Inaugurada la restauración de la ermita y del antiguo lavadero de la Cañada de Verich
Estas dos intervenciones han permitido poner en valor el rico patrimonio arquitectónico e hidráulico de este municipio turolense que, junto al excepcional patrimonio natural que le rodea, potencian su proyección dentro de las nuevas tendencias del turismo rural.
La restauración de la ermita del Pilar ha contado con un presupuesto de 119.663 ¿ financiado en un 85% por el Gobierno de Aragón y el 15% restante por el Ayuntamiento. El proyecto fue redactado por el arquitecto Miguel Ángel Laguens y adjudicado a la empresa Gestión del Patrimonio Rural S.L.
La caída de un rayo produjo graves desperfectos en la cubierta, molduras del interior y arco de la entrada, agravados por el paso del tiempo, lo que producía humedades, grietas y desprendimientos. Las obras de restauración han consistido en la reparación de la cubierta con ejecución de estructura metálica, reparación de grietas en bóvedas, reconstrucción del arco, barandilla y reposición de forjado del coro, solado, reparación de molduras, consolidación de pinturas murales, alabastros y reparación de carpinterías, acabados interiores, revoco exterior, restauración del alero y drenaje perimetral.
La ermita es un edificio del siglo XVIII construido en mampostería revocada con mortero de cal con enmarcado de huecos, esquinas y atrio en sillería. Tiene una sola nave cubierta con cúpula semiesférica apoyada sobre pechinas y un gran tambor. Tiene una espadaña curvilínea, ábside, sacristía y coro. El interior está profusamente decorado.
INAUGURACIÓN DEL LAVADERO DE LA CAÑADA DE VERICH
Esta visita institucional ha permitido también inaugurar la reciente restauración del lavadero de La Cañada de Verich, un proyecto enmarcado en el convenio de colaboración suscrito por la Diputación de Teruel y la Consejería de Economía del Gobierno de Aragón con motivo de la celebración de la Expo. Esta obra ha supuesto una inversión de 17.400 euros.
El lavadero de La Cañada de Verich es una obra que reproduce una antigua infraestructura que podría datar de 1878. Se trata de un recinto semiabierto, de planta pentagonal irregular, en el que la zona de lavado está a un nivel inferior al del suelo de la plaza de la Fuente donde está situado. A él se accede mediante escalones de bajada y tiene dos entradas: desde la plaza y desde un pequeño dintel, junto a la carretera A-1409.
Está realizado en material que imita la mampostería y sillería, con techumbre de madera, cubierta de teja árabe y suelo de losas de piedra. Es un lavadero de pequeñas dimensiones, pero que guarda el encanto de este patrimonio histórico muy valorado por los vecinos de este municipio. El agua procede de la fuente principal situada en el otro extremo de la plaza. Este manantial dispone de una estructura restaurada en 1992 y ofrece abundante agua durante todo el año