title.site title.site

Jueves, 21 de noviembre de 2024

Justicia

“Hemos podido potenciar el Instituto de Medicina Legal de Aragón a pesar de la crisis”

Su director, Eduardo Murcia, a punto de jubilarse, se despide del consejero de Presidencia, Vicente Guillén, a quien agradece, al igual que a la directora general de Justicia, su apoyo para los avances de personal, dotación y funcionales en estos años.

El consejero de Presidencia, Vicente Guillén, ha recibido hoy en su despacho al director del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA), Eduardo Murcia, quien ha querido despedirse ante su próxima jubilación, que se hará efectiva el 8 de julio, y agradecerle el apoyo que ha recibido de él y de la directora general de Justicia e Interior, María Ángeles Júlvez, desde que se hizo cargo de este órgano técnico al servicio de la Administración de Justicia en 2016.   “Gracias a Vicente Guillén y también a María Ángeles Júlvez hemos podido potenciar el IMLA a pesar de coincidir con una época de crisis y disponer de unos recursos limitados”, ha explicado Murcia tras el encuentro con el consejero y ha reseñado los principales avances conseguidos desde 2016 en materia de personal, en dotación material y también en el aspecto funcional, así como los principales retos de futuro.   Eduardo Murcia comenzó su carrera profesional como profesor universitario en su Valencia natal, vino a Zaragoza en 2008 y tras un paso de dos años por el Ayuntamiento de Zaragoza se incorporó al IMLA en Huesca primero como médico forense por oposición y después como subdirector provincial por concurso. En 2016 llegó a Zaragoza en comisión de servicios y después fue nombrado director del IMLA, puesto de libre designación que ha ocupado hasta ahora.   En este tiempo, dice, “se han logrado importantes mejoras en el Instituto”. En materia de personal, recuerda, se han creado dos nuevas plazas de médico forense y se ha evitado la amortización de otra plaza que estaba adscrita al Registro Civil y era para extinguir y se ha reconvertido a médico forense generalista, con lo que tenemos una plaza más de las que había por provincia.   Asimismo, señala que gracias a la colaboración de la Consejería de Sanidad y la Dirección General de Protección de Consumidores y Usuarios (adscrita al Departamento de Ciudadanía y Derechos Sociales) el IMLA tiene atribuido temporalmente a un odontólogo como especialista forense para distintos tipos de asuntos de medicina legal.      En cuanto a dotaciones materiales, Eduardo Murcia señala que se ha conseguido renovar completamente una sala de autopsias del IMLA destinada a casos de especial riesgo (por ejemplo, por trabajar con cadáveres con contaminación biológica o radiactiva).   Asimismo, en el Hospital Sagrado Corazón de Jesús de Huesca, el antiguo Provincial, se han renovado completamente las instalaciones de la sala de autopsias y se instalado dos nuevas cámaras frigoríficas propias (aparte de las compartidas con el centro sanitario) que además permiten la congelación, lo que facilita la conservación a más largo plazo si hay dificultades de identificación.   Igualmente, apunta el director del IMLA, en el laboratorio hemos conseguido un nuevo aparato de análisis de cromatografía de gases y espectrometría de masas (el anterior se había quedado anticuado), y más recientemente hemos obtenido una instalación de radiodiagnóstico odontológico, imprescindible en casos de identificación de cadáveres o para la determinación de la edad de personas vivas, especialmente con menores.   Por último, respecto a aspectos funcionales, Murcia resalta la creación de la Unidad de Valoración Forense Integral, en la que médicos, psicólogos y trabajadores sociales forenses intervienen coordinadamente en asuntos de violencia de género para hacer informes periciales integrales, necesarios para los jueces.   Respecto al futuro del IMLA, su director apunta tres retos. En primer lugar, una creciente especialización de los médicos, psicólogos y trabajares sociales del centro. En segundo lugar, la integración en el IMLA del resto de psicólogos, trabajadores sociales y educadores que prestan servicio en la Administración de Justicia en el IMLA conforme prevé la reforma de 2015 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, con la que estos centros pasaron a denominarse Institutos de Medicina Legal y Ciencias Forenses.   Y finalmente -concluye Eduardo Murcia-, acreditarse y constituirse como centro de formación de Médicos Internos Residentes (MIR) como especialistas en Medicina Legal y Forense, al igual que los hospitales hacen lo propio en otras ramas.