Guillén recabará la coordinación con el Gobierno central para compensar las pérdidas por las últimas riadas

El Consejo de Gobierno ha analizado esta mañana la situación después de las últimas riadas del Ebro y de otros afluentes de la cuenca hidrográfica para cuyos afectados tiene ya preparado un decreto de ayudas complementarias a las de las compañías aseguradoras, aunque se ha decidido esperar a que el Gobierno de España concrete si también va a colaborar económicamente con los damnificados mediante el correspondiente decreto más allá de la declaración de la zona como de urgente actuación, lo que antes se venía a denominar zona catastrófica.

El consejero de Presidencia, Vicente Guillén, ha recalcado que “compensar las pérdidas que han sufrido los agricultores es una responsabilidad o una competencia directamente del Gobierno de España”. Por eso ha anunciado que esta misma mañana se pondría en contacto con el delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, para coordinar las acciones de ambas instituciones y también de la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ), que se volcó desde el principio en el operativo de inundaciones y que ha manifestado su intención de colaborar en la reparación y reposición de infraestructuras dañadas por las riadas no sólo del Ebro, sino también de otros afluentes de la misma cuenca hidrográfica.

Guillén ha recordado que en su reciente encuentro en La Moncloa, el presidente aragonés, Javier Lambán, expuso al presidente de España, Mariano Rajoy, “la necesidad urgente de un plan de inversiones en la cuenca del Ebro que cifraron en torno a 80 millones de euros para intentar evitar que riadas de este tipo que se producen ya con excesiva frecuencia las veamos ya con normalidad cuando es una situación es absolutamente anormal”.

Ha insistido asimismo en que los habitantes de municipios afectados han resaltado la imperiosa necesidad de limpiar de una manera o de otra el río, de realizar las obras oportunas, algunas de las cuales que se realizaron en la Ribera Alta ya han dado buenos resultados, pero hay que continuar evidentemente con nuevas inversiones. Tras recordar el incremento de las avenidas extraordinarias del Ebro registrado desde 2003, ha incidido en la “necesidad no sólo de limpieza del río, sino de obras como nuevas motas, consolidación de las existentes o zonas de evacuación”. Obras que, ha recordado, han dado resultados en Ribera Alta y que también los darán si se hacen en Ribera Baja.

En cuanto a las compensaciones a los damnificados por las riadas, el portavoz del Gobierno de Aragón ha puntualizado que primero han de responder de los daños los seguros agrarios y ha agradecido a los agricultores que, tras la anterior avenida extraordinaria del Ebro en 2015, decidieran mayoritariamente asegurar sus cosechas y explotaciones. A partir de ahí se concretarán las compensaciones, pero en ese punto ha insistido en la necesidad de coordinar actuaciones con el Gobierno central y la DPZ.

Guillén ha explicado que el Gobierno de Aragón ya tiene preparado su decreto de ayudas y que una primera valoración de daños, todavía por concluir, se cifra en torno a 25 millones de euros con 19.000 hectáreas afectadas. Ha señalado que la declaración de la zona por parte del Gobierno central como de urgente actuación, lo que antes se denominaba zona catastrófica, tiene su importancia “porque a partir de ahí el Gobierno de España debería desarrollar también un decreto ad hoc que contemple las ayudas y las iniciativas que tendría que tomar para este tipo de compensaciones a los agricultores afectados”.

En ambos casos, ha aclarado de nuevo, se tratará de compensaciones complementarias a la cobertura de los seguros. Y ha vuelto a agradecer en este sentido la concienciación de los agricultores, “evidentemente porque si no se limpia el río van a tener estas crecidas cada espacio corto de tiempo y por tanto ellos mismos son los que motu proprio y aconsejados también por el Departamento de Desarrollo Rural han asegurado prácticamente todas sus explotaciones”.