El Gobierno de Aragón ha invertido en Montañana 5,3 millones de euros desde que inició la recuperación del enclave medieval en la Ribagorza
Todos los trabajos que se han llevado a cabo en este núcleo están amparados en un Plan General y en otro Especial, en los que se marcaron las pautas de intervención para que Montañana vuelva a ser un enclave medieval en la comarca de la Ribagorza.
Hasta el momento, las rehabilitaciones más importantes se han centrado en la Torre de la Cárcel y las murallas (292.083 euros); la rehabilitación de caminos, muros y la abadía (222.002 euros): la rehabilitación de entorno del Ayuntamiento el puente (418.162 euros); y la restauración de la ermita de San Juan (273.235 euros).
En la recuperación de una serie de casas propias de la arquitectura tradicional de la zona o edificios secundarios para distintas faenas y en la recuperación del camino que lleva a la Iglesia de San Juan se han invertido un millón de euros, además de otras mejoras en el entorno, sobre todo en el afianzamiento de muros.
Iglesia Nuestra Señora de Baldós
Sin embargo, la inversión ¿estrella¿ ha sido la recuperación de la Iglesia románica de Nuestra Señora de Baldós, con una inversión de 1.600.000 euros. Se trata de una inmueble de finales del siglo XII e inicios del XIII, dedicada a San Martín y San Ponce.
Nuestra Señora de Baldós es una iglesia de planta de cruz latina de una sola nave, con nave de crucero de gran desarrollo, crucero cubierto con cimborrio y ábside semicircular orientado al este. La puerta de acceso se abre en la fachada sur a los pies de la nave y la torre campanario se asienta sobre el brazo sur de la nave de crucero.
La mayor parte de los paramentos y bóvedas apuntadas del interior estaban encalados excepto la cabecera, que presenta parte del hemiciclo y del cascarón del ábside enyesado y policromado ya en el siglo XVIII mientras que el resto deja ver la piedra desnuda, ahí donde se ubicaba el retablo de madera hoy desaparecido.
Dentro del conjunto pictórico encontrado en la iglesia destaca el arcosolio situado bajo el coro y la pequeña capilla de la nave de crucero, lado del Evangelio, que presentaban decoración pictórica de cortinajes enmarcando pinturas que reproducían pequeños retablitos y que cubrían una policromía, posiblemente contemporánea a la construcción de la iglesia, que salió a la luz en esta restauración.
A los pies de la nave, el coro alto se asienta sobre un artesonado de madera de tradición mudéjar cuya decoración se reduce a sencillos trazos de tipo geométrico en negro y rojo realizados directamente sobre las piezas que forman los artesones.
La recuperación de estas pinturas costó 140.000 euros.