Patrimonio Cultural
Rudi: “Los museos son depositarios de nuestra memoria, la conservan y transmiten"
La Presidenta de Aragón participa en la presentación de la “Aparición de la Virgen del Pilar a Santiago” de Goya en el Museo de Zaragoza
38 museos celebran el Día Internacional de los Museos con el objetivo de transmitir la memoria del pasado y del presente de Aragón
Son instituciones al servicio de la sociedad y de su desarrollo. Son los museos y hoy celebran su Día Internacional. En Aragón son 38 los que conmemoran la fecha. El de Zaragoza, de una manera especial, rindiendo homenaje a Francisco de Goya y Lucientes. La Presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, y la consejera de Educación, Universidad, Cultura y Deporte, Dolores Serrat, han participado en el acto de incorporación de la obra de Francisco de Goya y Lucientes “El apóstol Santiago y sus discípulos adorando a la Virgen del Pilar” a la colección permanente del Museo de Zaragoza. Se trata de un depósito particular procedente de la Colección Rosillo (Madrid). Es la primera vez que “El apóstol Santiago y sus discípulos adorando a la Virgen del Pilar” se expone en un museo. Hasta ahora ha permanecido siempre en manos particulares y sólo se ha mostrado al público con motivo de la muestra “Goya y el infante don Luis, el exilio y el reino” realizada este mismo año en el Palacio Real de Madrid. La Presidenta de Aragón ha explicado que “los museos son los depositarios de nuestra memoria, conservan nuestra historia y la transmiten a los ciudadanos. Su presencia y sus acciones pueden transformar la sociedad de manera constructiva”. Por ello, Luisa Fernanda Rudi ha mostrado el compromiso del Ejecutivo autonómico “por potenciar la asociación de creatividad y memoria, así como por reconocer y promover la rentabilidad social del patrimonio cultural para hacer cada día mejores, más conocidos y más necesarios nuestros museos”. Durante este acto de celebración del Día Internacional de los Museos, la Presidenta de Aragon ha calificado como “ejemplo de generosidad y altruismo personal” el depósito de la obra de Goya realizado por la familia Espinosa de los Monteros Rosillo, que ha estado presente en el acto. Luisa Fernanda Rudi ha recordado que los fondos que exhibe el Museo de Zaragoza “permiten trazar el recorrido vital y artístico del genio de Fuendetodos, desde su etapa de Formación académica hasta el Goya pintor de retratos”. Además ha señalado que la “Aparición de la Virgen a Santiago, inédita en los museos, satisface un vacío de conocimiento en nuestras colecciones y las enriquece de forma notable”. En esta edición son 38 los museos que el Gobierno de Aragón ha coordinado para celebrar el Día Internacional de los Museos: de todo el territorio de la Comunidad Autónoma, tanto museos públicos como privados, de la Administración Autonómica, de los ayuntamientos, de las comarcas, de las fundaciones, de los obispados y de otras entidades privadas. Todos ellos, contienen y transmiten la memoria del pasado, y también del presente de Aragón. “EL APÓSTOL SANTIAGO Y SUS DISCÍPULOS ADORANDO A LA VIRGEN DEL PILAR” La obra, un óleo sobre lienzo de 107 x 80 centímetros en perfecto estado de conservación, es un buen ejemplo de la pintura religiosa ejecutada por Goya hacia 1775 y se integra perfectamente en la exposición permanente que el Museo de Zaragoza dedica al pintor aragonés. De extraordinaria factura y gran formato, pertenece al inicio de una etapa significativa del autor, que transcurre entre Madrid y Aragón (1775-1808) y de la que el Museo dispone de otras dos obras relevantes: el retrato de Luis María de Borbón y Vallabriga (1783) y un motivo social, la Escena de Escuela (1780-1785). Este nuevo cuadro se suma de esta forma a los fondos de Goya que exhibe actualmente el Museo de Zaragoza (29 óleos, 1 dibujo, 1 escrito autógrafo y dos centenares de estampas), a través de los que se traza el recorrido vital y artístico del genio de Fuendetodos desde su etapa de Formación académica hasta el Goya pintor de retratos. Además completa la visión religiosa del Goya de esta época. ESTUDIO HISTÓRICO Y ARTÍSTICO La temática que representa esta obra es uno de los episodios más conocidos de la iconografía mariana acaecido, según la tradición, el año 40 d. C: Santiago el Mayor y sus discípulos se hallaban en la ciudad de Cesaraugusta cuando escucharon voces de ángeles que cantaban “Ave María gratia plena”, anunciando así la aparición de la Virgen sobre un pedestal de jaspe e instando con ello al apóstol a su predicación por España y a la construcción de un templo en el lugar de los hechos. La pintura desarrolla una composición que sigue un esquema triangular, presentando a Santiago con un canon de grandes dimensiones en un primer plano arrodillado ante la Virgen. Porta un báculo en su mano derecha y en su hombro izquierdo muestra las veneras o conchas de peregrino. El eje de la representación queda marcado por la Virgen del Pilar sobre pedestal, rodeada de una gran aureola que ilumina la escena. A ambos lados, dos grupos con cinco apóstoles a los que habría que sumar un desconocido personaje situado a la izquierda, de menor edad que el resto y ataviado con indumentaria propia del siglo XVIII y que podría pertenecer a un autorretrato del propio pintor. El colorido a base de tonalidades más vivas y luminosas recuerda a la gama cromática utilizada por Goya para uno de los altares de la iglesia de San Francisco El Grande: La predicación de San Bernardino de Siena (1781-1783). También se aprecia relación entre los dos ancianos barbados con túnica blanca y los apóstoles representados por Goya en la cúpula de Regina Martirium en la Basílica del Pilar de Zaragoza, realizados unos años después, en 1780-81. La obra no se encuentra firmada y no existen datos documentales que precisen la fecha exacta de ejecución. Sin embargo por las características técnicas y estilísticas, muy posiblemente estaría relacionada con uno de sus viajes a Zaragoza, para la realización de los frescos de las bóvedas de la Basílica del Pilar de Zaragoza. Concretamente Goya pintó la Adoración del nombre de Dios por los ángeles o La Gloria, bóveda del Coreto de la basílica del Pilar de Zaragoza, en 1772 y el fresco Regina Martirum entre los años 1780-81. Esta pintura, a caballo entre ambas, estaría realizada como encargo para alguna capilla u oratorio, vinculado a la ciudad de Zaragoza. La técnica más depurada de su composición, el cromatismo y la solución para los personajes, nos acercan a las producciones de sus cartones para la Real Fábrica de tapices, que comenzó a ejecutar hacia 1775. El tratamiento de las expresiones que dota a los personajes de temor y aturdimiento por la escena vivida, nos apuntan a un Goya más maduro. En julio de 2012 el taller de Restauración del Museo del Prado realizó sobre el cuadro un proceso de limpieza, eliminación de repintes y aplicación de una fina capa de barniz. Actualmente se encuentra en buen estado de conservación.
Luisa Fernanda Rudi explica el compromiso del Gobierno de Aragón con el patrimonio cultural
Luisa Fernanda Rudi señala que los museos son depositarios de nuestra memoria
La Presidenta detaca el ejemplo de generosidad que supone este depósito
Fernando Espinosa de los Monteros Rosillo Señala la satisfacción por ver expuesta la obra en el Museo de Zaragoza