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Sábado, 23 de noviembre de 2024

Cultura

Declarados Bien de Interés Cultural el Puente de Anzánigo y las alfombras procesionales

Los tapices más conocidos en Aragón son los de Tamarite de Litera, Aguaviva y Daroca. La localización de la estructura de Caldearenas data de época romana

El Gobierno de Aragón, a propuesta de la consejera de Presidencia, Interior y Cultura, Tomasa Hernández, ha decidido declarar como Bien de Interés Cultural tanto las alfombras procesionales como el puente de Anzánigo, que cruza el río Gállego a la altura de Caldearenas.

La realización de las alfombras, cubriendo las calles y plazas de algunas localidades de Aragón, suele tener lugar con ocasión de la festividad o celebración litúrgica católica del Corpus Christi. No obstante, hay ocasiones en que su celebración se trasladó a festividades diferentes en honor a un santo patrón, como es el caso de Aguaviva (Teruel), localidad que las celebra con su Fiesta Mayor el 28 de agosto.

El proceso de alfombrado consiste en cubrir el suelo de calles y plazas públicas con diversos materiales como ramas, pétalos de flores, serrín, virutas de madera, papeles o granos de arroz, normalmente teñidos de colores, a excepción de las plantas y flores que se combinan en su estado y colores naturales.

Con estos materiales se forman dibujos vegetales, geométricos y escenas figurativas. Antes de la extensión de este material y en un trabajo en días previos, se eligen los temas, se dibujan y recortan sobre cartones-plantillas. Posteriormente, la noche previa a la procesión, se acoplan sobre los suelos y se procede a verter el material elegido, que se guarda en sacos.

Las alfombras más conocidas en Aragón son las de Tamarite de Litera en Huesca, Aguaviva (Teruel) y Daroca por ser sede del Milagro de los Corporales, aunque hay algunas localidades más en las que la comunidad vecinal se reúne para crearlas.

Destacan también por su relevancia las alfombras realizadas en Zaidín, Rivas (Zaragoza), Tamarite de Litera, Barbastro, Jaca, Fraga y Monzón en Huesca, así como Híjar. El ceremonial es similar en todas las localidades.

En síntesis, las alfombras reúnen varias tradiciones: la católica, que celebra la presencia y el Misterio de Cristo en la Eucaristía; la tradición barroca del teatro religioso barroco de los autos sacramentales ilustrando pasajes de la Biblia; así como la celebración del comienzo y despertar de la naturaleza en el solsticio de verano, asimilado en honor a San Juan Bautista.

Este sincretismo cultural precristiano y cristiano le confiere una identidad mixta culturalmente muy potente y una evolución hasta los tiempos actuales, que se traduce en valores patrimoniales inmateriales muy respaldados por la comunidad portadora.

Por otra parte, se ha declarado Bien de Interés Cultural, en la categoría de monumento, el puente de Anzánigo, situado en el término municipal de Caldearenas (Huesca), conforme a la descripción, medidas de tutela y plano delimitación que se han marcado por decreto.

Se trata de un puente cuyo origen, al menos el de su localización, puede remontarse a la época romana, ligado a la ruta que comunicaba Osca y Caesaraugusta con los valles pirenaicos, que en aquella época discurría hasta este punto por la margen izquierda del río Gállego.

El puente, de construcción tradicional en piedra, tiene un gran desarrollo en planta (102 metros de longitud) y cinco ojos de diferentes tamaños abiertos bajo bóvedas de cañón, dos de ellas ligeramente apuntadas.

Hay datadas varias reparaciones de importancia en este puente. La última es de 1926 y consistió en la reconstrucción del ojo de mayor tamaño. Además, esta estructura de tipo medieval fue ampliada en 1931 para adaptarla a los cambios de la época, derivados fundamentalmente de la llegada del ferrocarril.

Las obras o actuaciones se llevarán a cabo exclusivamente para restaurar el puente manteniendo sus acabados y materiales actuales. Deberán permanecer sus dimensiones y no se permitirán aumentos de volumen, a excepción de aquellos indispensables para su estabilidad.