Educación
Hernández celebra los 50 años del CEIP Eugenio López, “motor de transformación” del barrio del Arrabal
La consejera de Educación participa en el aniversario de este centro, que lleva el nombre de quien fuera Director general de Enseñanza Primaria, y que cuenta en la actualidad con cerca de 400 alumnos. 'Celebrando el pasado, construyendo el futuro’ ha sido el lema de la emotiva jornada
La consejera de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, Tomasa Hernández, ha acompañado hoy a la comunidad educativa del CEIP Eugenio López en la celebración del 50 aniversario de este centro educativo, ubicado en el barrio del Arrabal de la capital aragonesa. Bajo el lema ‘Celebrando el pasado, construyendo el futuro’, el colegio ha vivido una jornada muy especial que ha contado con la participación de todo el alumnado, equipo directivo y profesorado actual, así como con antiguos alumnos y responsables del centro escolar, a los que se ha sumado también la ministra Pilar Alegría.
En esta fecha tan señalada, la consejera ha agradecido la dedicación, el esfuerzo y el trabajo realizados en estas décadas por la educación de tantas generaciones, que han convertido –ha dicho- al CEIP Eugenio López “en un referente educativo en el Arrabal y motor de transformación de todo el barrio”.
Con unas breves palabras, en las que ha estado acompaña por el actual director Javier Yagüe, Hernández ha recordado los orígenes del centro –en una zona de expansión y que llegó a ser uno de los centros con mayor número de alumnado de toda la ciudad en la década de los 80- . Y ha destacado cómo en estos 50 años ha sabido adaptarse a los cambios, a las nuevas demandas educativas y a los avances tecnológicos, pero sin perder su esencia, “garantizando una educación integral y de calidad para todos sus alumnos”.
Parafraseando a Malala, la activista paquistaní por los derechos de las niñas a la educación, ha recordado que “un niño, un lápiz y un libro pueden cambiar el mundo”, y ha abogado por seguir haciendo “de la educación un motor de progreso”. “Al proporcionar a los niños el acceso al conocimiento y educándolos en valores les estamos dando el poder de cambiar sus propias vidas y las vidas de quienes los rodean”, ha asegurado.
La consejera ha elogiado además el proyecto educativo del centro, que apuesta por la innovación y la educación inclusiva, y que se esfuerza en “formar ciudadanos comprometidos y preparados para enfrentar los desafíos del siglo XXI”.
Por todo ello, y como responsable de la administración educativa, ha asegurado sentirse profundamente orgullosa y agradecida al centro, ha aventurado muchos más éxitos al mismo y ha comprometido todo el apoyo de la Consejería para seguir edificando entre todos el futuro.
“Estoy convencida de que este colegio seguirá siendo en el futuro un motor de transformación, un lugar donde nuestros niños puedan desarrollar todo su potencial”, ha concluido.
Pasado y presente
El colegio se inauguró el 14 de diciembre de 1974 y recibió el nombre de Eugenio López y López, en agradecimiento por la dedicación que este gallego, director de Enseñanza Primaria del Ministerio de Educación, tuvo en favor de la cultura. López y López fue también inspector fiscal y como presidente de la Unión Nacional de Asociaciones para la Asistencia de Toxicómanos luchó activamente contra la drogadicción.
El centro educativo se habilitó con urgencia para dar respuesta al crecimiento de población que supuso para el barrio del Arrabal la construcción las de viviendas sindicales de Balsas de Ebro Viejo. Los colegios que ya existían en la zona –San Braulio, Tío Jorge y Cándido Domingo- no tenían capacidad para acoger a todo el alumnado y se optó por edificar una nueva infraestructura educativa en una parcela en el centro del polígono.
Dada la urgencia, el colegio comenzó a utilizarse sin estar siquiera acabado y sin contar con espacios para alumnos de educación preescolar. No sería hasta 1980 cuando se inauguró el edificio de párvulos (hoy educación infantil), así como las aulas de Educación Especial.
El centro llegó a contar con 1.350 alumnos, porque a los del entorno se unieron en algunos momentos estudiantes que venían de la zona de Ranillas, de San Juan de Mozarrifar, de El Cascajo, de Juslibol y de los pabellones militares próximos a la Academia General Militar.
Actualmente, da servicio a cerca de 400 alumnos. En sus bodas de oro, el colegio se enorgullece, tal y como ha destacado la consejera, de contar con un aula de desarrollo de capacidades –fue uno de los primeros centros seleccionados por la administración para implantar este programa-, un aula de la luz –donde los alumnos de infantil aprenden de forma multisensorial-, una radio escolar –en la que han entrevistado hoy a las autoridades- y un huerto, que forma parte del programa de impulso para la vida activa, que incluye también patios dinámicos. Además, desarrolla el modelo bilingüe BRIT y participa en el programa eTwinning.
Para celebrar el aniversario en esta jornada tan especial, cada clase ha introducido un objeto simbólico en la cápsula del tiempo, que posteriormente se ha enterrado, y se ha descubierto una placa conmemorativa. Los estudiantes del tercer ciclo han guiado a los asistentes por el museo del centro, en el que se ha montado una exposición conmemorativa.
Además, ha habido competiciones de baloncesto y balón prisionero que han enfrentado a antiguos alumnos con los estudiantes más mayores del centro; y la Rondalla del Hogar Balsas de Ebro Viejo ha ofrecido un pequeño concierto. Y para finalizar, se ha cantado entre todos los asistentes el himno del colegio.