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El IASS reformará el Centro de Atención a Personas con Discapacidad Intelectual CAMP-CADI con el dinero dejado en herencia por la familia de un usuario
El legado, que asciende a casi 780.000 euros, servirá para reformar el módulo C del centro, aislar la cubierta y crear una sala de estimulación multisensorial para los residentes, entre otras cosas
El Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS) acometerá obras de reforma en el centro de Atención a Personas con Discapacidad Intelectual (CAMP-CADI) de Zaragoza, unas actuaciones que serán financiadas con la herencia dejada por la familia de un usuario del centro ya fallecido, Ramón Galindo Mainar. La consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, María Victoria Broto, ha participado hoy en la presentación del proyecto de obras, un acto en el que han estado presentes responsables y trabajadores del centro, usuarios y familiares de Ramón Galindo Mainar. Las reformas se llevarán a cabo con buena parte de la herencia dejada por la citada familia que asciende a unos 780.000 euros. En concreto, se reformará el módulo C para crear, entre otras cosas, más habitaciones individuales. Asimismo, se remodelarán las zonas de aseos y se mejorarán los ‘offices’ de este módulo. Por otra parte, también se instalará un aislamiento térmico en los 5.000 metros cuadrados de cubierta del centro, lo que mejorará la climatización del centro y la eficiencia energética. A todo ello se suma la creación de un aula multisensorial para los residentes, la adquisición de un tren de lavado para la cocina y de 25 camas eléctricas, el acondicionamiento de un pozo de riego para los jardines y la compra de sillas y camillas de ducha. El CAMP-CADI fue construido en 1987 y reformado en 1998. Tiene una superficie total de 5.895 metros cuadrados y cuenta con 120 plazas de residentes. Consta de cuatro zonas: entrada y despachos, servicios y comedores, habitaciones y salas de estar (divididas en tres módulos) y aulas ocupacionales. La familia Galindo Mainar Ramón Galindo Mainar, con parálisis cerebral de nacimiento, obtuvo una plaza residencial definitiva en el CAMP en 2014, pasando a estar bajo tutela del Gobierno de Aragón por la enfermedad del padre (Ramón Galindo Serrano). Padre e hijo fallecieron en 2017. María Victoria Broto ha querido agradecer a la familia “su solidaridad y confianza” con el sistema público de servicios sociales. Asimismo, ha querido destacar la labor que se lleva a cabo en este centro público. “En centros como este se mide la democracia de un país”, ha añadido.
Broto CAMP
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