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Sábado, 23 de noviembre de 2024

Patrimonio Cultural

El IAACC Pablo Serrano recuerda a Ramón Acín y a su hija a través de la exposición “El Arte contra la Violencia”

La muestra, que se articula en cuatro espacios bien diferenciados, se podrá visitar hasta el 20 de noviembre

El IAACC Pablo Serrano de Zaragoza acoge desde este sábado y hasta el 20 de noviembre la exposición “Ramón y Katia Acín: El Arte contra la Violencia”, comisariada por Carlos Mas. La inauguración ha coincidido con el día en el que  se cumplen 80 años del fusilamiento de Ramón Acín (Huesca, 30 de agosto de 1888 – Huesca, 6 de agosto de 1936). Una muestra, cargada de significado, para la que se han seleccionado alrededor de 140 obras, la mayoría pinturas.

Ana Garcia Bragado, nieta de Ramón Acin e hija de Katia, satisfecha con la exposición

Carlos Más, comisario de la exposición, explica el contenido de la misma

Nacho Escuín sobre la importancia de la exposición de Ramón y Katia Acín y su significado

Para el director general de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Aragón, Nacho Escuín, esta exposición ha pretendido ser un recuerdo a la figura de Ramón Acín y a su obra, vinculada estrechamente a la que realizó su hija, en un día significativo en el que se cumplen 80 años de su fallecimiento. “Ésta no deja de ser una llamada a los grandes iconos de la cultura en Aragón y al proyecto de Ley de Memoria democrática, uno de los compromisos de este gobierno”.

Ramón Acín Aquilé (Huesca 1888-1936), artista y anarcosindicalista en el fructífero periodo de entreguerras del pasado siglo, sirve de ejemplo del arte de vanguardias vivido en la periferia, más allá de centros como París, Madrid o Barcelona. Su quehacer se mueve entre dos polos: estetizar la vida a través del arte, embellecerla; o cambiar/revolucionar la vida para que el arte tenga cabida y pueda celebrarse. En ocasiones ambos vectores corren simultáneos y, en otras, se mostrarán alternativos.

Su hija Katia (1923-2004), por su parte, tras gozar la infancia y primera adolescencia en un hogar pleno de estímulos, el fusilamiento de sus progenitores en agosto de 1936 le ocasionará una abrupta y traumática ruptura. Un dilatado paréntesis, dedicado al mundo privado y familiar, así como a la tarea docente en la enseñanza secundaria, estalla tras su jubilación cuando acomete de manera urgente la labor de dar forma a todas las emociones y a todo el duelo reprimido durante el largo franquismo.

El hilo conductor del proyecto que se ha presentado, organizado por el Gobierno de Aragón y la Fundación Ramón y Katia Acín, es la relación entre Belleza y Violencia, la primera como bálsamo, sublimación, lucha o alternativa de la segunda. La muestra ha contado con la colaboración del Museo de Huesca, el Museo Pedagógico de Aragón, la Filmoteca Española, y la Biblioteca Pública Arús; y el apoyo de la Diputación Provincial de Huesca, el Archivo Histórico Provincial de Huesca y el Museo de Zaragoza.

La exposición se articula en cuatro espacios:

NEGRA NOCHE, en el que Ramón Acín da formulación plástica a la violencia entendida en un amplio sentido: la guerra (1ª Guerra Mundial) y su poder destructor; la represión; la muerte; la violencia social y política (la miseria del campesinado, la explotación, la falsedad, el analfabetismo, la opresión institucional…); el maltrato animal en la fiesta de los toros…, un mundo oscuro en el que la humanidad se ve seriamente comprometida.Recoge expresiones escultóricas como “El agarrotado”. La crítica de la violencia en un sentido conceptual amplio, lleva  al artista a presentar explícitas alusiones al clero y a la Guardia Civil así como viñetas acerca del analfabetismo de los humildes y la opresión a la que se ven sometidos, o al maltrato animal con la serie “Las corridas de toros de 1970”. El resultado será visualmente un mundo en el que predominará la expresividad desgarrada y la oscuridad.

LA ESTETICA DE UNA VICTIMA, referida en exclusiva a la obra de Katia Acín y en la que cobran sentido sus propias palabras: “con los años vuelven los recuerdos cada vez más nítidos, y lucho contra ellos como sé, a golpe de buril y gubia”. Volúmenes constreñidos, cuerpos  mutilados y sin rostro, asfixia espacial, presos encadenados, duelos y tensiones. Se busca dotar al espectador de una sensación de angustia espacial. Imágenes de la infancia de la artista y de los primeros dibujos de cuando únicamente contaba 13 años, en contraste con los grabados desgarrados que realiza ya pasados los setenta.

Se pasa desde aquí a un nuevo espacio, LA LUZ, en el que la belleza quiere manifestarse como verdadero antídoto contra el mal: la paz, el progreso de la civilización y la modernidad, la tradición en lo que debe ser conservado, el amor, la amistad, la fiesta, la danza, la naturaleza y el paisaje, la ensoñación, la ciencia…Encontramos al Ramón Acín más lúdico y colorista, el paisaje y su encuentro con una naturaleza no contaminada (desde “El baile” al “Paisaje fantástico”, “La feria de Ayerbe”, el cartel de un artista, la tradición con sus “Baturros”, la amistad con fotografías en las que aparece con amigos como Honorio García Condoy. Paz, Amor, Belleza, Creación, Amistad, Tradición, Modernidad… se convierten en feliz contrapunto de la “Negra Noche” y la “Estética de la Víctima”.

LA REVOLUCION SOCIAL Y PEDAGÓGICA: si la tarea transformadora se presenta urgente y el poder del arte acaba por mostrarse insuficiente para modificar la vida, habrá que cambiar el mundo para que la estética y el orden sean restablecidos: el “hombre nuevo” llegará a través de la infancia, la humanidad del futuro, con lo que se muestra perentoria la tarea pedagógica en línea con la Escuela Moderna y las estrategias de Freinet, a la vez que el activismo anarcosindicalista, entendido como “gran narración”, acerca al presente el mundo mejor tan anhelado. Se presenta una muestra de la imprenta Freinet y una reproducción de su mesa-caballete para dibujar, reproducciones fotográficas y textos publicados que evidenciarán el fuerte componente anarcosindicalista del artista.

*Adjuntamos imágenes de la exposición y sonidos del director general de Cultura, Nacho Escuín; del comisario Carlos Más, y de la representante de la Fundación, Ana García Bragado, nieta de Ramón Acín.