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Viernes, 22 de noviembre de 2024

Economía

Los precios disminuyeron seis décimas en Aragón, dejando la tasa anual de inflación en el 3,1%

El efecto de las rebajas de verano se ha visto parcialmente compensado por el repunte del precio del petróleo

De acuerdo con los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), los precios disminuyeron seis décimas en Aragón en el mes de julio respecto al mes precedente, lo que situó la tasa anual de inflación en el 3,1%, una décima por debajo del registro del mes anterior. De forma análoga, en el conjunto de España la tasa anual de inflación también fue del 3,1% tras descender los precios seis décimas con respecto a junio. Con ello, tanto Aragón como España encadenaban tres meses consecutivos de moderación de la inflación, desde los máximos alcanzados el pasado mes de abril del 3,7% y 3,8% respectivamente.   Por su parte, en la Eurozona la tasa interanual de inflación en julio se moderó hasta el 2,5%, dos décimas menos que el mes anterior. En consecuencia, el diferencial desfavorable de Aragón y España se vio ampliado en una décima hasta alcanzar las seis décimas de punto porcentual.   La disminución mensual de precios del 0,6% en Aragón es el resultado de fuerzas que actuaron en sentido contrario. Por un lado, se hizo patente en julio el fuerte efecto de las rebajas de verano, con reducciones mensuales de precios del 11,9% en vestido y calzado y un mucho más modesto 0,8% en menaje. También bajaron un 1,0% mensual los precios de las comunicaciones.   Estas bajadas de precios se vieron parcialmente compensadas por aumentos en otros grupos de consumo. Bebidas alcohólicas y tabacos anotaron un incremento del 2,1% mensual, consecuencia del aumento de precio de los cigarrillos. Por su parte, el inicio de la temporada vacacional se reflejó en ocio y cultura, cuyos precios subieron un 1,9% mensual, mientras que en hoteles, cafés y restaurantes el aumento fue del 0,7% mensual.   El transporte (0,6%) y la vivienda (1,0%) sufrieron también considerables aumentos de precios, como consecuencia del encarecimiento de los combustibles. En efecto, tras dos meses de bajadas, el coste del petróleo Brent volvía a repuntar y cotizaba en julio a una media de 116,9 dólares por barril, un 2,5% por encima de junio.   En términos interanuales, la inflación sigue viéndose notablemente influenciada por el coste de la energía. El petróleo en julio era un 55% más caro que un año antes, y ello se refleja con nitidez en la tasa anual de variación del precio del transporte (7,3%). A continuación se sitúan bebidas alcohólicas y tabaco, cuya tasa del 6,0% anual responde en buena parte a la subida de impuestos especiales que tuvo lugar en diciembre del pasado año, y cuyo efecto “escalón” se seguirá arrastrando hasta finales de 2011.   Se observan tasas de inflación anual más moderadas en enseñanza (2,8%), alimentos y bebidas no alcohólicas (2,4%), menaje (1,3%) o medicina (0,3%). Los precios de vestido y calzado no variaron respecto al mismo mes del año anterior, mientras que se produjeron descensos anuales en los casos de ocio y cultura (-0,1%) y comunicaciones (-1,2%).   Se puede afirmar, por tanto, que en la evolución de la inflación sigue siendo visible la debilidad del consumo de las familias. Ello se corrobora al observar la evolución de la inflación subyacente (aquella que elimina del índice general los alimentos no elaborados y los productos energéticos), cuya tasa anual en julio se situó en el 1,5% en Aragón, dos décimas menos que el mes anterior y 1,6 puntos porcentuales por debajo de la inflación general. En el conjunto de España, por su parte, la inflación subyacente quedaba en julio en el 1,6%.   Por provincias, Huesca sigue resultando la más inflacionista con una tasa anual del 3,5% en julio, seguida de Teruel con un 3,2% mientras en Zaragoza la tasa fue del 3,0%.   Como se esperaba, en la última reunión del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo, celebrada el pasado 4 de agosto, se mantuvo sin variación el tipo de interés oficial en el 1,5% tras la subida de 0,25% realizada el mes precedente. El BCE sigue alertando de los riesgos al alza que pesan sobre la inflación en la eurozona, fundamentalmente derivados de los precios de la energía y otras materias primas. Además, insiste en la importancia de anclar las expectativas de inflación y evitar los temidos efectos de segunda ronda en el proceso de fijación de precios y salarios, lo que podría dar lugar a presiones inflacionistas generalizadas.