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Miércoles, 2 de abril de 2025

Sanidad

Aragón reitera su compromiso con la lucha contra la obesidad

En nuestra Comunidad Autónoma uno de cada cinco adultos tiene obesidad, con un 13% de niños y adolescentes con esta misma patología

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El ejercicio físico es una de las medidas primordiales para mantener una vida sana

Desde hace una década, el 4 de marzo se conmemora el Día Mundial contra la Obesidad, una fecha establecida por la Federación Mundial de la Obesidad para generar conciencia y promover soluciones efectivas ante esta creciente epidemia.

Según los últimos datos (2022), el 55,8% de la población adulta española tiene sobrepeso y de estos el 18,7 % tiene obesidad. La evolución prevista para los próximos 10 años es que la obesidad aumente un 37% en adultos; en niños y adolescentes este incremento puede llegar hasta un 60%.

En Aragón, también uno de cada cinco de sus habitantes padece de obesidad. En cuanto al exceso de peso infantil, según el doctor en Endocrinología Pediátrica del Hospital Infantil Miguel Servet, Antonio de Arriba, “aproximadamente un 30% de nuestros niños presentan un sobrepeso o una obesidad” llegando la obesidad al 13% de la población infantil y adolescente. Además, en el caso aragonés, Antonio de Arriba ha destacado como la obesidad es más acusada en niños que en niñas y en zonas urbanas que en rurales.

Antonio de Arriba, doctor de Endocrinología Pediátrica del Hospital Universitario Miguel Servet, señala las claves de la situación de la obesidad infantil en Aragón

El lema de este año establecido por la Federación Mundial de la Obesidad es “Pongamos el foco en los sistemas, no en las personas, que necesitan cambiar”. El enfoque es una atención integral de la obesidad mucho más allá de la apariencia física, dado que está enfermedad impacta tanto en el cuerpo como en la mente. La obesidad no es solo una cuestión de voluntad individual o personal, va estar influida por factores sociales, económicos, políticos y ambientales, que pueden condicionar el adoptar unos hábitos o decisiones saludables.

En esta línea se encuentra el Gobierno de Aragón con iniciativas como el proyecto Jacardí, un programa europeo de prevención de enfermedades cardiovasculares y diabetes. Con él se pretende que los centros educativos sean entornos que promuevan buenos hábitos de vida, abordando los determinantes sociales de la salud e impulsando la activa participación de los agentes del entorno educativo.

El objetivo fundamental es prevenir en la infancia enfermedades asociadas al sobrepeso y la obesidad. El plan es uno de los 142 proyectos piloto que se están desarrollando en 18 países de la Unión Europea para generar un modelo de trabajo de prevención en las citadas patologías. En Aragón, actualmente se encuentra en fase de intervención en los 16 centros educativos participantes de Zaragoza, Huesca y Teruel. 

Peligros de la obesidad

Como ha explicado Orosia Bandrés, endocrina del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, la obesidad es una enfermedad crónica compleja, multifactorial, con un exceso de grasa corporal que se produce por un desequilibrio entre lo que se ingiere y lo que se consume. Hay múltiples factores que influyen en su desarrollo: biológicos, genéticos (los genes pueden ser responsables de un 40-60% de la probabilidad de desarrollar obesidad), ambientales (como una alimentación poco saludable, azúcares refinados, la falta de ejercicio físico, condiciones laborales, el estrés crónico, la falta de sueño…) y factores socioeconómicos, como la desigualdad al acceso de entornos saludables.

La obesidad es un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes tipo 2, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, varios tipos de cáncer, problemas osteoarticulares. Afecta a la calidad de vida, a la movilidad y a la salud mental.

Se debe prevenir y abordar desde el embarazo y la primera infancia. Tanto en niños como en adultos es fundamental la alimentación saludable y con alimentos naturales, evitando los ultraprocesados y los azúcares refinados. Hay que hacer actividad física regular, evitar el estrés y mantener un sueño adecuado. Además, existen otras medidas sociales como mejora de los entornos escolares de alimentación, políticas fiscales y de regulación de la comercialización y etiquetado de los alimentos.

En palabras del doctor de Endocrinología Pediátrica, Antonio de Arriba, “es muy común encontrarnos pacientes pediátricos con obesidad, en los que vemos que ambos padres también tienen una obesidad y el motivo de esto es el no tener una buena educación tanto en hábitos de vida saludable como en ejercicio físico. También intervienen otros factores como los bajos recursos para poder apuntar a sus hijos a actividades extraescolares o para comprar alimentos más saludables de los que están ingiriendo”.

El Dr. Antonio de Arriba subraya la importancia de los hábitos de alimentación saludable en la crianza de los hijos

En la actualidad, la investigación y la comercialización de nuevos fármacos ha supuesto una esperanza en el conocimiento y tratamiento de la obesidad. Según Orosia Bandrés, estos fármacos han supuesto una nueva era, ya no hablamos solo de la fuerza de voluntad, sino de tratamientos que actúan directamente sobre el tejido adiposo y en mecanismos del hambre y la saciedad que favorece la adquisición de hábitos de alimentación más saludables.

Se ha demostrado en ensayos clínicos que producen una pérdida de peso sostenible (hasta > 20%) y con acciones metabólicas más allá de la pérdida de peso, como son la mejora del riesgo cardiovascular, la prevención de la diabetes, mejora problemas respiratorios, del sueño, mejora de problemas osteoarticulares y de la calidad de vida y la satisfacción de la persona con obesidad.

Estos fármacos producen una pérdida de peso a expensas de la masa grasa, pero como en toda pérdida de peso hay también una pérdida de masa muscular, por lo que los profesionales recomiendan una dieta adaptada con un consumo adecuado de proteínas en la alimentación y un programa de ejercicio físico tanto con ejercicio aeróbico como ejercicio de fuerza.

Estigma social de la obesidad

A pesar de todo, la obesidad sigue siendo una enfermedad no del todo comprendida. El estigma social de la obesidad refuerza la idea de que es una responsabilidad del individuo, favoreciendo no atender de forma multidisciplinar todos los factores que influyen en el desarrollo de esta.

Desde la Sociedad Aragonesa de Endocrinología y Nutrición, se ha presentado hoy el libro “el chico del banco” con motivo del día mundial de la obesidad. A través de la historia que se cuenta, invita a los padres, educadores y a la sociedad en general a reflexionar sobre la relación con la comida y a fomentar hábitos saludables desde la infancia, ayudando a los niños y adolescentes a desarrollar una relación más sana con la comida y con su cuerpo. En la persona con obesidad es también importante conocer y cuidar las emociones para realmente impulsar una transformación duradera y sostenible tanto a nivel físico como mental.