Economía
El IAF inicia la IV edición de Expertos en Gestión de Responsabilidad Social
Al curso, en la Facultad de Económicas, asistirán una veintena de alumnos
El Título de Experto en Gestión de la Responsabilidad Social inicia un nuevo ciclo a través de su cuarta promoción de expertos. Durante meses, casi una veintena de alumnos recibirán formación de alta calidad y se convertirán así no solo en defensores teóricos de Responsabilidad Social Corporativa sino que aprenderán a gestarla y ejecutarla con eficiencia, eficacia y efectividad en el seno empresarial, teniendo como meta la transformación positiva de la sociedad.
El director gerente del Instituto Aragonés de Fomento (IAF), Ramón Tejedor, que cerró esta primera sesión, intervino para “animar” y “felicitar” a los participantes del curso, por considerar la decisión de embarcarse en esta actividad social como auténtico “hito”. Es “honorable”, dijo Tejedor, que existan todavía personas que deseen encomendarse a tareas de liderazgo como agentes activos de la responsabilidad social. Una responsabilidad que impulsará el equilibrio socioeconómico de todo un planeta que hoy, más que nunca, necesita mentores de una “triple sostenibiliad” que ayude a garantizar “el futuro de todos”.
Los futuros expertos en la materia estuvieron respaldados en el inicio de esta nueva andadura “personal y profesional” por la directora del curso, Nieves García Casarejos, que agradeció, a través de su discurso inaugural, el esfuerzo de “todos los ponentes, alumnos, patrocinadores, y entidades”.
Tras las palabras de la directora, el economista experto y auditor Luis Ortín Salvador ofreció una conferencia a los futuros especialistas sobre la importancia de la llamada “Información no Financiera”, es decir, las Nuevas Obligaciones de Divulgación. Ortín explicó la ley 11/2018, promulgada en diciembre del pasado año, que incluye nuevas obligaciones en la materia. Esta ley viene a modificar un anterior decreto, rebajando los umbrales de aquellas empresas que están obligadas a revelar datos de esta tipología. A pesar de que, en opinión de Ortín, haya habido “poco margen” para la asunción de los nuevos indicadores, estándares o requisitos, los futuros expertos en RS han de ser conocedores y familiarizarse ya con la ley, y con quiénes vayan a ser, a partir de ahora, “los sujetos obligados”.
El administrador del Estado y vocal asesor en la Secretaría de Estado de Igualdad, David Lafuente Durán, ha reforzado el contenido de esta primera masterclass que los alumnos han recibido sobre las consiguientes responsabilidades que deberán tener en cuenta –valiendo la redundancia- para aplicar y gestionar la Responsabilidad Social. Así, Lafuente, ha argumentado que para operar airosamente bajo las leyes de la competitividad, especialmente en el ámbito de la Administración, todo ellos habrán de tener muy presentes los conceptos éticos, pues es la ética “el pilar que sobrepasa todos los demás”. Según ha manifestado Lafuente, que asimismo es politólogo, “la responsabilidad social se encuentra en un momento de auge”.
Mientras hace no demasiado tiempo las empresas apenas contaban con una o dos personas especializadas en RS, en esta nueva era “departamentos enteros se organizan en torno a ella”, matiza. Una responsabilidad que debería responder a un concepto más holístico hoy en día (inculcándose desde la infancia y de manera perenne a lo largo de la vida), porque sin ética, educación, principios o valores “los sistemas democráticos occidentales se empezarán a ver “seriamente amenazados” por cualesquiera tipos de “extremismos y populismos”.
Lafuente achacó parte de este contexto sociopolítico a que las empresas se han focalizado demasiado en el individualismo, en el crecimiento económico propio, en lugar de visualizar su deber social con perspectiva oblicua. Sin embargo, Lafuente asegura que adoptando las posturas que avala la RS, entonces la sociedad empezará a configurarse de acuerdo con la “igualdad” y la “justicia”. España parece estar haciendo sus deberes, ya que la RS está convirtiéndose “en nuestro buque insignia”.
De una manera “personal” se quiso pronunciar asimismo el decano de la facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Zaragoza, José Mariano Moneva Abadía, transfiriéndoles a todos ellos una visión presente y futura del concepto de la RS. El decano ha reflexionado sobre los tres puntos históricos de desde done cree parte el sello de la Responsabilidad: el Pacto Mundial de Naciones Unidas (2000), el Gobal Reporting Initiative (1999) y Libro Verde de la Comisión Europea (2001). Todas ellas herederas del cambio de siglo, con los consiguientes efectos de la globalización. Después de contiendas mundiales o etapas frías y tensionadas transnacionales, la sociedad comenzó a adquirir nociones algo más próximas a la “convivencia”. Y de ahí surgieron enérgicamente conceptos como la resiliencia, la sostenibilidad o la responsabilidad social, con sus objetivos a nivel “macro, meso, y micro”.
El propio decano de la Facultad de Economía, José Mariano Moneva, afirmó que la “marca aragonesa” en responsabilidad social está convirtiéndose en auténtica referencia, gracias a las acciones llevadas a cabo en los últimos años. Acciones de buenas prácticas que cristalizan en que hoy día “más de 50 empresas cuenten ya con el Sello RSA+ del Instituto Aragonés de Fomento”.
Precisamente, la mayor parte del tejido empresarial aragonés se compone de Pymes, y sobre la estructura de la responsabilidad social en esta tipología de empresa reflexionó el socio consultor Lexintek, David Sancho. El también profesor de la Universidad de Zaragoza alegó que la RS es, sin duda, una “fuente de ventaja competitiva empresarial” sobre la que se ha avanzado mucho “pero no demasiado”, empezando por los propios directivos.