal y como destacado Díaz, la localidad altoaragonesa fue la única española elegida, entre un total de 224 pueblos, en el proyecto europeo Smart Rural 21, que buscaba municipios para implantar estrategias inteligentes para luchar contra el éxodo poblacional y la falta de oportunidades en el medio rural europeo. Junto a Ansó, se seleccionaron otras 20 poblaciones europeas de un total de 736 candidaturas.