Patrimonio Cultural
La tabla Jesús Camino al Calvario del Museo de Zaragoza recupera su esplendor gracias a la restauración financiada por el Consejo Regulador de la DO Campo de Borja
La pintura gótica perteneció al retablo de Blesa, del cual se conservan varias piezas en el Museo de Zaragoza
El director general de Cultura y Patrimonio, Nacho Escuín, ha asistido a la presentación de la tabla y ha agradecido la colaboración del Consejo Regulador por contribuir a la protección del patrimonio
El Consejo Regulador de la Denominación de Origen vitivinícola Campo de Borja, con motivo de la celebración de la XIV Muestra de Garnachas, que se celebra por tercer año consecutivo en el Museo de Zaragoza, ha querido contribuir a la protección del patrimonio aragonés con la restauración de una obra de la colección del museo. La obra escogida ha sido la pintura gótica sobre tabla Jesús camino del Calvario (1483-1487), debida a los pinceles de los pintores Martín Bernat y Miguel Jiménez. Esta obra perteneció al retablo de Blesa, del cual se conservan varias piezas en el Museo de Zaragoza.
Nacho Escuín destaca la importancia de la tabla y de su restauración
La obra estará expuesta al público de manera monográfica durante tres meses hasta que se cuelgue definitivamente en la correspondiente sala dedicada a la pintura medieval aragonesa. El tratamiento realizado es el mismo que se ha llevado a cabo en las otras tablas que forman parte del Retablo de la Santa Cruz y ha tenido como objetivo estabilizar cada uno de los elementos que la componen eliminando antiguas intervenciones que distorsionaban el aspecto o la integridad de la obra, para recuperar una lectura de la misma lo más próxima al original. Con esta restauración se consolida una línea de colaboración entre la DO Campo de Borja y el Gobierno de Aragón para la protección del patrimonio.
El director general de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Aragón ha asistido en el Museo de Zaragoza a la presentación de la tabla y ha agradecido a la DO Campo de Borja su colaboración para contribuir a la protección y salvaguarda del patrimonio aragonés. Escuín ha destacado que “es un día muy feliz, primero por poder mostrar una pieza restaurada que muestra con los colores y la viveza que tiene, por lo que redescubrimos una obra en los fondos del museo y segundo, porque fruto de la buena relacion entre institcuiones y la empresa privada sacamos proyectos en común. Esto es importantísimo para el buen hacer de la Cultura.”
La tabla de Jesús Camino del Calvario pertenece al retablo de la Santa Cruz de la parroquial de Blesa (Teruel). En esta iglesia dedicada a la invención y exaltación de la Santa Cruz, se alzó un edificio barroco que vino a sustituir a la fábrica gótica del siglo XV. De esta última construcción se conservan los restos de un retablo en estilo gótico hispano-flamenco que ocupaba el frente de su capilla mayor y que en las obras del siglo XVIII fue desmontado, para ser reemplazado por otro, pasando el retablo a formar parte de la colección del Museo de Zaragoza desde el año 1922.
El antiguo retablo mayor de la iglesia parroquial de Blesa, fue contratado por los habitantes de esta villa turolense a los pintores residentes en Zaragoza, Miguel Jiménez (1462- 1505) y Martín Bernat (1450-1505), el 9 de noviembre de 1481. Las tablas que lo componen narran la Historia de la Invención y Exaltación de la Santa Cruz, en concordancia con la advocación del templo para el que sería ejecutado, encontrando como tema central el hallazgo de la Cruz de Cristo, conmemoración que la iglesia celebra el día 3 de mayo. Junto a ellas se realizaron otras escenas dedicadas a la pasión y muerte de Cristo y el Juicio Final. Para cerrar el ciclo iconográfico el conjunto se completaba en el banco del retablo con la Anunciación y un apostolado, y algunos ángeles con los instrumentos de la pasión de Cristo.
El retablo estaría formado por un cuerpo de tres calles, de tres pisos cada una, destacando la calle central en altura como coronamiento, banco, sotabanco y guardapolvo. El sotabanco estaba presidido por los profetas Mayores y Menores, de los cuales tan solo se conserva una tabla con Malaquías, Daniel y Ezequiel. El banco se compone de un apostolado con sus personajes distribuidos en parejas y en el centro se representaría la Anunciación que quedaría separada por un pequeño tabernáculo.
En la calle lateral izquierda se situarían las escenas dedicadas a la Pasión de Cristo: Jesús ante Caifás, Jesús Camino del Calvario, y Descendimiento de la Cruz. La calle central acogería la Adoración de la Santa Cruz sobre la que estaría el Juicio Final y coronando el Calvario La calle lateral izquierda se dedicaría a las escenas que narran la Leyenda de la Vera Cruz por Santa Elena, madre del emperador Constantino; Santa Elena reunida con los judíos de Jerusalén, Confesión del judío Judas a Santa Elena y Santa Elena con el emperador Heraclio. A ambos lados entre-calles estaban dos ángeles con las armas de la Pasión.
Las tablas que componen el retablo están ejecutadas al temple, predominando los tonos calientes (oro en el fondo, mantos, nimbos y mandorlas de las figuras, rojos brillantes y acertados verdes). Tiene sobre todo un exuberante sabor aragonés, por encima de las influencias existentes de la escuela de Flandes o de Italia. Algunas escenas representadas repiten formulas de maestros como Schongauer, advirtiéndose también claras influencias de pintores flamencos cuatrocentistas tales como Juan van Eyck y Roger van der Weyden junto a modelos más cercanos como Bartolomé Bermejo.
La XIV Muestra de Garnacha de Campo de Borja, una cita tradicional para los amantes de los vinos de garnacha, tendrá lugar el día 31 de mayo en el Museo de Zaragoza. Una oportunidad de degustar los vinos con los que nuestras bodegas no cesan de conquistar premios y galardones a nivel nacional e internacional. Además, en esta edición de la muestra se ha programado también un ciclo de conferencias sobre el vino en la historia, el arte y la sociedad. Estas conferencias comenzaron el pasado 10 de mayo y continuarán hasta el día 24, todas ellas en el salón de actos el Museo de Zaragoza.
*Foto: José Garrido Lapeña