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Viernes, 22 de noviembre de 2024

Discursos

40 años de la Diputación General de Aragón. Discurso del presidente Javier Lambán

Discurso del Presidente de Aragón, Javier Lambán

“Si en el quinquenio 1931-1936 España intentó una profunda reforma democrática que a la postre resultó fallida, lo cierto es que en el quinquenio 1977- 1982 volvió a intentar una reforma democrática de no menor calado que ha resultado un rotundo éxito visto 40 años después.

Hablo de un quinquenio que empezó con la legalización de los partidos y de los sindicatos en el año 77 con las elecciones de junio del 77 en el caso de Aragón con la constitución de la Diputación general de Aragón con una expléndida manifestación seguramente la más multitudinaria de nuestra historia reciente el 23 de abril del año 78 exigiendo, reclamando autonomía plena para nuestra comunidad.

Con la aprobación de la Constitución en el mes de diciembre de aquél año, con las elecciones municipales y autonómicas primeras después de las del año 31 en abril del año 79 y, para el caso de Aragón, con la aprobación del estatuto de autonomía en agosto de 1982.

Ha sido sin ninguna duda la etapa de mayor éxito desde el punto de vista de la historia de nuestro país al menos desde de la Guerra de la Independencia, desde la guerra de los franceses. En todos los sitios, en todos los lugares, en todas las regiones del país se reclamó autonomía, el eslogan “libertad, amnistía y estatuto de autonomía” recorrió las calles españolas en aquel momento denotando el ansia de democracia y autonomía que existía en nuestro país …, pero si había una comunidad autónoma donde esa reivindicación de la autonomía tenía más sentido era la justamente la nuestra, nuestra comunidad autónoma.

Desde el año 1707 cuando Felipe V suprime el autogobierno con el decreto de Nueva planta nunca dejó de existir en nuestra tierra una corriente de reclamación autonómica una corriente de lamento por haber perdido el autogobierno a principios del XVIII y en el fondo una reivindicación latente de la recuperación del mismo ya a principios del siglo XVIII en su exilio de Viena una noble aragonés Juan Amor de Soria reclamaba un sistema de monarquía federal que mutatis mutandis venía a ser un preámbulo, un anticipo, de lo que luego sería la España de las autonomías actual, hay un pacto de Tortosa a finales del siglo XIX donde Aragón con los antiguos reinos de la corona vuelve a hacer una reclamación   similar en mayo de 1936 se aprueba un proyecto de estatuto de autonomía de Aragón que sólo el golpe militar del 18 de julio impidió que fuera aprobado por las cortes generales de la Segunda República y por fin en el año 1977 junto con todo el bloque de reformas que se plantean en el inicio de la llamada Transición se plantea la autonomía aragonesa.

Y hay un momento, me parece que absolutamente central, absolutamente luminoso producto de la imaginación, de la generosidad y de la talla política de un grupo de hombres y mujeres, todos los cuales merecerían nuestro reconocimiento, hay un momento especialmente estelar que es el de la Constitución de la Diputación general de Aragón el día 9 de abril de 1978 en la Iglesia de San Pedro de los Francos en  Calatayud con la presencia de estos hombres insignes aragoneses y que en nombre de todos merecen nuestro más cálido y nuestro más sentido homenaje.

A Aragón la autonomía le ha sentado bien magníficamente bien la recuperación del autogobierno ha sido para Aragón una especie de segunda oportunidad que nos ha concedido la historia y que creo que entre todos desde la primera generación de gobernantes aragoneses hasta los actuales hemos sabido aprovechar.

Es verdad que una serie de cambios en los paradigmas económicos nos ha permitido reforzar el aprovechamiento de esa oportunidad Aragón durante siglos estuvo alejado de los circuitos de la modernidad económica Aragón entró en un periodo de franca regresión demográfica de franca regresión económica pero las últimas décadas han situado como elementos fundamentales para que un territorio pueda prosperar otros de los que habían sido los tradicionales. Nuestra magnífica ubicación estratégica que nos ha permitido explotarla para convertirnos en referencia de la logística no sólo española sino de todo el sur de Europa y un foco de atracción de inversiones.

Un cierzo que venía a ser una calamidad se ha convertido en fuente de generación de riqueza y puede situarnos dentro de pocos años a la cabeza de producción de renovables en España. Una alimentación de calidad que nos permite alimentar a millones de personas y que ya estamos sabiendo dirigir a los principales centros de consumo del mundo. Un patrimonio natural y medioambiental que nos permite suplir con mucho el encanto de las playas y convertirnos en foco importante de atracción de turismo. Y sobre todo un talento, el talento de los aragoneses y de las aragonesas que nos permite competir de manera muy suficiente en un mundo en el que el principal factor del conocimiento va camino de ser el conocimiento.

Eso es indudable que ha contribuido a que Aragón en este momento arroje cifras de crecimiento económico de empleo, de exportaciones y demás indicadores económicos francamente esperanzadores.

Yo estoy convencido querido presidente Bolea, queridos consejeros que sin el Autogobierno sin el Estatuto de Autonomía sin la Diputación General de Aragón sin las Cortes de Aragón todo esto hubiera sido sencillamente imposible. Acercas los servicios a los aragoneses para prestarlos de mayor calidad y acomodados a las necesidades de los mismos, tener instrumentos para defender nuestros derechos y para reclamarlos tener instrumentos para encauzar el crecimiento económico y sobretodo tener instrumentos para que el desarrollo en España se produjera de manera descentralizada ha sido absolutamente determinante desde el inicio del reinado de los Borbones hasta hace pocas décadas todas las políticas  del Gobierno de Madrid se centraron en desarrollar Madrid y en desarrollar, por mucho que se quejen, Cataluña y el País Vasco.

La autonomía ha sido la oportunidad de que regiones postergadas durante siglos como es el caso de Aragón hayan podido empezar a emerger y hayan podido empezar a desarrollar plenamente sus potencialidades, motivo por tanto de agradecimiento añadido de reconocimiento de estos hombres que tienen ya una página de oro en la historia de Aragón.

Por lo demás queridas amigas, queridos amigos… Fuimos primero aragoneses y por ser aragoneses fuimos después españoles, fuimos uno de los elementos de este país que se pueda   la responsabilidad y el orgullo de ser fundadores de este gran país que es España. Durante siglos asistimos de una manera pasiva y resignada a lo que ocurría en España sin ninguna capacidad de intervenir en el devenir del país y con mucha frecuencia soportando los peores avatares de la decadencia a la que estaba sometida el país.

Pues bien, la autonomía, el Estatuto, el autogobierno, el gobierno aquél del año 1978 nos permite en este momento la oportunidad cuando España atraviesa una grave crisis nacional de estar en el país pero no como simples sufridores resignados a lo que ocurre sino como actores políticos de primera magnitud que si nos lo proponemos podemos ser determinantes en el presente y en el futuro de España   todo esto gracias al presidente Bolea, gracias a estos hombres que empezaron un andadura que nosotros nos proponemos seguir resignándonos, lo digo en el mejor sentido de la palabra, a seguir su estela y a estar a la altura de los merecimientos que ellos acumularon con su magnífica trayectoria. Muchas gracias.