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El IAACC Pablo Serrano muestra trabajo inédito de Antonio Uriel en la exposición ‘Con los grados de la ceniza’
La muestra se podrá visitar hasta el 28 de septiembre en la sala 00 del museo
El IAACC Pablo Serrano presenta este viernes la exposición ‘Antonio Uriel, Con los grados de la ceniza’, que se expondrá en la sala 00 hasta el 28 de septiembre. Es una muestra monográfica inédita que constituye un capítulo importante en el trabajo desarrollado por el artista durante la última década.
La exposición consta de 45 fotografías que, como es habitual en el autor, configuran una obra homogénea, una secuencia donde los temas abordados se vinculan a través de los motivos recurrentes, que adquieren la condición de símbolos en su obra, y de las rimas formales. En esta ocasión la interpretación de las imágenes está facilitada por la delimitación de siete secuencias internas que desarrollan los asuntos tratados y organizan una estructura fluida y armónica respecto de la secuencia central más extensa.
La mayor parte de las fotografías de ‘Con los grados de la ceniza’ se compuso entre 2019 y 2023; en mayo de 2022 los responsables del IAACC Pablo Serrano vieron una primera versión muy avanzada de la colección y recibieron la propuesta de exposición.
El director del IAACC Pablo Serrano, Julio Ramón, ha recordado que cuando el autor les presentó el proyecto les pareció “de especial interés, teniendo en cuenta que su figura ya estaba presente en el museo y en las colecciones públicas”. De hecho, Antonio Uriel participó en los años 90 en una exposición que le llevó a entrar con su trabajo en las colecciones de arte del Gobierno de Aragón.
Para el jefe de servicio de Archivos, Museos y Bibliotecas de la Dirección General de Cultura, Fernando Sarria, la muestra “reivindica la fotografía como arte plástica”, en este caso de la mano de un autor “reconocido y de sobrada trayectoria”.
Antonio Uriel ha explicado que puede considerarse que la serie ahora expuesta conforma una trilogía con ‘Talas Atlas’, expuesta en 2020 en la galería A del Arte de Zaragoza, y las fotografías de ‘Historia natural’ 2024, expuestas el año pasado en el Espacio Pirineos de Graus y en la Galería de arte contemporáneo Serpente de Oporto.
Un hilo argumental que recorre las tres series y ha centrado las reflexiones del fotógrafo es la relación entre el montaje y el conjunto de fotografías que constituyen el archivo, el personal y el compartido socialmente, identificado con una estética documental. Se trata de una relación dialéctica, al igual que la que se establece entre las diferentes imágenes o estratos que forman el montaje.
Archivo y montaje son necesariamente dos etapas en la práctica de los autores que han trabajado con el montaje (en el caso de Antonio Uriel, a partir fundamentalmente de una serie de 1988 que forma parte de los fondos del IAACC Pablo Serrano), pero también son dos paradigmas de la creación moderna y contemporánea.
A lo largo de estos trabajos, el fotógrafo ha elaborado su visión del montaje como un dispositivo similar a la memoria, donde momentos y lugares distantes se funden en un proceso interpretativo, necesario para la elaboración de la experiencia. Un rasgo derivado de esa concepción es el empleo y fusión de las imágenes más recientes con los negativos del pasado, que integran una realidad extendida propia de quienes operan con el arte, pero que en un medio dependiente de lo real visible como la fotografía adquiere un sentido añadido.
La creación-composición de las fotografías se convierte en un proceso que se alarga en el tiempo, a menudo años, desde el esbozo inicial e induce a la espera y el hallazgo. El título de la exposición utiliza el equívoco de la palabra grado para significar que en las fotografías surgidas del montaje subsisten la tibieza (quizá algo del ardor vivido, todavía) y los matices de la ceniza del pasado consumido en cada uno de los estratos temporales que entrañan.
Esta obsesión por la índole semiótica del medio es, según el autor, “un rasgo generacional de quienes llegamos a la fotografía en los 70, pero con el tiempo la he entendido cada vez más ligada a la pregunta por la naturaleza y significado de la propia existencia”.
Las fotografías se presentan en secuencias y proponen, por tanto, “una reflexión sobre la condición de la fotografía. La muestra comienza con la imagen de unas escaleras “mostrando un ascenso imposible al mundo ideal”, mientras que termina “con otro ascenso, el de un muchacho sacando la cabeza por un agujero en un tranvía”.
Uriel ha detallado que esa última foto es “el negativo más antiguo que hay en la exposición, aunque está trabajando con imágenes recientes” y remite a un ascenso desde el pasado y la memoria al mundo real. En la exposición se encuentran también “una historia de amor y una meditación sobre el dolor”.
Los días 25 de agosto y 18 de septiembre se organizarán visitas guiadas con el autor que pueden reservarse de manera gratuita en la página web del museo.
ANTONIO URIEL
El artista Antonio Uriel (Zaragoza, 1957) realizó estudios de Filología Hispánica y Bellas Artes. Pertenece al grupo de autores, relevante en la fotografía española, que comenzó a exponer en los años 80. Su trayectoria ha estado vinculada a la de la histórica Galería Spectrum (posteriormente Spectrum Sotos).
Sus imágenes, que huyen de lo previsto y resultan en ocasiones herméticas para el público no habituado, son apreciadas por otros artistas y conocedores del medio, y se han exhibido en diferentes muestras de fotografía española en Europa y América del Sur y en ferias de arte.
Desarrolla un trabajo alternativo como integrante de grupos artísticos (Caja negra --con Samuel Aznar, Gonzalo Bullón, Ángel Carrera, Luis Marco y Ester Minio-- y g+m+u --con Tomás Gimeno y Luis Marco--). En septiembre y octubre próximos expondrá en la galería La Casa Amarilla de Zaragoza ‘Vademécum revisitado’.