Intervención del Presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, en el Acto Institucional de celebración del Día de Aragón
I
Introducción
Los aragoneses celebramos en este Día de San Jorge la fiesta de la autonomía, la proclamación de nuestro primer Estatuto. El día en el que mostramos nuestro orgullo de ser parte activa de un pueblo que hace ya mil años decidió vivir y trabajar en común.Nuestro autogobierno es consecuencia de la Constitución de 1978, que ha supuesto la etapa de mayor estabilidad democrática y de mayor desarrollo social y económico de nuestra historia.
IILos premiados
Los premiados en esta jornada nos ofrecen una ocasión para analizar lo que ha supuesto este fructífero periodo para Aragón y para España.
El ingeniero oscense Juan José Arenas representa la modernidad que este país ha alcanzado. Sus puentes, la obra más simbólica de su prolija trayectoria, son reconocidos en todo el mundo como obras enormemente avanzadas, propias del siglo XXI. En Aragón tenemos sobradas muestras de su maestría, pero sin duda la obra más reconocida popularmente es el Puente del Tercer Milenio, construido con motivo de la Expo y que, además de su belleza constructiva, es un récord mundial ¿en su tipo¿ de distancia entre apoyos.Este puente ha sido determinante para unir las dos orillas del Ebro, para conseguir que Zaragoza lo integre en su paisaje urbano, de forma que el río haya dejado de ser un elemento de separación.
Si el ingeniero Arenas está habituado a unir territorios y eliminar distancias con sus puentes; no menos lo están Felipe González y Jacques Delors. Cada uno desde su presidencia, en 1985 firmaron el acta para la integración de España en Europa y en 1992 el Tratado de Maastricht que suponía el nacimiento de la actual Unión Europea.Dos hitos que han marcado la historia contemporánea española.
IIILa consolidación democrática
Presidente González, permítame aprovechar su presencia en este acto para analizar lo que esta etapa ha supuesto para nuestra Comunidad Autónoma.La transición a la democracia tuvo tres objetivos básicos: recuperar y consolidar los derechos y libertades de un Estado democrático; poner en marcha el Estado autonómico e incorporar a España al ámbito europeo.
Hoy está asentada nuestra democracia. Somos uno de los pocos países que han sabido hacer una transición ordenada. Y, sin embargo, comprobamos que hay cuestiones que no han cicatrizado y que todavía es difícil analizar en España.Es cierto que seguimos apreciando algunos rasgos involucionistas en determinadas esferas de nuestra sociedad. Pero considero que son una buena prueba para recordarnos que nuestro sistema todavía es joven, que no está plenamente desarrollado y que debemos protegerlo.
La democracia no es sólo una conquista de la Constitución de 1978. La democracia es una conquista de la sociedad española, y de la aragonesa, que debemos refrendar cada día. Cada día.
IVLa construcción europea
Sin duda, el elemento que podía parecer más complejo del desarrollo constitucional era compaginar el Estado autonómico y Europa. Parecía entonces una contradicción que desde el Estado se cediera soberanía a un ente supranacional y competencias a las incipientes Comunidades Autónomas.Sin embargo, tres décadas después, podemos afirmar que este nuevo reparto de poderes ha facilitado una larga etapa de entendimiento y de distensión en Europa. Y en España ha permitido encauzar, no sin dificultades, las viejas disputas entre el centro y las periferias.
Quiero señalar ante Felipe González, como responsable del Grupo de Reflexión sobre el Futuro de Europa, que es más necesario que nunca dar nuevos pasos en la construcción de una Europa política fuerte. Si las propuestas de Felipe González y Jacques Delors permitieron constituir la Unión Europea y avanzar hacia la Europa del euro, hoy deberíamos ser capaces de dar un paso más.
Hoy el mundo ya no es bipolar y junto a las potencias históricas como Estados Unidos, Rusia o Japón, nos encontramos a países emergentes como China, Brasil o India. En la configuración de este escenario geopolítico, Europa no debería resignarse a ocupar un lugar secundario.Esa es la respuesta que debemos buscar entre todos en este momento de nuestra historia.
Pasaron 40 años desde la puesta en marcha del Mercado Común europeo hasta el nacimiento de la Unión; no podemos permitirnos otros 40 años de debates. Sin duda, Europa es el gran proyecto político de nuestra generación.
VAragón y su Estatuto
A Aragón le ha costado mucho tiempo conseguir un Estatuto de Autonomía homologable con los de sus vecinos. Durante ese tiempo la sociedad aragonesa ha manifestado una gran insatisfacción. Afortunadamente, hoy disponemos ya del Estatuto que necesitábamos.
Con la perspectiva de casi treinta años de autogobierno, podemos constatar que hemos empezado a salir de nuestro ensimismamiento y a proyectarnos hacia el exterior. Hoy nos relacionamos con normalidad con las poderosas Comunidades vecinas, con las regiones francesas y con los organismos europeos. El nuevo Estatuto, en su corta vida, ya nos ha permitido establecer relaciones bilaterales estables con el Estado, y alcanzar acuerdos que veníamos reclamando hace años, acuerdos en materia económica y financiera, que son muestra de fortaleza en la relación entre los gobiernos.
Hoy disponemos de herramientas para participar mucho más intensamente en la determinación de las políticas en materia hidráulica, o en la fijación de las inversiones a desarrollar por el Estado en Aragón. Incluso para participar, representando a España, en los Consejos de Ministros de la Unión Europea.Hoy los aragoneses tienen ampliada la esfera de sus derechos económicos y sociales. Y el Gobierno dispone de instrumentos, como los decretos leyes, para responder a las necesidades de los ciudadanos de modo más rápido y eficaz.El autogobierno ha propiciado también que los ciudadanos depositen mayor confianza en las instituciones. La cercanía de la administración facilita su eficacia y transparencia. Hemos dado pasos políticos y legislativos en la mejora de nuestra democracia, pasos que en muchos casos son pioneros en España.
Porque queremos avanzar en la calidad de nuestra democracia, hemos constituido el Consejo Consultivo; las Cortes de Aragón ultiman la puesta en marcha de la Cámara de Cuentas; venimos desarrollando de manera original y exitosa nuestro modelo de Participación Ciudadana; y hemos abierto la participación por ley de los grupos de la oposición a los Consejos de Administración de las empresas públicas¿ Nuestro objetivo, sin embargo, no está concluido. El Gobierno que presido tiene el reto de seguir avanzando en una democracia de más calidad, con mayor participación y de forma más activa de los ciudadanos. En una política cada día más ágil y más transparente en la toma de decisiones.
Treinta años después de aprobar la Constitución, y coincidiendo con una época de crisis económica, hay discursos que cuestionan la validez del sistema autonómico.Quiero recordar que los sistemas de mayor éxito son sistemas descentralizados: Estados Unidos, el país más poderoso del mundo, o Alemania, la economía más pujante de Europa, lo son.
El sistema autonómico necesita profundizar en sus ajustes; pero ha sido uno de los ejes fundamentales del éxito político y económico de nuestro país en las últimas décadas.Y, sin duda, en Aragón la etapa autonómica coincide claramente con la de mayor impulso económico de nuestra historia, hasta el punto de haber duplicado nuestra riqueza total en sólo diez años.
VI
Crisis y futuro
Vivimos ahora en un tiempo de dificultad económica en todo el mundo, por causa de una crisis global, que ha tenido un fuerte impacto negativo en la economía aragonesa.Y, si bien es verdad que nuestra economía ha resistido mejor que el conjunto de las Comunidades Autónomas y que nuestro desempleo es cinco puntos y medio menor que la media española, nuestra primera preocupación son los miles de aragoneses que se han quedado sin empleo.Crear trabajo ha sido, es y seguirá siendo nuestro principal empeño. Y aunque empezamos a ver pequeñas cifras de recuperación en la economía desde hace unos meses, todavía tardaremos tiempo en alcanzar el dinamismo y el crecimiento que tuvimos en los últimos diez años.
Queremos transformar este periodo de crisis en una oportunidad. Oportunidad para asentar una nueva economía más sostenible, más resistente a las dificultades, más diversificada; una economía que se apoye más en el conocimiento, en las nuevas tecnologías, en las energías alternativas; y una economía que refuerce sectores tradicionales como la agroindustria y el turismo.Para esto, debemos seguir apostando por los acuerdos, que son la mejor herramienta para mantener unida a la sociedad en un esfuerzo común.Los aragoneses tenemos los instrumentos para configurar nuestro propio marco de desarrollo económico y nuestros objetivos políticos.
Nuestro proyecto político, económico y social ha tenido un respaldo creciente de los aragoneses.Quiero decirles en este acto que este proyecto, que ha revalidado durante años el apoyo de la ciudadanía, no está concluido.Es verdad que estamos en una situación difícil. Pero los aragoneses hemos sido capaces de superar momentos al menos tan complicados como éstos, en los años 50, en los años 60, en los años 70, cuando la expectativa de nuestros jóvenes sólo era la emigración; y salimos adelante. Y ahora también lo haremos. Porque Aragón tiene más fortaleza, más capacidad y más autonomía.
De estos momentos difíciles saldremos todos juntos: los sindicatos, los trabajadores, los empresarios, la universidad, los colectivos sociales¿ Juntos será más fácil continuar avanzando en la dirección de una economía más sostenible, de una democracia de más calidad, hacia una sociedad mejor.
Porque lo mejor que tiene Aragón es su gente. Y confío plenamente en la capacidad de Aragón y de los aragoneses.
Feliz Día de Aragón.