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Domingo, 24 de noviembre de 2024

Adoptar hábitos de vida saludables permite reducir hasta en un 80% el riesgo de repetición de un ictus

La Asociación Ictus de Aragón (AIDA) y el Centro de salud Fernando el Católico realizan hoy en la calle controles de peso, toma de la tensión o cooximetrías a los ciudadanos para prevenir esta enfermedad

El Plan de Atención al Ictus que se aprobó en el 2009 ha permitido que el 100% de los pacientes tengan acceso a la fibrinolisis, el tratamiento más efectivo

Cada día se producen en Aragón ocho casos de ictus, un trastorno brusco de la circulación sanguínea que afecta al cerebro. Se trata de un proceso que pueda causar la muerte o dejar graves secuelas irreversibles a quien lo padece. La única manera de prevenir este gran problema de salud es actuar sobre lo que los sanitarios denominan factores de riesgo modificables: obesidad, tensión alta, tabaquismo, estrés… Un paciente que ha sobrevivido a un ictus tiene un elevado riesgo de sufrir otro pero un buen control de esos factores permite disminuir el riesgo de repetición en más de un 80%.

El consejero de Sanidad, sobre el dia mundial del ictus

El consejero de Sanidad ha hablado sobre la prevención del ictus

Seguir los tratamientos y controles prescritos desde Atención Primaria es clave para realizar de forma adecuada esta prevención. Por este motivo y con motivo del Día Internacional del Ictus, el Centro de salud Fernando el Católico de Zaragoza sale a la calle y con la Asociación Ictus de Aragón (AIDA) han habilitado una carpa en la Plaza de San Francisco hoy, para concienciar a la población sobre esta enfermedad y sus riesgos. El consejero de Sanidad, Sebastián Celaya, ha acudido a este acto de concienciación, en el que ha vuelto a destacar la importancia de la prevención y de unos hábitos de vida saludables.

De 10.00 a 17.00 horas, de forma ininterrumpida, médicos, enfermeras y la trabajadora social del centro se turnarán para controlar los factores de riesgo de los ciudadanos que quieran conocer su estado de salud. Se ha instalado una mesa de consejo dietético para ofrecer recomendaciones individualizadas para ayudar a perder peso, otra en la que se tomará la tensión y otra en la que se realizarán cooximetrías –con apoyo de consejo antitabáquico-, entre otras pruebas. Los sanitarios insistirán a la población en la importancia del ejercicio saludable y de los controles analíticos para mantener dentro de los umbrales adecuados los parámetros de azúcar, grasas, lípidos…

La iniciativa cuenta con el apoyo de los neurólogos de los hospitales que, desde el año 2009, trabajan en Aragón en un Plan de Atención al Ictus. Este plan ha acercado la atención del neurólogo las 24 horas a todos los rincones de Aragón gracias a la implantación del Código Ictus y del Teleictus. El primero es la organización de una cadena asistencial para que el enfermo reciba atención hospitalaria lo más rápidamente posible para recanalizar la arteria ocluida. Es la llamada fibrinólisis, un tratamiento que se debe aplicar en las siguientes cuatros horas y media (como máximo) a haberse iniciado los síntomas del ictus.

La técnica solo se administraba en el Clínico y el Servet, lo que dejaba fuera a enfermos que no llegaban a tiempo a esos centros. Las nuevas tecnologías han facilitado la extensión del tratamiento gracias al Teleictus, que conecta todos los hospitales de Aragón con las unidades de referencia del Clínico y el Servet en un proceso similar al de una videoconferencia, de forma que los neurólogos de los dos grandes hospitales pueden asistir a la exploración y diagnóstico de los pacientes con ictus. El teleictus ha permitido que el acceso real al tratamiento pase del 55% en 2008 al 100% en 2014.

También se están desarrollando unidades específicas en los hospitales para el cuidado de ese enfermo los primeros días y se insiste en la importancia de actuar en los factores de riesgo modificables. Todos estos esfuerzos realizados han hecho posible que disminuya el número de pacientes que ingresan en los hospitales de Aragón por un ictus: si en el año 2008 lo hicieron 3.904, seis años después esta cifra ha disminuido de forma que, en el año 2014, ingresaron 2.778. Además, en las unidades de referencia se ha disminuido sustancialmente la mortalidad en los hospitales en los que se ha completado su implantación, de modo que esta ha descendido del 18% de media en el 2010 hasta porcentajes que oscilan entre el 8% y el 11% en la actualidad.