Todo listo para la reforma de la Facultad de Filosofía y Letras que acabará antes de 2022

El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, ha visitado hoy, junto con la consejera de Innovación, Investigación y Universidad, Pilar Alegría, la Facultad de Filosofía y Letras, donde después del Pilar se iniciará la fase de vallado y antes de final de año comenzará una remodelación compleja. Lambán ha destacado la reducción al máximo los plazos de tramitación y el tiempo de ejecución en dos años, pasando de comprender 60 meses a 36 y se ha congratulado de poder decir que el Gobierno de Aragón sí cumple sus compromisos, en especial con una facultad de humanidades, cuyos estudios son conocimiento a largo plazo y que según el presidente “son más necesarios que nunca para la propia supervivencia de la humanidad”.

La reforma contempla la construcción de un nuevo edificio en sustitución del actual Pabellón de Filología, la rehabilitación de todo el conjunto histórico y la urbanización del entorno de la Facultad.

En él se ha tenido en cuenta las necesidades docentes y de investigación derivadas del número de alumnos, profesores y titulaciones actualmente existentes y las previsiones futuras. De manera particular se satisface la demanda de necesidades especiales como plató de TV, estudio de radio, laboratorios de ciencias historiográficas, etc. que el anterior edificio no podía atender y que afectaba particularmente a Periodismo (entre otras titulaciones).

El compromiso del Gobierno de Aragón incluye no solo la financiación de la obra (en torno a los 21 millones de euros), sino también 1 millón de euros para el equipamiento futuro de la Facultad.

Desde Gobierno y Universidad se ha procurado que todo el proyecto se realice con las máximas garantías en la tramitación, en el diseño del proyecto (fue supervisado por el Gobierno desde el Laboratorio de la Calidad de la Edificación), en la ejecución, en el mantenimiento futuro.

Será el edificio de referencia en Aragón en materia de sostenibilidad, conforme a la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible de la ONU, ya que tiene como objetivo ser un edificio de energía casi nulo y tiene previsto cumplir con los estándares de las certificaciones Verde, Leed, Breeam o equivalente.

Tanto Lambán como la consejera de Innovación, Investigación y Universidad, Pilar Alegría, han recordado la apuesta del Gobierno de Aragón por la Universidad de Zaragoza. Una apuesta que se traduce en una universidad pública, de calidad, suficientemente financiada y con buenas infraestructuras. La consideran una institución fundamental para el progreso económico, social y cultural de la Comunidad, con especial. “La Universidad es clave en nuestro territorio en la generación de conocimiento y en su transferencia hacia la sociedad aragonesa para impulsar así su crecimiento económico y cultural”, aseguran, al tiempo que creen que invertir en la universidad es el mejor modo de invertir en los aragoneses, ya que esa inversión retorna acrecentada a la sociedad aragonesa.

Ambos dirigentes no han dudado en felicitar al Decano y su Equipo por el programa de traslados que no tiene precedentes por su dimensión y complejidad porque supone mantener la operatividad del Centro con la normalidad suficiente para que se pueda impartir la docencia con calidad, el profesorado pueda desarrollar su actividad docente e investigadora, y los servicios de administración y atención al estudiante continúen prestándose durante los cuatro cursos -duración de un grado- que van a estar fuera de servicio los actuales edificios.

Además, supone preservar, conservar y rehabilitar el patrimonio artístico, monetario y mobiliario de la Facultad.

Según el Rector, se están cumpliendo plazos, ya que el pasado día 20 de agosto se firmó el contrato y todo siguen el plan que afecta a 3.000 alumnos y 400 docentes que van a albergarse en el Colegio Cervantes y la antigua Facultad de Educación y en menor media, para ciertas aulas, hay colaboración de las facultades del entorno. Hasta ahora se han trasladado 15.000 cajas y el pabellón de Geografía, quedando el edificio preindustrializado donde se instala la Sala de Estudio, que se ha mantenido abierta para no interrumpir el periodo de preparación de exámenes y todos tienen ya sus despachos disponibles.