Interior
Dos especialistas Instituto de Medicina Legal de Aragón colaborarán con Francia en una investigación criminal
El forense Salvador Baena y la psicóloga Cristina Andreu irán a Burdeos el 3 y el 4 de mayo junto a un inspector de Policía para asesorar a la Gendarmería y podrían emplear el estudio de potenciales evocados cognitivos mediante electroencefalografía.
Dos especialistas del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Aragón (IMLA), dependiente de la Dirección General de Justicia e Interior del Departamento de Presidencia, se desplazarán los próximos días 3 y 4 de mayo junto a un inspector de la Policía Nacional a la ciudad francesa de Burdeos atendiendo una solicitud de la Gendarmería del país vecino para colaborar en una investigación criminal.
El médico forense Salvador Baena y la psicóloga Cristina Andreu realizarán un asesoramiento técnico pericial y científico en una investigacion criminal en el pais vecino y podrían emplear el estudio de los potenciales evocados cognitivos mediante electroencefalografía.
Esta prueba ya se aplicó por profesionales del IMLA en años anteriores en casos como la búsqueda de un cadáver en la localidad de Ricla y la búqueda del cadáver de Publio Cordon en Mont Ventoux.
Esta prueba pionera en Aragon trata de analizar los estimulos obtenidos de la investigacion criminal para encontrar respuestas electricas cerebrales en los sospechos, bajo la premisa de que éste no se comporta igual ante información que le es desconocida que ante aquella que reconoce. Puede ser empleada para múltiples valoraciones forenses, no sólo en estos casos.
Se trata de una técnica de exploración de la actividad cerebral del individuo mediante el estudio de la actividad electroencefálica y concretamente de los llamados potenciales evocados cognitivos, que se producen como reacción a la actividad cognitiva del sujeto. Entre los que reúnen mayor interés se encuentra el llamado P300, potencial evocado que surge a partir de los 300 milisegundos de la presentación estímulo.
Entre las aplicaciones de esta prueba neurofisiológica se encuentra la exploración de datos almacenados en la memoria del sujeto en relación a una actividad criminal concreta. La prueba se basa en medidas directas del procesamiento cognitivo y no en medidas de reacciones emocionales, lo que aumenta su objetividad.
La sección de Recherches de Burdeos (unidad de policía judicial de la Gendarmería francesa) invitó al doctor Baena y a la doctora Andreu, junto a un inspector jefe del Cuerpo Nacional de Policía, a una reunión de trabajo relativa a los potenciales cognifivos mediante electroencefalografía.
“En esa reunión les agradeceríamos si ustedes pudieran presentar casos concretos en los que estas técnicas se usaron en España, con fines de investigación criminal”, dice en la invitación el comandante de la sección de investigaciones de Burdeos. “También se aprovecharía la ocasión –añade- para intercambiar con ustedes acerca de un caso de homicidio que se está llevando en Francia, con el fin de evaluar la posibilidad de solicitar semejantes pericias”.
La directora general de Justicia e Interior, María Ángeles Júlvez, informó favorablemente la comisión de servicios solicitada por los especialisas del IMLA para su desplazamiento a Burdeos para esta colaboración internacional con la Gendarmería francesa en virtud de tratarse de profesionales que prestan sus servicios en la institución dependiente del Departamento de Presidencia y que han llevado a cabo en ella sus investigaciones técnico-científicas.