Justicia
“Hemos de avanzar en la ampliación de funciones de la Policía Adscrita”, dice Guillén en la toma de posesión del nuevo Comisario
El consejero de Presidencia recuerda el esfuerzo que realiza el Gobierno de Aragón en la mejora de medios materiales y pide otro tanto al Gobierno central para cubrir las vacantes de personal necesario para afrontar nuevos cometidos.
Antonio Rúa asume la jefatura de la Unidad con orgullo e ilusión y los objetivos de hacerla más operativa, completar el desarrollo de sus competencias y ganar visibilidad en cercanía a los ciudadanos.
El consejero de Presidencia, Vicente Guillén, ha presidido en hoy en la Sala Hermanos Bayeu del Edificio Pignatelli la toma de posesión de Antonio Rúa como nuevo Comisario Jefe de la Unidad de Policía Adscrita a la Comunidad Autónoma. Rúa toma el relevo de Antonio Placer, a quien se ha entregado un diploma orlado con los colores de Aragón en reconocimiento a la "excelencia, rigor y dedicación" en este cometido desde 2016 hasta su reciente jubilación.
Guillén pide al Comisario lealtad eficacia y eficiencia. Funciones muy importantes para aragoneses.
Guillén, que ha abierto y ha clausurado el acto, ha incidido durante su exposición en los retos que se plantean en esta nueva etapa, especialmente en la necesidad de mejorar y ampliar las funciones de la Policía Adscrita tras once años de funcionamiento de la Unidad en Aragón. El acto ha contado con la asistencia del delegado del Gobierno de España en Aragón, Gustavo Alcalde, la secretaria segunda de las Cortes de Aragón, Yolanda Vallés, o el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA), Manuel Bellido, entre otras autoridades.
La Unidad de Policía Adscrita, que hace un año celebró su décimo aniversario, nació “fruto del acuerdo entre dos pilares del Estado”, el Gobierno de la Nación y la Comunidad Autónoma, coincidiendo prácticamente con la última reforma del Estatuto de Autonomía de Aragón, ha recordado el consejero. Y ha invocado ese espíritu de acuerdo para afrontar los retos que plantea para esta nueva etapa el desarrollo del conjunto de la sociedad aragonesa.
“La estrecha vinculación y la prudente adecuación al ámbito competencial y las disponibilidades presupuestarias de nuestra Comunidad han sido una seña de identidad de esta Unidad desde su creación. No obstante, hemos de afianzar la progresiva ampliación de funciones de la Policía Adscrita”, ha subrayado Guillén.
La Unidad de Policía Adscrita está integrada actualmente por 135 agentes; 95 en Zaragoza incluidos 3 en segunda actividad, 21 en Huesca y 19 en Teruel, y desde sus orígenes se encarga de la seguridad estática de las sedes de las principales instituciones de la Comunidad y la seguridad dinámica del presidente y otros miembros del Gobierno de Aragón, la presidenta de las Cortes, el Justicia y otras autoridades.
Posteriormente asumió progresivamente el control de juego y espectáculos públicos, la protección de menores o la coordinación de los servicios de seguridad privada contratados por el Gobierno de Aragón, entre otras funciones establecidas en el Estatuto de Autonomía todavía por desarrollar.
El consejero ha confiado igualmente en que a partir del próximo año pueda comenzar con las ofertas de empleo público la reconversión en activas del medio centenar de plazas de segunda actividad que se suprimieron al desaparecer esta figura administrativa especial con la Ley de Personal del Cuerpo Nacional de Policía de 2015.
“Como ves, comisario, tienes grandes retos por delante”, ha señalado el consejero a Antonio Rúa, a quien ha ofrecido todo el apoyo del Gobierno y particularmente del Departamento de Presidencia para mejorar un servicio que en definitiva también repercute en la calidad de vida de los aragoneses.
Responsabilidad y objetivos
Por su parte, el nuevo comisario ha manifestado que asume la jefatura de esta Unidad “con mucha satisfacción, orgullo e ilusión”, pero muy consciente del gran reto y la gran responsabilidad que entraña. Y ha destacado como el primero de sus objetivos “conseguir que cada día la Unidad sea más operativa y completar el desarrollo de las competencias y cometidos que se vienen realizando e implementar aquellas que figuran en el Estatuto de Autonomía y que todavía no se han desarrollado”. Lo cual –ha añadido- requerirá “cuando las circunstancias lo permitan aumentar la dotación de personal”.
Rúa también se ha propuesto “dar una mayor visibilidad” a la Unidad con una imagen de cercanía al servicio para todos los ciudadanos, manteniendo la colaboración con la Guardia Civil, las policías locales de Aragón y la Jefatura Superior de Policía y una buena relación con las organizaciones sindicales.
Amplio currículum
Antonio Rúa Carballo (Freixo –Orense-, 1957) cuenta con un amplio currículum profesional en la Policía Nacional, donde ha pasado por todos los servicios. Su primer destino en la Jefatura Superior de Navarra entre 1979 y 1985 fue la Brigada de Policía Judicial en Estupefacientes, cometido que mantuvo al incorporarse a la Jefatura Superior de Policía de Aragón en 1986, en la Brigada Provincial de Zaragoza.
Arraigado desde entonces en Aragón, donde formó su familia, ocupó también diversas responsabilidades en Comisaría de Distrito, así como en la gestión policial, con cuatro años como secretario general de la Jefatura Superior de Policía de Aragón hasta enero de 2012. Tras ascender a comisario en 2015, ha permanecido hasta la fecha como jefe de la Brigada de Información. En los últimos 10 años he sido el responsable operativo de la lucha antiterrorista tanto contra ETA y GRAPO como contra las organizaciones de origen yihadista.
Además, en el año 2008 fue nombrado como responsable del programa de acreditaciones de la Exposición Internacional de Zaragoza y durante su desarrollo desempeñó el puesto de adjunto al Jefe del Centro de Coordinación Operativa, con quien compartió la responsabilidad de todo lo relativo a la seguridad de la Expo y de las delegaciones de todos los países participantes.
Ha realizado más de 25 cursos de actualización en materia procesal-penal, gestión, estupefacientes o terrorismo tanto autóctono como yihadista y está en posesión de numerosas distinciones públicas, entre otras la Cruz al Mérito Policial con distintivo rojo, uno de los principales reconocimientos del cuerpo para el personal en activo.