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Viernes, 22 de noviembre de 2024

Europa

Continúa la recuperación de la economía aragonesa

La economía aragonesa continúa su recuperación con un crecimiento del 2% en el cuarto trimestre de 2002, tres décimas superior al del tercer trimestre y una décima por encima de la tasa media española.

Según las estimaciones realizadas por el Departamento de Economía, Hacienda y Empleo del Gobierno de Aragón, a partir de los datos de la Contabilidad Nacional Trimestral publicados por el INE, el Producto Interior Bruto creció un 2% en el cuarto trimestre de 2002 con relación al mismo trimestre de 2001. Esto supone una mejora de tres décimas respecto al trimestre anterior y parece confirmar que la desaceleración económica tocó fondo en la primera mitad del año 2002, tras lo cual se inició una gradual recuperación.

Si bien la tendencia en la actividad es positiva, el bajo crecimiento experimentado en los dos primeros trimestres de 2002 resulta en un crecimiento medio anual del 1,6%, cuatro décimas inferior al experimentado en el año 2001 y por debajo en cuantía similar del crecimiento medio en España. Cabe, no obstante, resaltar que tanto en Aragón como en el conjunto del Estado el crecimiento ha sido relativamente dinámico si se compara con el modesto registro del 0,8% experimentado en promedio en la zona euro durante 2002.

Desde la perspectiva de la oferta, todos los sectores menos el Agrario crecieron en 2002 y tanto la Industria como la Construcción presentan un perfil de aceleración en su actividad a lo largo del año. El sector Industrial pasó de un crecimiento anual prácticamente nulo (0,1%) en el segundo trimestre a una tasa de crecimiento del 1,8% en el cuarto trimestre. En el caso de la Construcción, la actividad se fue fortaleciendo a lo largo del año y pasó de una tasa anual del 1,4% en el primer trimestre a un 5,6% en el cuarto.

También se produjo una mejora a lo largo del año en el comportamiento de la economía aragonesa con relación al promedio nacional. Así, el sector Industrial pasó de registrar una tasa de crecimiento interanual inferior en cuatro décimas al promedio nacional a principios del año, a una tasa superior en dos décimas en el último trimestre. De forma similar, el sector de la Construcción experimentó a lo largo del año una convergencia hacia el ritmo de crecimiento promedio español partiendo de una tasa inferior en tres puntos porcentuales durante el primer trimestre.

Por otra parte, el sector Servicios presentó un perfil relativamente estable durante todo el año 2002, creciendo en general a un ritmo similar al promedio español (si bien por debajo del registrado en años anteriores) y a tasas dinámicas dado el clima general de desaceleración económica.

La producción agraria, por el contrario, se estima que cayó en términos reales en torno a un 2,5% debido principalmente a los malos resultados del sector agrícola. Esta caída detrajo dos décimas del crecimiento tanto trimestral como anual del PIB total. Así, excluyendo el sector agrario, el PIB no agrario creció un 2,2% en el cuarto trimestre y un 1,8% en media anual.

Desde la perspectiva de la demanda, el componente fuerte es la inversión en construcción que creció un 6,7% en el último trimestre de 2002 y un 3% en promedio durante el año. Es de destacar el perfil de aceleración registrado durante 2002, ya que inició el año con un crecimiento prácticamente nulo (0,1%). La inversión en equipo, por el contrario, aunque fue frenando su caída a lo largo del año, se redujo en promedio anual un 2.4%.

El consumo privado tuvo un comportamiento estable y moderado a lo largo del año, reflejando un proceso de ajuste en el alto grado de endeudamiento de las familias así como la erosión que la inflación inflige en su renta real. El crecimiento del último trimestre y el promedio anual fueron ambos de 1,3%.

Los indicadores parciales disponibles de los otros dos componentes del PIB por el lado de la demanda, el consumo público y el sector exterior, indican que éstos han tenido una contribución positiva al crecimiento de la actividad tanto en el último trimestre como en el promedio anual, aunque de momento no se dispone de estimaciones precisas.

En resumen, la economía aragonesa presenta en 2002 un perfil alentador de recuperación gradual de la actividad, pero la fuerte desaceleración sufrida en la primera mitad del año resulta en una reducción de cuatro décimas en el crecimiento medio anual respecto a 2001. También son buenas noticias el freno en la caída de la inversión en equipo y la resistencia del consumo dentro de un entorno global de desaceleración.

El consejero de Economía, Hacienda y Empleo del Gobierno de Aragón, Eduardo Bandrés, ha señalado que "para que esta recuperación iniciada se consolide será necesaria una mayor firmeza de la inversión en bienes de equipo basada en una continuación del crecimiento de las exportaciones. A su vez, para que esto ocurra se tienen que disipar las incertidumbres en los mercados internacionales y es necesario que se estabilicen los precios del petróleo, de manera que haya una recuperación efectiva en Europa y los Estados Unidos".

En opinión del consejero, "a fecha de hoy, la principal amenaza que se cierne sobre los mercados internacionales es la guerra de Irak. Más allá de sus efectos futuros, aún imprevisibles, el ambiente pre-bélico de los meses anteriores ya se ha dejado notar en la actividad económica, que ha visto retrasada la fase de recuperación por las incertidumbres de la economía mundial. La economía aragonesa, y la española estarían ahora en mejor situación si el clima político internacional fuese diferente, puesto que tanto la confianza de los consumidores, como las expectativas de inversión y la creación de empleo de las empresas, se han visto negativamente afectados por la guerra de Irak".