Trabajo y empleo
La Universidad de Zaragoza analiza los riesgos psicosociales entre periodistas con el apoyo del Gobierno de Aragón
Tres de cada 10 profesionales de la comunicación padecen estrés elevado y un 18% sufre desgaste laboral
Este estudio es una de las iniciativas financiadas con las ayudas para prevenir este tipo de riesgos laborales, puestas en marcha en 2017
Tres de cada diez profesionales de la comunicación en Aragón padecen estrés elevado y un 18% sufre desgaste laboral, según se desprende del proyecto de investigación de la Universidad de Zaragoza sobre las condiciones de trabajo y salud de los periodistas de la Comunidad Autónoma, una de las iniciativas financiadas a través de las ayudas del departamento de Economía, Industria y Empleo para prevenir los riesgos psicosociales en el trabajo. En el estudio, presentado este jueves en rueda de prensa, han participado 300 profesionales pertenecientes a seis medios de prensa escrita, cuatro emisoras de radios, tres televisiones, varias productoras privadas, tres agencias de noticias, así como de oficinas de prensa de instituciones y empresas.
La directora general de Trabajo del Gobierno de Aragón, Soledad de la Puente, ha participado en la presentación del proyecto de investigación “Evaluación e intervención para la mejora de las condiciones de trabajo y de la salud en profesionales de la información (prensa, radio y televisión) en Aragón” a cargo de Santiago Gascón, profesor titular de Psicopatología y miembro del grupo Investigación en Salud Mental de la Universidad de Zaragoza. En el acto también ha participado José Muñoz, director de Área del Vicerrectorado de Política Científica de la institución académica.
El Gobierno de Aragón puso en marcha estas ayudas específicas para la prevención de riesgos psicosociales en el año 2017. Unas subvenciones que permiten financiar acciones de formación en liderazgo y comunicación de trabajadores que ocupen mandos intermedios en empresas y entidades, y para analizar los riesgos psicosociales a los que se pueden enfrentar los trabajadores en determinados sectores.
Estas ayudas ya han permitido llevar a cabo iniciativas entre otras profesiones. Es el caso del programa de formación en liderazgo y comunicación destinado a mandos intermedios de las empresas y entidades promovido por la Fundación Laboral de la Construcción. Con este apoyo, la Fundación diseñó y ejecutó una acción formativa que ha permitido dotar de herramientas a los participantes para lograr una correcta transmisión en la toma de decisiones a sus grupos de trabajo, contribuyendo así a mejorar la productividad y la calidad de las relaciones laborales en la empresa.
Dentro de la misma convocatoria en materia de riesgos psicosociales también se concedieron ayudas a la Fundación para el Desarrollo Socioeconómico del Alto Aragón (FUNDESA) para el desarrollo de 20 talleres entre Huesca y Binéfar dirigidos a mandos intermedios en empresas de pequeño tamaño, directores o gerentes de micropymes, autónomos, emprendedores y alumnos del taller de empleo llevado a cabo en el Parque Tecnológico Walqa.
Por su parte, CEOE Aragón también elaboró un estudio entre las empresas del sector de medios de comunicación que ha permitido conocer los riesgos genéricos a los que se pueden ver expuestos sus trabajadores en materia de riesgos psicosociales, con el fin de reducir la siniestralidad en Aragón, facilitando su integración en las materias asociadas a la seguridad y salud en el trabajo y mejorando las posibilidades de incrementar la cultura preventiva de la sociedad.
Un sector de riesgo
Los profesionales de la información han sido señalados como un sector de riesgo en las relaciones entre estrés y salud. Debido a múltiples factores, los profesionales asumen muchas y distintas responsabilidades en las que los tiempos vienen marcados por la actualidad, con jornadas largas y horarios difusos, generando altos niveles de estrés y merma en su calidad de vida. La sobrecarga, la falta de recompensas y el conflicto de valores detectados explican los niveles de agotamiento y de desgaste hallados en este estudio, cuyo objetivo es realizar un diagnóstico de los riesgos presentes en la profesión para llevar a cabo una intervención, mediante talleres de gestión de estrés.
De los 300 encuestados, la mitad, el 50,3%, eran mujeres. La media de edad fue de 43,45 años y dos tercios de la muestra contaban con al menos 12 años de experiencia en el sector y más de la mitad con un contrato indefinido. El estudio indica que, si bien un 69,9% de los profesionales refieren índices bajos o moderados de estrés, el 24,7% presenta una percepción alta y el 5,4% muy alta. El 44,4% sufre agotamiento emocional, el 19,1% despersonalización y un 53,3% no siente que esté realizando una contribución efectiva en su trabajo. Por otro lado, casi un 18% sufre desgaste profesional.
Además, los niveles más altos de agotamiento se detectan en los profesionales de radio y audiovisual, mientras que los responsables de prensa institucional presentan índices más bajos en todas las dimensiones de estrés, aunque su nivel de carga laboral no difiere del resto. Las variables responsables de estos índices varían según el tipo de medio, aunque sorprende un factor común a casi todos ellos, “el desajuste entre los valores de la organización y los propios valores del profesional”, aspecto que se muestra con un alto poder predictivo sobre el estrés y la salud.
Directrices y cursos
El equipo de investigación ha ofrecido directrices de intervención a los medios que lo solicitaron: un plan apoyado en los aspectos positivos de la organización para transformar los negativos. La variable “comunidad”, relacionada con las relaciones y el espíritu de equipo se mostró como el aspecto que contribuía a “moderar” los efectos del estrés y del desgaste. Además, se destaca la necesidad en trabajar en áreas como recompensas, congruencia de valores y carga de trabajo. Normalmente las empresas no tienen establecido un sistema de dispensación de recompensas, lo cual desorienta al empleado, que no sabe si su trabajo tiene sentido, ni se trabaja en consensuar qué aspectos deben ser recompensados y de qué manera se realizará.
Además de estas directrices de intervención a los medios que lo han solicitado, el equipo ha ofrecido cursos de formación gratuitos en gestión emocional, fisiológica y cognitiva del estrés. En concreto, se ha puesto a disposición de los medios la participación en dos tipos de talleres: uno basado en Técnicas de Gestión del Estrés y otro basado en Técnicas en control fisiológico y cognitivo. Se pretende evaluar, pasados tres y seis meses, la eficacia de cada uno de sus componentes en la reducción del estrés y aumento del bienestar. Una vez concluidos, se ofrece la oportunidad de realizar un taller con todos los componentes a quienes muestren interés en ser formadores en estas técnicas en su empresa.