El Clínico aplica una técnica pionera para evitar lesiones en las cuerdas vocales en la cirugía de tiroides y paratiroides
Los servicios de Neurofisiología Clínica, Anestesiología y Cirugía General han introducido este nuevo método menos invasivo que permite prevenir secuelas como las alteraciones en la voz o en la deglución
El desarrollo de esta técnica, ideada por investigadores del Hospital Monte Sinaí de Estados Unidos, ha sido reconocida internacionalmente por la la International Society of Intraoperative Neurophysiology
El Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza ha aplicado una técnica pionera para la monitorización en la cirugía de tiroides y paratiroides. Un equipo de médicos de los servicios de Neurofisiología Clínica, Anestesiología y Cirugía General han aplicado esta técnica, que consiste en la monitorización funcional continua de los nervios que intervienen en la movilidad de las cuerdas vocales durante las intervenciones, con el paciente anestesiado. De esta forma, y gracias a la estrecha colaboración de estos equipos, se transforma la manera de llevar a cabo estas intervenciones, disminuyendo los riesgos de disfunción de los nervios y en consecuencia los trastornos de la voz y de la deglución después de estas cirugías. Hasta el momento, han utilizado esta nueva técnica en 31 pacientes sometidos a tiroidectomía y cirugía de las glándulas paratiroides.
La doctora Montes explica en qué consiste la nueva técnica aplicada en el Clínico.
Montes explica las ventajas de esta nueva técnica y los beneficios para los pacientes.
Rodríguez detalla el premio obtenido a nivel internacional por la aplicación de esta nueva técnica pionera.
El doctor Rodríguez explica las aplicaciones de la técnica y cómo se está ampliando su uso.
Las lesiones de los nervios que intervienen en la movilidad de las cuerdas vocales, después de la cirugía de la glándula tiroides y de las paratiroides, afectan al 10% aproximadamente de los pacientes. Para evitar estas lesiones, los médicos suelen controlar los mismos estimulándolos en varias ocasiones, de forma intermitente, durante la intervención quirúrgica. No obstante, este método conlleva el que pueda pasar inadvertida una posible lesión del nervio.
Sin embargo, la estimulación continua de estas estructuras nerviosas durante todo el acto quirúrgico otorga a los cirujanos una mayor seguridad, un mejor manejo durante la cirugía y sobre todo posibilita evitar el daño del nervio y sus consecuencias postoperatorias. Hasta ahora, el método de monitorización intraoperatoria continua empleado exigía la colocación de un electrodo alrededor del nervio vago, en su trayecto cervical, durante la cirugía (este nervio craneal se extiende desde el tronco encefálico hasta el abdomen y ayuda a proveer de las funciones de voz y deglución, así como controlar el corazón, los pulmones y la digestión), siendo invasivo para el paciente y pudiendo causar dificultades y complicaciones quirúrgicas.
Investigadores del Hospital Monte Sinaí, en Estados Unidos, han ideado una técnica para monitorizar la función de los nervios vago y laríngeo mientras los pacientes están bajo anestesia durante los diferentes procedimientos quirúrgicos realizados a nivel cervical. Los resultados obtenidos en 15 pacientes, recientemente publicados en la revista Clinical Neurophysiology, indican que propician que los enfermos mantengan la función de fonación y deglución y modifican la manera en que se realizan estas cirugías.
Técnica menos invasiva
Los médicos del Clínico, gracias a la formación y práctica recibida en el Hospital Monte Sinaí, están aplicando esta técnica menos invasiva para supervisar continuamente la función nerviosa durante los procedimientos realizados sobre la glándula tiroides y paratiroides. Se basa en la colocación, por el anestesiólogo, de un tubo endotraqueal provisto de electrodos, tanto de estimulación como de registro, en su extremo distal. A continuación, los neurofisiólogos clínicos, utilizando los componentes del tubo, pueden generar estímulos eléctricos a través de sus electrodos y registrar las diferentes respuestas nerviosas durante toda la cirugía. De ese modo se logra la supervisión de las diferentes maniobras quirúrgicas para que estas no dañen la función nerviosa, de modo que permite detener y modificar eventualmente la técnica quirúrgica previniendo secuelas postoperatorias, transitorias o permanentes, como las alteraciones de la voz o las complicaciones en la deglución.
Los doctores del Servicio de Neurofisiología Clínica del Clínico, Diego Rodríguez Mena y la doctora Vizmary Montes Peña (participante, durante su período profesional en Hospital Monte Sinaí, en el equipo de investigación y monitorización que diseñó la técnica), aseguran que hasta ahora no habían logrado una monitorización en los pacientes sometidos a este tipo de cirugías “que fuera tan eficaz y precisa, sin interrumpir el trabajo de los cirujanos ni del anestesiólogo”. Además, señalan que la nueva técnica de monitorización del nervio vago “representa un avance enorme en este tipo de cirugía, esperando que se traduzca en mejores resultados para los pacientes".
El procedimiento
Durante cada procedimiento se utilizaron los electrodos del tubo endotraqueal para enviar estímulos eléctricos, a través del nervio, hacia el tronco encefálico y de ahí poder registrar en el lado contralateral a nivel de la cuerda vocal, la respuesta de dicho reflejo vital. De este modo han comprobado que pueden provocar un reflejo particular en el cerebro que se pensaba que no existía en seres humanos, bajo anestesia general. A su vez los cirujanos pueden hacer modificaciones quirúrgicas inmediatas y ajustes técnicos durante las intervenciones, para prevenir daños irreversibles de los nervios. En los 31 casos se obtuvieron buenos resultados.
Recientemente, la International Society of Intraoperative Neurophysiology ha otorgado el Primer Premio por mejor presentación y defensa de poster a la doctora Montes Peña, en la que explica la utilidad de esta técnica en este tipo de cirugías, así como en las cirugías de fosa posterior.