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Martes, 26 de noviembre de 2024

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Broto: “Los niños tienen derecho a una familia que los quiera, que los eduque y que les ayude a ser personas”

La consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales ha inaugurado unas jornadas sobre parentalidad positiva con motivo del Día Internacional de las Familias

La consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, María Victoria Broto, ha asegurado hoy que “hay que tener cuenta los derechos de todos los miembros de la familia”, pero ha destacado que “los niños tienen derecho a una familia que los eduque, que los quiera y que les ayude a ser personas”.

Broto habla de la importancia de la parentalidad positiva

Broto se ha manifestado así momentos antes de empezar la jornada “Parentalidad positiva. El arte de educar en familia”, que ha organizado la Dirección General de Igualdad y Familias con motivo del Día Internacional de las Familias.

La consejera ha recordado que “todas las políticas que lleva a cabo el Gobierno de Aragón son importantes para las familias” y que hoy, Día Internacional de las Familias, es una jornada para reflexionar sobre la parentalidad positiva, y sobre cómo avanzar en ella igual que se ha hecho con otras cuestiones como las relaciones, la educación o la sanidad.

“Las familias son una entidad para nuestra vida y nuestra formación, son el primer núcleo de socialización”, ha insistido.

El ponente de las jornadas ha sido Enrique Arranz, catedrático de Psicología de la Familia de la Universidad del País Vasco, que ha hablado sobre “Parentalidad positiva. Una inversión de presente y futuro. La prevención primaria para el desarrollo psicológico saludable”.

Posteriormente, se va a desarrollar dos mesas redondas sobre “Buenas prácticas desde la Acción Pública” y “Iniciativas y trabajo con las familias desde las entidades sociales”, en las que han intervenido representantes de diferentes departamentos, familias de escolares y de entidades sociales.

La denominada parentalidad positiva se refiere al comportamiento de los padres y madres fundamentado en el interés superior del menor, que cuida, desarrolla sus capacidades, no es violento y ofrece reconocimiento y orientación, incluyendo el establecimiento de límites que permitan el pleno desarrollo del niño.