Patrimonio Cultural
El IAACC Pablo Serrano muestra cómo miraba y cómo era visto el artista que da nombre al museo
El director general de Cultura y Patrimonio, Nacho Escuín, ha inaugurado la muestra ‘Retratista retratado’, que brinda la oportunidad de conocer a Pablo Serrano como autor y como persona
La muestra reúne 18 de los retratos que hizo además de fotografías que lo muestran a él como retratado e incluye asimismo dos autorretratos
El IAACC ha inaugurado esta tarde la exposición “Pablo Serrano, retratista retratado” en la que se plantea una doble mirada en torno al escultor de Crivillén, tomando el género del retrato como eje central desde el que se observa al escultor, pero también al hombre. La muestra ha sido comisariada desde el centro a partir de fondos propios y del préstamo de tres piezas, pertenecientes a las colecciones de Valeria Serrano Spadoni, de la Fundación Ibercaja y de la Fundación Alberto Schommer. La Universidad de Zaragoza ha colaborado también facilitando la documentación del Legado Miguel Labordeta conservado en la Biblioteca María Moliner.
Nacho Escuín explica que esta exposición ayudará a entender mejor la figura de Pablo Serrano
El director general de Cultura y Patrimonio, Nacho Escuín, ha agradecido que la exhibición ayude a dar otra visión de Pablo Serrano, como retratista y como “configurador de personalidades”, y a mostrar toda la colección del IAACC, incluyendo documentación sobre el artista. Asimismo, la nuera del escultor, Susana Spadoni, y la comisaria de la muestra, María Luisa Grau, han incidido en cómo el trabajo de Serrano captaba el misterio, el interior de la gente, a través de su obra.
La exposición se estructura en dos partes, la primera de las cuales está dedicada al Pablo Serrano retratista, cómo miró, reinterpretó y modeló la personalidad de sus coetáneos a través de las interpretaciones al retrato. Concretamente, esta primera zona reúne un total de 18 retratos que conforman una galería de personajes que narra las relaciones personales y profesionales que Serrano entabló a nivel nacional e internacional dentro del mundo artístico y que, a su vez, son una manifestación del lugar que ocupó dentro del contexto cultural de la segunda mitad del siglo XX. Entre las piezas mostradas, acompañadas de documentación diversa, se incluyen los retratos del que fuera director del MoMA René D’Harnoncourt, del coleccionista Joseph Hirshhorn, de los artistas Juana Francés y Manolo Millares, de los intelectuales Gaya Nuño y Aranguren, del poeta Miguel Labordeta, depositada por la familia Labordeta en el IAACC Pablo Serrano, o la de José Camón Aznar, prestada por la Fundación Ibercaja.
La segunda parte de la exhibición se centra en el Pablo Serrano retratado, cómo le vieron y le inmortalizaron en sus reportajes algunos de los fotógrafos más importantes de la época y que constituyen la cara pública que el autor quería proyectar de sí mismo. Entre la nómina de fotógrafos encontramos a Sánchez Millán, Nicolás Muller, Juan Dolcet, Núñez Larraz, Henry Ries, Waintrobe, Marvin Bolotsky o Alberto Schommer, con una imagen prestada en este caso por la Fundación Alberto Schommer.
Las fotografías que se reúnen muestran al escultor en distintos contextos: en su estudio, en el taller en pleno proceso de creación, en la intimidad de su casa o en sesiones fotográficas de estudio, entre otras. A través de ellas, y vistas en conjunto, asistimos a las distintas etapas vitales del autor. También hay espacio para el género de la caricatura para la prensa diaria, una especie de interpretación al retrato salida, en este caso, de la pluma y que muestra una visión más popular de Pablo Serrano, a través de los dibujos de autores como el aragonés Ugalde o el canario Eduardo Millares ‘Cho Juaa’, hermano del pintor Manolo Millares.
La exposición se cierra reflexionando sobre la manera en cómo Pablo Serrano se vio a sí mismo, a partir de dos autorretratos, uno fechado en 1950 y prestado por Valeria Serrano, y otro depositado en el centro por Wifredo Rincón. A través de esta selección de autorretratos descubrimos esa “automirada” en la que se incluye también la presencia de Unamuno, personaje con el que Serrano, dada la semejanza física compartida, jugaba a la identificación como traslación de la admiración intelectual que sentía por él.
*Se adjuntan declaraciones del director general de Cultura y Patrimonio, Nacho Escuín