INAEM y AZSA colaboran para favorecer la intermediación laboral de las personas sordas

El Departamento de Economía, Industria y Empleo, a través del Instituto Aragonés de Empleo (INAEM), y la Agrupación de Personas Sordas de Zaragoza y Aragón (AZSA) renovarán su convenio de colaboración con el objetivo de continuar favoreciendo la igualdad de oportunidades de acceso y participación en el mercado laboral de este colectivo. El Consejo de Gobierno dará luz verde este martes a este acuerdo, que supone una aportación económica de 83.000 euros por parte del Gobierno de Aragón y que incluye acciones de formación, sensibilización y orientación profesional. El objetivo es conseguir un mínimo de 70 contrataciones, de las que al menos 40 serán en empresas ordinarias.

AZSA se compromete a desarrollar un mínimo de 370 acciones de orientación, dirigidas a las personas sordas de Aragón que sean demandantes de empleos, durante los once meses de vigencia del convenio. Las acciones se desarrollarán en virtud de las necesidades de los participantes y consistirán en: el diseño de itinerarios personales de inserción, sesiones grupales de información y orientación para el empleo, prestación de servicios de Interpretación de Lengua de Signos en el ámbito del empleo y la formación y en itinerarios personales de inserción, además de sesiones, talleres y grupos de trabajo en materia de empleo y formación.

El convenio contempla también la colaboración con la participación de intérpretes de lengua de signos en la edición anual de las “Jornadas Técnicas de Orientación Profesional” que organice el INAEM.

Desde el punto de vista de la búsqueda de empleo, la persona sorda está en situación de discriminación, por lo que requieren de una atención específica y personalizada. Su orientación e inserción laboral requiere de un análisis pormenorizado de su situación personal, formación, experiencia profesional y forma de comunicación de modo que se puedan articular las acciones que se desarrollarán con esta persona para mejorar su empleabilidad. El número de horas e intensidad de la atención personal se establece en función de las necesidades y características de cada persona y el momento en el que se encuentra en su itinerario de inserción.