Patrimonio Cultural
El Museo de Zaragoza celebra el centenario del fallecimiento del Francisco Pradilla con una exposición temporal
La muestra ofrece un recorrido por los hitos biográficos y pictóricos del artista
Esta exposición temporal estará abierta al público hasta el 15 de septiembre
El Museo de Zaragoza acoge desde hoy una exposición temporal sobre el pintor aragonés Francisco Pradilla, con motivo del centenario de su fallecimiento. La muestra, titulada “Pradilla y la pintura. Contexto de una obsesión”, recoge las diferentes etapas del artista aragonés, desde su formación temprana en Zaragoza y Madrid, su posterior paso por Roma, su fase como director del Museo del Prado y el reconocimiento de su obra, hasta su obsesión por la reina Juana I de Castilla y sus últimos trabajos. La exposición estará abierta al público desde hoy y hasta el próximo 15 de septiembre. La muestra incluye una treintena de piezas entre obra gráfica, óleo y escultura, y exhibe cuadros que ya se exponen en el Museo, como el autorretrato del propio autor realizado en 1887 –y que hoy ha presidido la presentación de la exposición– o el cuadro de La reina Juana la Loca recluida en Tordesillas con su hija (depósito del Museo Nacional del Prado), pintado en 1907 y que constituye uno de sus principales ejemplos como artista. De hecho, la muestra se acompaña de un audiovisual que profundiza en este lienzo. El consejero de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, Felipe Faci, que hoy ha presidido la presentación de esta nueva exposición, acompañado por el director general de Cultura, Víctor Lucea, y el director del Museo de Zaragoza, Isidro Aguilera, ha destacado la importancia de la figura del pintor aragonés, que llegó a ser director de la Real Academia de España en Roma y del Museo del Prado. Faci ha puesto de manifiesto la relevancia de reconocer artistas destacados del ámbito cultural aragonés y que han dejado un legado que trasciende a la propia Comunidad Autónoma. La exposición sobre Francisco Pradilla ofrece un recorrido por los hitos biográficos y pictóricos del artista y se estructura en tres apartados: el primero está centrado en la producción artística del autor, siendo una muestra representativa de todas sus etapas, géneros y técnicas; la segunda se aproxima a la obra de maestros, compañeros, discípulos y amigos para descubrir cómo era el ambiente artístico de la época y conocer en mayor profundidad la trayectoria vital de nuestro protagonista a través de las personas con las que se relacionó; la tercera, y última, se centra en la obsesión del pintor por la reina Juana I de Castilla a lo largo de toda su carrera y trata de aproximarnos a la figura de esta monarca. La exposición cuenta con una selección de obras de Pradilla procedente de los fondos del Museo de Zaragoza, como Estudio de caballo para el cuadro El suspiro del moro o Doña Pilar Villanova y también de otros autores como Retrato del doctor Lera, tallado en mármol por Ponciano Ponzano, Retrato de Santiago Ramón y Cajal de Joaquín Sorolla o Retrato de Pradilla de Alejandro Ferrant. Destacan los depósitos del Museo del Prado en esta institución, es el caso del citado lienzo La reina Juana La Loca recluida en Tordesillas o Paisaje de Capri, ambos de Pradilla. La exposición cuenta con obras de otras instituciones como La campana de Huesca, de José Casado del Alisal de Museo de Huesca o Doña Juana la Loca del Museo Nacional del Romanticismo. Completan la muestra obras de la colección descendientes de Pradilla; Vista de Zaragoza, de Juan José Gárate, prestada por la Diputación Provincial de Zaragoza o La Reina doña Juana la Loca: estudio histórico, de Antonio Rodríguez, de la Universidad de Zaragoza, entre otras. Francisco Pradilla Nacido un 24 de julio de 1848 en Villanueva de Gállego y fallecido en Madrid un 1 de noviembre de 1921, fue un gran pintor, director de la Real Academia de España en Roma y del Museo del Prado. Aprendió con dos pintores decoradores en Zaragoza. En 1863 se trasladó a Madrid, donde estudió a los antiguos maestros. En 1874 fue pensionado en la primera promoción en la Academia de España en Roma junto a Casto Plasencia, Jaime Morera y Alejandro Ferrant y Fischermans, continuando después su estancia en Roma. Su primer cuadro de importancia fue El rapto de las sabinas para las oposiciones a la pensión de la Academia española en Roma, al que siguió en 1878 Doña Juana la Loca, como trabajo de dicha pensión. Por este colosal cuadro obtuvo medalla de honor en la Exposición Nacional de Bellas Artes (España) de 1878 y una medalla de honor en la Exposición Universal de París de 1878. Por encargo del Ayuntamiento de Zaragoza, realizó los cuadros de Alfonso I el Batallador y de Alfonso X el Sabio. Se superó con la realización de La rendición de Granada (3,3 x 5,5 m) de 1882, que destaca tanto por la limpieza de la caracterización como por la viveza de la representación y la grandeza del estilo. El cuadro ganó el primer premio en una exposición de Múnich de 1893. Otras obras de este autor de gran interés son: El suspiro del moro, La lección de Venus al amor, y Vendimia en las lagunas Pontinas. Además de estas composiciones, Pradilla también tiene obras más pequeñas sobre la vida del pueblo, del tipo que realizó Mariano Fortuny. En el Museo Carmen Thyssen Málaga se encuentra Lavanderas gallegas (1887), en el que el artista realiza una escena costumbrista compuesta por un grupo de mujeres que se afanan en lavar la ropa en el campo. Cabe anotar que fue el director de la Real Academia de España en Roma, si bien por poco tiempo, pues renunció al decepcionarse por los engorrosos trámites burocráticos que dificultaban su gestión y le impedían dedicarse a pintar; sin embargo, el 3 de febrero de 1896 aceptó el puesto de director del Museo del Prado, siendo sustituido dos años después por el hasta entonces subdirector, el pintor Luis Álvarez Catalá, que contaba con el apoyo institucional de la reina María Cristina. Falleció el 1 de noviembre de 1921 en Madrid, dejando una extensa obra tras de sí.
Lucea, influencia Pradilla
Lucea, discursos artísticos
Isidro Aguilera
*Se adjuntan declaraciones del director de Cultura, Víctor Lucea, y el director del Museo de Zaragoza, Isidro Aguilera.