Territorio y comarcas
El Balneario de Ariño ampliará su oferta la próxima temporada con seis bungalows y aspira a su ampliación
El consejero Guillén viajó a la comarca para conocer sobre el terreno unas obras que se financian en esta infraestructura termal con cargo al FITE
El tiempo ha dado la razón a Pascual Madoz, el político progresista del siglo XIX, autor del “Diccionario geográfico estadístico de España y sus posesiones en Ultramar”, trabajo en el que se refiere a lo largo de tres artículos a los Baños de Ariño.
La descripción de este paraje hecha por Madoz supone la mejor información sobre la situación de los Baños a mediados del siglo XIX y, en definitiva, el que fuera ministro de Hacienda les otorgaba una gran importancia a pesar de no estar reconocidos por el Gobierno de aquella época.
Hoy, el Balneario de Ariño, puesto en marcha hace tres años con fondos del Plan de la Minería y del Fondo de Inversiones de Teruel (FITE), ha cumplido las expectativas más optimistas. En 2016 cubrió a lo largo de los 10 meses de temporada 1.600 plazas, que supusieron 17.000 pernoctaciones. Esta campaña espera cerrar con 1.728 plazas cubiertas, o lo que es lo mismo, 23.900 pernoctaciones.
En conjunto, esta campaña el nivel de ocupación ha sido del 85%, un porcentaje que según el plan de negocio correspondería al octavo ejercicio de explotación.
No es de extrañar que tanto el consejero de Presidencia del Gobierno de Aragón, Vicente Guillén, como el alcalde de Ariño, Joaquín Noé, y el director gerente del Balneario, Pedro Villanueva, estén convencidos de que es posible una ampliación.
De hecho, el Balneario está, poco a poco, en ello. Una partida de 326.000 euros procedente del FITE está sirviendo para ejecutar una nueva zona de alojamiento singular, seis bungalows levantados a base de fibrocemento y madera en su exterior que tratan de imitar a las masías o masicos de Teruel de los que saldrán habitaciones dobles y sencillas.
“Se trata –dice Pedro Villanueva- de una oferta más que se integra en un conjunto termal que tiene mucho que ver con la tranquilidad, con la discreción, con la posibilidad de sentir otras cosas y buscar nuevas experiencia en un entorno cercano y natural”. La habilitación de un huerto ecológico para disfrute de los clientes o la ampliación del aparcamiento de vehículos son otras de las aportaciones este año.
Sobre la base de la Unidad de Medicina Termal y todo lo relacionado con la salud de la piel que la Dirección quiere también ampliar a través de un servicio relacionado con la forma de andar y los dolores de espalda (Clínica de la Marcha), la vista está puesta en doblar la actual capacidad y pasar de las 100 actuales a 200. Los cálculos indican que a los 55 trabajadores actuales habría que añadir otros 24 para atender la futura ampliación. Serían necesarios 3 millones de euros.
La localidad de Ariño cuenta en estos momentos con 750 habitantes, de los cuales en torno a 200 están jubilados o prejubilados. El más que incierto futuro de la Central Térmica de Andorra hace que haya que buscar alternativas responsables y sostenibles para dotar de vida, empleo y actividad a esta comarca.
Joaquín Noé ha trabajado duro durante años para poner en funcionamiento este Balneario, que a fecha de hoy ha generado más de 50 empleos para explotar un caudal de 700 litros de agua por segundo que manan de un manantial en la cuenca del río Martín, aguas que ven la luz siempre a una temperatura constante. Ahora, el alcalde está “convencido de que la ampliación es posible”.
Lo mismo piensa el consejero de Presidencia, Vicente Guillén, para quien “este tipo de proyectos, bien calculados, bien pensados, con una empresa del sector que sabe muy bien lo que se lleva entre manos y que explota las instalaciones con seriedad hacen posible pensar en que ampliar y crear más puestos de trabajo es factible”.