Presentado el proyecto de la Facultad de Filosofía y Letras, cuyas obras podrán comenzar en septiembre

El Presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, junto con la consejera de Innovación, Investigación y Universidad, Pilar Alegría, el rector de la Universidad de Zaragoza, José Antonio Mayoral, y el decano de la Facultad de Filosofía y Letras, Eliseo Serrano, han presentado hoy el proyecto técnico de la reforma y ampliación del edificio de Filosofía y Letras a la comunidad universitaria.

La licitación del concurso para ejecutar este proyecto, presupuestado en 23 millones de euros, se publicó el pasado 1 de marzo en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE). El plazo para la presentación de las ofertas finaliza el próximo 16 de abril. Y, si no existen incidencias en el proceso, el contrato se firmará en julio y las obras, que comenzarían en septiembre, finalizarían 36 meses después, 18 meses menos de los previstos inicialmente. Todo esto ha sido posible gracias al esfuerzo y la colaboración del Gobierno de Aragón y la Universidad de Zaragoza.

El Presidente de Aragón ha recordado que este proyecto vanguardista y de diseño sostenible es uno de sus compromisos personales adquiridos a principios de la legislatura, una vez restablecidas las relaciones con la Universidad de Zaragoza. “Este Gobierno ha apostado de manera decidida por la Universidad pública y el conocimiento, con un acuerdo de financiación, con una inversión anual en infraestructuras y un cambio en la política de becas que ha permitido pasar de 223 beneficiarios en 2015 a 1851 en 2017, así como un descenso de precios en grados y másteres”.

Para Lambán, se trata “en definitiva, de una muestra más de las políticas de mi gobierno para frenar las desigualdades y ofrecer las mismas oportunidades para todos, comenzando por los primeros estratos de la formación de las futuras generaciones y acabando por los últimos estadios para preparar profesionales en términos de excelencia”. Un proyecto vanguardista y sostenible

Durante el acto los responsables del proyecto, Magén Arquitectos e Ingeniería Torné, han explicado cómo han buscado que el consumo energético sea casi nulo y que optimice los recursos naturales. La nueva sede de la Facultad de Filosofía y Letras responderá a las directrices firmadas el 21 de noviembre de 2017 entre el Gobierno de Aragón y la Universidad de Zaragoza que incluían ajustar en lo posible el presupuesto sin perder funcionalidad y que sus instalaciones fueran energéticamente eficientes.

De hecho, la reducción de la huella de carbono del nuevo espacio será un 70% menos que el actual y su consumo de energía mínimo, inferior a 7 Kwh/m2 al año. En lo relativo al consumo de agua, la construcción tendrá redes selectivas de evacuación de agua para recuperar las aguas pluviales y reutilizar las aguas grises. También se aprovechará la energía solar con paneles solares híbridos que permiten generar simultáneamente electricidad y calor. Los pozos canadienses y un gran reservorio estacional usarán la energía geotérmica para los sistemas de ventilación y reducirán el consumo de los sistemas de climatización.

El nuevo edificio cumplirá así con los requisitos del certificado de sostenibilidad Breeam, internacionalmente reconocido, y optará al Leed Platinum, una acreditación que solo poseen 36 edificios en España.

Según han explicado en la presentación, los universitarios desarrollarán su actividad en un “edificio saludable” que incluirá vegetación en las cubiertas y en los espacios interiores, espacios de relajación, escaleras atrayentes que inviten a evitar el ascensor y materiales de bioconstrucción, altamente reciclables y de bajo impacto ambiental. La construcción proyectada contará con un patio central y recupera el espacio posterior de la actual facultad proporcionando nuevos lugares de relación para la comunidad universitaria.

Los elementos patrimoniales del actual edificio, calificado de interés arquitectónico municipal, se preservarán. Y el mural cerámico de los años setenta del artista Ángel Grávalos que alberga en su entrada la actual facultad, se mantendrá en el nuevo espacio recuperando las partes que se han ido deteriorando a lo largo del tiempo.