Educación, Universidad e Investigación
El CEIP Ramón y Cajal destaca el papel de los niños y niñas como agentes de cambio
La representante del centro ha resaltado la diversidad de la escuela rural y un modelo en el que los niños sean protagonistas
El centro de Alpartir ha recibido la medalla de Aragón a la educación aragonesa como ejemplo del futuro de la escuela rural en nuestra comunidad
La Medalla de Aragón a la educación aragonesa ha sido otorgada al CEIP Ramón y Cajal de Alpartir que ha recogido Carolina Cajal, representante del centro junto con dos alumnas. El premio pretende resaltar la contribución del centro a la innovación educativa. Por ello, Carolina Cajal ha agradecido que se considere el centro de Alpartir como un ejemplo del futuro de la escuela rural en Aragón, pero ha destacado el papel que ya tienen en el presente ”los maestros y maestras que aprovechan el potencial humano de los niños y niñas, verdaderos protagonistas, y las familias, elemento imprescindible junto con el tejido social en el que está inmersa la escuela para poder desarrollar tal y como establece el Estatuto de Autonomía de Aragón un modelo educativo de calidad”.
La representante del CEIP Ramón y Cajal de Alpartir ha destacado el empoderamiento de los niños como herramienta de cambio
La representante del colegio de Alpartir ha destacado la necesidad de proteger la escuela rural, que cuenta con una “biodiversidad riquísima”, algo que está defendiendo la UNESCO y la UE. Cajal ha resaltado que “para educar a un niño hace falta al pueblo entero”, y ha detallado la receta del centro “el empoderamiento de nuestros niños y niñas, ha permitido que sean agentes de cambio con su visión transformadora y contagiando a la comunidad con su vitalidad”. Ha detallado que trabajan para que “la empatía, el trabajo en equipo, y la creatividad tengan el mismo peso en la educación que las competencias básicas tradicionales”. Carolina Cajal ha insistido en que llevan diez años trabajando por un “nuevo paradigma de la educación” y ha citado a Eduardo Galeano para cerrar su discurso: “mucha gente pequeña en lugares pequeños haciendo cosas pequeñas pueden cambiar el mundo, y en ello estamos”.