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Sábado, 23 de noviembre de 2024

DISCURSO EN LA CLAUSURA DE LA JORNADA "ALTERNATIVAS DE FINANCION Y GESTION DE PROYECTOS ESTRATÉGICOS"

Participantes y ponentes en este foro sobre "Alternativas de Financiación y Gestión de Proyectos Estratégicos".

Señoras y Señores.

Mi agradecimiento en primer término a Ebrópolis por la invitación al Gobierno de Aragón para estar presente en esta convocatoria y darme la oportunidad de dirigirme brevemente a todos ustedes. También quiero agradecer la presencia en esta sala de los expertos que se han desplazado a Zaragoza para participar en esta Jornada y que han tenido la generosidad de compartir sus conocimientos y experiencias.

Algunos países europeos comunitarios, entre los que hay que contabilizar a España, se encuentran en una encrucijada.

Por un lado, los Estados deben mantener su rigor presupuestario y seguir manteniendo las consideraciones económicas de Bruselas, unas directrices reñidas con los déficits y el endeudamiento.

Por otro, es evidente la necesidad de una inversión sustancial en las redes de transporte público, sobre todo en los países del Sur que ahora recibimos Fondos de Cohesión. El nivel de infraestructuras español es muy inferior al de la media europea. Pero, además, los estudios relacionados con los tráficos ponen de manifiesto que las carreteras europeas aumentarán su tráfico un 85% entre 1990 y el año 2020. Está también cuantificado que los aeropuertos europeos han duplicado sus tráficos en una década, la que va de 1984 a 1994, un incremento de actividad que sigue una línea ascendente imparable. Si no invertimos, es evidente que la brecha se hará más perceptible.

Nos ha tocado vivir, por lo tanto, una década, en la que se han dado cita las apreturas presupuestarias junto a la multiplicación de tráficos y frecuencias con una progresión hasta ahora desconocida y sin cariz de que se atenúe, más bien todo lo contrario. Es decir, que las infraestructuras, de cualquier tipo, corren el riesgo cierto de quedar muy por debajo del tamaño y calidad adecuado. Habrá, por lo tanto que seguir invirtiendo.

Históricamente, España ha seguido un modelo de financiación y gestión de las infraestructuras a través de las asignaciones presupuestarias y, a partir del Plan Nacional de Autopistas, de sistemas concesionales de explotación con garantías estatales.

Las apreturas presupuestarias de las Administraciones han hecho aflorar nuevas fórmulas de hacer a la hora de la financiación de proyectos de infraestructuras, opciones que han llegado en algunos casos, como ocurre en Estados Unidos, incluso a la propiedad privada, un paso mucho más allá de la concesión. Creo que no hace falta ir, ni mucho menos, tan lejos.

La tesis tradicional parte de dos premisas: que las infraestructuras son una factor necesario para el desarrollo y que son responsabilidad principal del sector público. En esta línea, creo que el criterio principal ha de ser el de facilitar la movilidad y fluidez del transporte de mercancías y personas y el acceso lo más universal posible.

Es evidente de que el desarrollo de las actuaciones previstas en infraestructuras de transporte requerirá, si no queremos reducir el ritmo inversor, la búsqueda de nuevas fórmulas y fuentes de financiación que complementen las dotaciones presupuestarias, evitando el retraso de actuaciones prioritarias.

El propio Gobierno de Aragón ofreció al Gobierno central, hace sólo unas semanas, una oferta de adelantar 95.000 millones de pesetas para ejecutar las infraestructuras estratégicas de la Comunidad Autónoma.

En un estado de las Autonomías puede ocurrir, y de hecho ocurre, que la percepción y la posterior planificación de las infraestructuras no sea coincidente entre administraciones. Es posible y ocurre que el calificativo de prioritario o estratégico no tengan la misma intensidad para una administración autonómica que para la central.

El Gobierno de Aragón está empeñado en terminar cuanto antes el diseño de los accesos a Zaragoza para poner en valor el activo estratégico de la ciudad. Nos interesa culminar con la máxima celeridad los cinturones de ronda y el desdoblamiento de algunas carreteras de acceso, sobre todo la N-232 en dirección al Bajo Aragón y las comunidades del Norte a través, ahora, de la Autovía de Logroño. Este interés, como he mencionado antes, se pone de manifiesto con la voluntad, incluso, de aportar fondos.

Difícilmente puede crecer una Comunidad Autónoma si su ciudad más importante no se muestra diáfana y exenta de dificultades una vez culminado su esquema de comunicaciones. Si no aprovechamos esta oportunidad que nos brinda nuestra situación en los mapas, otros la aprovecharán.

Hace hoy justo una semana, el Gobierno de Aragón presentó el proyecto de la Plataforma Logística, un compendio de actuaciones para la creación de una gran infraestructura destinada al transporte de segunda generación. Se trata de un proyecto abierto y dispuesto desde el principio a la iniciativa pública y privada y necesitada por lo tanto de la colaboración financiera de

entidades bancarias y de ahorro.

Quiero aprovechar la oportunidad que Ebrópolis me brinda hoy para trasladarles la fundamental importancia de este Proyecto,

les invito a conocerlo en profundidad y me ofrezco personalmente a ello en el convencimiento de que sin la participación de entidades como las que algunos de ustedes representan es muy complicado impulsar el proyecto en los plazos que nos hemos marcado.

El cierre del anillo de circunvalación de los accesos a Zaragoza y su fluidez en los tráficos de entrada y salida, junto al avance en el desarrollo de la Plataforma Logística, hará de la Comunidad Autónoma de Aragón un lugar central y no periférico, una plaza estratégica y tenida en cuenta por operadores y empresas porque tendremos cubierto el abanico de las opciones de transporte.

En mi opinión, son perfectamente compatibles las distintas fórmulas de financiación entre las administraciones y las organizaciones privadas, siempre y cuando atiendan a las demandas de los usuarios de forma directa y principal. Este ha de ser el primer objetivo de toda obra pública.

Los proyectos estratégicos, por su prioridad, creo que merecen una atención primera a través de los presupuestos de las distintas administraciones. Bienvenidas sean las nuevas fórmulas y la participación privada siempre y cuando el criterio esencial sea el de favorecer al mayor número de usuarios.

Insisto en mi agradecimiento a todos los expertos que se han desplazado a Zaragoza para participar en esta Jornada, muy oportuna, por otra parte, en un momento de debate sobre las grandes infraestructuras.

Por mi parte declaro clausurado este Foro sobre "Alternativas de Financiación y Gestión de Proyectos Estratégicos".

Muchas gracias a todos por su participación y atención.