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Viernes, 22 de noviembre de 2024

Discurso de Fin de Año del Presidente de Aragón, Marcelino Iglesias

Concluye un año difícil. Con toda seguridad el más complicado desde hace décadas. Un año en el que la crisis económica mundial ha tenido su principal reflejo en el dramático crecimiento del desempleo. Quiero aprovechar este mensaje de fin de año para dirigirme especialmente a las familias aragonesas que se ven afectadas por este problema. Y quiero hacerlo en un doble sentido. En primer lugar, para recordarles que no están solos, que la prioridad del Gobierno de Aragón será mantener el apoyo y la ayuda a estas familias.

Nuestra preocupación durante este año ha sido mantener las prestaciones para las personas que han perdido el trabajo. Soy consciente de que no es suficiente. Que el objetivo de todos debe ser la recuperación del empleo perdido, y este es nuestro principal reto para el próximo año.

En segundo lugar, quiero trasladarles un mensaje de confianza y de esperanza, porque lo más duro de la crisis ha pasado. Hemos comenzado a crecer y nuestra economía se recuperará progresivamente durante el año 2010. La economía aragonesa ha resistido mejor en este momento de dificultades, lo que se ha traducido en una menor pérdida de empleo que en la mayoría de las Comunidades Autónomas. El desempleo ha llegado en Aragón al 12 por ciento, seis puntos menos que la media española.

Afortunadamente, nuestra economía empezó a crecer en el tercer trimestre de 2009, y como he repetido en los últimos días, cuando sean oficiales los datos del trimestre que hoy termina habremos salido formalmente de la recesión.

Sé que esto no es suficiente para resolver los problemas, pero es el primer paso. Un paso necesario para salir de la crisis y generar empleo. Nos quedan algunos meses difíciles, pero los indicadores irán mejorando mes a mes. Y tenemos la confianza de que en la segunda mitad del año estaremos iniciando también la recuperación del empleo perdido.

Para conseguirlo, el Gobierno continuará con la política de diálogo social, y de apoyo a las familias y a las empresas mantenida durante estos diez años, que tan excelentes resultados nos ha dado en Aragón. Y para acelerar la recuperación, el año 2010 haremos un esfuerzo extraordinario en licitación de obra pública, que permitirá generar empleo y mantener la actividad económica.

No quiero olvidarme tampoco, en este mensaje de fin de año, de los trabajadores de OPEL ni de la industria auxiliar del automóvil, que han vivido un año muy complicado. Estamos iniciando el nuevo proceso de negociaciones con General Motors, pero ahora partimos de lo ya conseguido con Magna. Estoy plenamente confiado en que sabremos hacer valer la calidad y la capacidad de nuestra planta y de sus trabajadores. Para todos ellos, para las 15.000 familias aragonesas que dependen de este sector, mi apoyo, mi aliento y un mensaje de confianza. Porque sois vosotros los que habéis hecho de Figueruelas la planta más productiva de Opel en Europa.

Los aragoneses hemos demostrado que estábamos mejor preparados para esta crisis. Vamos a salir de ella más pronto y lo haremos con más fortaleza y seguridad en el futuro. Sin duda, el primer objetivo es salir cuanto antes de esta situación. Pero no debemos olvidar que también es necesario aprovechar este momento para orientar nuestra economía hacia un modelo más sostenible y que tenga menos debilidades.

El año que mañana se inicia será el de la recuperación. Un año en el que debemos seguir trabajando juntos, con la confianza y el tesón que nos caracteriza a los aragoneses. Un año para la esperanza, especialmente para las familias que tienen alguno de sus miembros en el desempleo. Superaremos las dificultades con esfuerzo y con trabajo, pero también con confianza en nuestras fuerzas y en las posibilidades de Aragón.

Hoy concluye el año 2009, un año complejo que ha sido muy difícil para todos, y que afortunadamente dejamos atrás.

Demos la bienvenida al 2010 y brindemos todos juntos por el año de la recuperación.