Interior
“Nos han enseñado formas de actuar y medidas preventivas para evitar una agresión”
Las 41 participantes en el taller de defensa personal femenina que impartió la Unidad de Policía Adscrita en Ejea de los Caballeros los días 10 y 12 de diciembre muestran un alto grado de satisfacción y desearían repetir la experiencia.
La iniciativa se ha repetido esta semana con otros dos cursos en Huesca y uno en Teruel, a los que han asistido en total 54 de mujeres de diversas edades.
“Seguiré entrenando alguna llave para estar preparada”. “La prevención es el arma más eficaz contra los intentos de agresión”. “Deseando hacer otro”. Éstas son algunas de las valoraciones que han mostrado en una encuesta anónima numerosas participantes en el taller de defensa personal femenina la Unidad de Policía Adscrita a la Comunidad Autónoma de Aragón (UPA) impartió los pasados días 10 y 12 de diciembre en la localidad zaragozana de Ejea de los Caballeros en colaboración con el servicio municipal de Igualdad. “Nos han enseñado formas de actuar y medidas preventivas para evitar una agresión”, resumía otra de las mujeres que asistieron a las clases.
La experiencia de Ejea, donde participaron entre los dos días 41 mujeres en total, se ha trasladado esta misma semana a las capitales de Huesca, con dos cursos los días 18 y 20 con un total de 25 participantes, y Teruel el viernes día 21 con 29 alumnas.
La iniciativa se inscribe en la voluntad de la Dirección General de Justicia e Interior del Departamento de Presidencia -de la que depende la UPA- de impulsar este tipo de acciones formativas, a las que pueden asistir gratuitamente mujeres de cualquier edad y condición.
Desde el primer momento se contaba con la idea de ir extendiendo progresivamente esta actividad a diferentes localidades de las tres provincias aragonesas. Huesca y Teruel han sido las siguientes tras el taller piloto de Ejea.
En general, a las participantes en el taller piloto de la capital de las Cinco Villas les resultó interesante y mostraron su satisfacción. “Ha sido ameno y con información útil, desde pequeñas rutinas para situaciones cotidianas a acciones sobre una defensa más activa”, explica una de las encuestadas.
“El contenido me ha parecido muy apropiado para el fin que yo perseguía, que era obtener herramientas sencillas y útiles para la defensa contra intentos de agresión. Los contenidos teóricos han sido muy interesantes y necesarios, puesto que a veces la prevención es el arma más eficaz”, apunta otra. Una idea que algunas complementan: “Si, la primera opción es huir, pero si toca pelea que se nos refuerce la capacidad para hacerlo.
La clase teórica incluye entre otros aspectos medidas básicas de autoprotección y la incorporación de pautas de seguridad. A su vez, la clase práctica consta de técnicas básicas de autodefensa para saber reaccionar ante un ataque por sorpresa, esquivando golpes y aprendiendo a conocer los puntos vulnerables del atacante.
Se combinan técnicas de diferentes artes marciales, como judo, kárate o aikido; entre otras, luxaciones para evitar agarres, estrangulaciones, proyecciones para evitar ataques sorpresivos o agresiones físicas, o la utilización de diferentes ‘medios de fortuna’ para la autoprotección, es decir, objetos de uso cotidiano que siempre se suelen llevar a mano.
“La utilización de los objetos que llevamos habitualmente a mano me parece imprescindible ya que es lo más fácil de hacer en caso de ser agredida”, comenta a este respecto una de las asistentes al taller de Ejea. Y no es la única que destaca la utilidad de “aprender técnicas de defensa para protegernos ante situaciones reales utilizando objetos cotidianos como llaves, paragüas, etc.”.
Casi todas elogian la labor del profesor, el policía nacional Albert Ortubia, miembro de la UPA y único titulado específico en Aragón en Autoprotección y Defensa Personal para la Mujer por la Universidad de Castilla La Mancha. “Inspira confianza, se pone en nuestro lugar y atiende todas nuestras preguntas de manera realista”. “Ha sido muy claro en las explicaciones y muy didáctico”. “Ha conseguido crear el clima adecuado para que la experiencia haya sido muy agradable”. “Me ha parecido un gran profesional, explicando las cosas con claridad y asegurándose de que hiciésemos bien los movimientos”.
Y el comentario que es prácticamente unánime es que el curso se les ha hecho corto. “¡Ojalá se hiciesen más y se implantaran en colegios e institutos!”. “Sin un trabajo continuo todo lo aprendido no sirve”. “Nos dejó con ganas de más; si ampliáis o hacéis algún otro, me encantaría participar”. “Contad conmigo para las siguientes experiencias”. “Propongo una mayor duración del curso, quizá mensual”. “Si hubiera continuidad no dudaría en seguir asistiendo”. “Ha sido genial… para repetir”. “Deseando hacer otro”.
La finalidad es adquirir conocimientos básicos de medidas preventivas de autoprotección que ayuden a resolver posibles situaciones de agresión evitando o minimizando los daños. Además de enseñar técnicas de autodefensa, se pretende que las alumnas ganen confianza y autonomía, aumentando así su autoestima.
Esta actividad está abierta en general a todas las mujeres sin distinción porque, como señala en la presentación de estos cursos la directora general de Justicia e Interior, María Ángeles Júlvez, la violencia que se ejerce contra las mujeres “es un fenómeno no exclusivo de un grupo o clase social, ya que afecta a un gran número de mujeres con independencia de su cultura, edad, nivel de educación, nivel económico, etnia, raza o religión”.
En Huesca, los talleres realizados esta semana se inscriben en sendos programas con otras actividades. El primero, denominado “Sin violencia sexual. Agresión, abuso, acoso”, estaba dirigido a universitarias. El segundo, destinado a mujeres más mayores, se inscribe el programa “Género y salud”. Ambos se han realizado en colaboración con la Universidad de Zaragoza y el Ayuntamiento de Huesca. A su vez, el taller de Teruel se ha desarrollado en el Centro de Ocio Joven de la plaza Domingo Gascón en colaboración con el servicio municipal de Juventud.