Intervención de Marcelino Iglesias en el Foro de Debate Económico de Cinco Días
Director General de Banco Santander
Director de Cinco Días
Señoras y señores
La Expo no ha sido sólo una gran oportunidad urbanística, turística o lúdica para Aragón, también ha sido un gran escaparate nacional e internacional para nuestra Comunidad y buena prueba de ello es este Foro de Debate Económico que hoy celebramos. Mi agradecimiento a Banco Santander y al Diario Cinco Días por prestarnos esta oportunidad y, especialmente, por haber fijado su mirada en Aragón.
Decía que la Expo ha sido un escaparate que ha permitido darnos a conocer en el exterior. El detonante que ha permitido que una Comunidad extensa pero con poca población haya sorprendido en muchos ámbitos por su dinamismo, su modernidad y su cualificación.
Aragón ya no es aquella sociedad agraria y repleta de estereotipos. Es una Comunidad emergente en el panorama español y europeo. Situada en el espacio más dinámico de la Península, es el centro geográfico de 25 millones de españoles, que se ubican a poco más de una hora de Zaragoza en tren de alta velocidad. El espacio donde se genera el 60% del PIB español.
El centro de un área de 300 kilómetros delimitada Madrid, Barcelona, Bilbao, Valencia y Toulouse.
Nos planteamos hace diez años hacer de Aragón un nuevo polo de centralidad. Aprovechar nuestra renta de situación. Hemos sabido anticiparnos a la llegada de los modernos medios de transporte, generando excelentes infraestructuras industriales, diversificando nuestra economía y apostando por sectores estratégicos con amplio desarrollo de futuro.
En primer término quiero destacar que este impulso ha sido posible gracias al excelente clima laboral de Aragón. Empresarios, sindicatos y Gobierno renovaremos mañana mismo un nuevo Acuerdo Económico y Social para el Progreso de Aragón que es la base sobre la que orientamos nuestra economía y nuestras relaciones laborales.
El acuerdo que mañana suscribiremos tiene en cuenta la situación económica que se vive en todos los mercados desarrollados: Europa, Estados Unidos y Japón, fundamentalmente. Contempla actuaciones para paliar la actual crisis, pero sobre todo, propone actuaciones para afrontar el próximo ciclo expansivo de la economía en la mejor disposición posible.
Es precisamente ahora, en un momento de crisis, cuando es necesario adoptar las medidas precisas.
Y puedo decir que ese análisis conjunto de empresarios, sindicatos y Gobierno nos ha permitido afrontar la crisis en mejores condiciones que otras Comunidades Autónomas.
La Expo nos ha ayudado, sin duda. Ha permitido modular la desaceleración de la construcción en los dos primeros trimestres e impulsar el sector servicios en el segundo y tercer trimestres.
Pero, permítanme que les ofrezca algún dato de nuestra actual coyuntura económica para comprender mejor ese posicionamiento de Aragón que les mencionaba.
El sector de la construcción sigue creciendo en Aragón a un ritmo del 3%, en contraste con su desplome en España, ya en tasas negativas. Y el sector servicios lo hace al 4%, un intenso crecimiento que no es propio de una economía en crisis.
Es cierto que la industria ha tenido un mal comportamiento en el segundo trimestre, con una caída del 1,5%, aún así inferior a la media española.
Esta situación nos mantiene en el liderazgo de crecimiento de las Comunidades españolas, con un 2,4%. Liderazgo que mantenemos desde hace dos años y que se sitúa más de medio punto por encima del crecimiento español y estadounidense y un punto por encima del que se produce en la zona euro y Japón.
Este diferencial que mantenemos con las economías más poderosas tenderá a equilibrarse el próximo año.
Esta situación no es casual. Aragón ofrece hoy ventajas competitivas claras. A su localización estratégica, podemos añadir unas magníficas infraestructuras industriales. Hoy existen más de 6.000 hectáreas urbanizadas y con los servicios más avanzados, disponibles para la implantación de empresas. Casi el 80% de ellas producto de la iniciativa pública. Y en los próximos tres años tendremos en el mercado casi 340.000 metros cuadrados de oficinas. Con unos costes de suelo que son un 75% más barato que en la periferia de Madrid o Barcelona.
Disponemos del mayor porcentaje de mano de obra cualificada de todas las Comunidades Autónomas de España. Nada menos que el 40% de los aragoneses de entre 25 y 34 años tienen estudios universitarios, un porcentaje que incluso supera al de ciudades como Berlín, París, Ámsterdam, Roma o Bruselas, según la oficina europea Eurostat.
Todo ello con costes laborales competitivos, baja rotación laboral y, como les decía al inicio, un extraordinario clima laboral que se traduce en 20 veces menos de días perdidos por trabajador que la media española.
No pretendo, en un periodo como el actual, dibujar un panorama idílico. Es evidente que la crisis económica también afecta a nuestra Comunidad. Pretendo explicarles los motivos por los que la crisis nos golpea con menos fuerza, y, sobre todo, el trabajo que con empresarios y sindicatos hemos emprendido para estar preparados de cara al próximo ciclo de crecimiento.
Nuestro desempleo, según la última Encuesta de Población Activa, se sitúa en el 6,78%, lejos del 10,44 español. Nuestra previsión es acabar el año con una cifra de alrededor del 8%, manteniendo el diferencial nacional.
Para estimular la economía no existen recetas mágicas. Estamos impulsando los programas de inversión en infraestructuras públicas y hemos puesto en marcha un plan dirigido al reciclaje y formación de los trabajadores del sector de la construcción.
Pero especialmente estamos profundizando en las líneas que han permitido modernizar y diversificar nuestro tejido productivo.
En Aragón han emergido en estos últimos años sectores como el logístico, que ya supone el 5% del PIB aragonés. La Plataforma Logística de Zaragoza, con sus más de 12 millones de metros cuadrados, es el buque insignia, que se complementa en el territorio con las plataformas de Teruel, Huesca y Fraga.
En apenas media docena de años hemos pasado de que fuera un mero proyecto sobre el papel a liderar el sector en España y ser una referencia mundial, gracias a iniciativas como el MIT, en colaboración con la Universidad de Zaragoza.
Hemos desarrollado, asimismo, una potente industria agroalimentaria, con ocho denominaciones de origen, que nos permite mantener el valor añadido de nuestro sector agropecuario en el territorio.
Y nos hemos incorporado a sectores como el del medioambiente o la biotecnología. El 70% de la energía eléctrica consumida en Aragón procede ya de fuentes renovables y tenemos el compromiso de que en el año 2015 esa cifra alcance la totalidad del consumo.
En este momento tenemos potencia instalada, procedente de fuentes renovables, equivalente a tres centrales nucleares.
Ha sido determinante para el impulso al sector del reciclado, la instalación en Zaragoza del Parque Tecnológico del Reciclado, un gran polo logístico de más de ocho millones de metros cuadrados para crear sinergias en el sector. Al que se unirá en los próximos años un nuevo proyecto de logística inversa para aviones que desarrollaremos en Teruel.
En el sector de la biotecnología, Aragón ocupa posiciones punteras en la investigación del sector agrónomo, la llamada biotecnología verde. Y en el sector biomédico, donde mantenemos la vocación de ser el centro de referencia para la investigación médica española. Sin olvidar sectores como la nanociencia, donde nuestros investigadores y nuestros centros tienen reconocimiento mundial.
Más recientemente, Aragón se ha incorporado con fuerza a sectores como el de las empresas de servicios compartidos.
EDS, Accenture, Capgemini, Telefónica I+D, IECISA-El Corte Inglés o Barclays han apostado por la instalación de modernos centros en nuestra Comunidad.
Sin olvidar los sectores aeronáutico o audiovisual, en los que se produce una fuerte generación de empleo entre los jóvenes.
Una apuesta de futuro que no nos ha hecho olvidar la importancia de la industria tradicional, que representa el 21% de nuestro PIB, nada menos que seis puntos por encima del conjunto del país.
En una economía globalizada, mantener la competitividad es determinante para el éxito de nuestras empresas. Y para conseguirlo es necesaria una apuesta en tres áreas clave: investigación e innovación; internacionalización y formación de los trabajadores.
En estas tres áreas vamos a cimentar nuestra apuesta de futuro, incrementando los recursos económicos en la línea con las recomendaciones de la Estrategia de Lisboa.
Como en cualquier territorio tenemos debilidades. Fundamentalmente, las de Aragón pasan por los desequilibrios internos y la falta de población.
Zaragoza y el eje del Valle del Ebro son el principal motor de nuestra economía. Lejos de considerarlo un problema, este Gobierno entendió que el desarrollo del territorio pasa por la fortaleza de este eje.
Distribuir en el territorio sus efectos. Aprovechar las nuevas vías de comunicación, como la autovía Pamplona-Huesca-Lleida. Basar el desarrollo económico en los recursos endógenos del territorio y potenciar una red de ciudades intermedias son algunas de las propuestas sobre las que hemos cimentado nuestra política territorial.
Resulta imprescindible en este camino acercar las nuevas tecnologías de la información y la comunicación hasta el último rincón del territorio. Para ello estamos desarrollando una red pública que llevará la banda ancha y la televisión digital terrestre a todo Aragón.
He pretendido hacer un breve repaso de las políticas que nos han permitido, con anticipación, dar solidez a nuestra economía y crecer en población. Un dato significativo, Aragón ha crecido en casi 150.000 personas en estos últimos años, lo que significa la población equivalente a una provincia como Teruel.
En esta etapa de crisis pretendemos anticipar de nuevo el futuro. Generar las bases para que el próximo ciclo de crecimiento siga siendo tan positivo en Aragón como lo ha sido estos años.
Y especialmente vamos a seguir generando la confianza y el clima social que han permitido que empresas de todo el mundo se hayan asentado estos años entre nosotros.