Salud Pública
Discurso del presidente, Marcelino Iglesias, en el Debate de Política General sobre el estado de la Comunidad Autónoma
Afrontamos el Debate de Política General, cuando se cumplen diez años del Gobierno de coalición PSOE-PAR. Un hecho que resulta de por sí relevante en esta Comunidad Autónoma.
Hoy, sin embargo, nuestra principal preocupación es el momento económico complejo y delicado que atravesamos, y que ha tenido como efecto más dramático el fuerte aumento del desempleo.
Recuerdo que su origen estuvo en la crisis financiera iniciada en los Estados Unidos en el año 2007 y que se extendió de forma inmediata por todo el mundo.
Era la primera vez que una crisis afectaba a todo el planeta, a los países desarrollados y a los emergentes. En este contexto, sus efectos en España se vieron agravados por la caída del sector inmobiliario.
Como consecuencia de la Expo, en Aragón advertimos la crisis más tarde. Hace ahora un año se empezaron a sentir sus efectos, cuando en el resto del país la economía perdía impulso desde comienzos de 2008 y a nivel mundial desde el segundo semestre de 2007. Aún así, nuestro Producto Interior Bruto ha pasado de crecer un 4% el año pasado a sufrir una caída del 3,4.
Vivimos un momento complejo y muy difícil que requiere la colaboración de todos. Mi agradecimiento, en este sentido, a las organizaciones empresariales y sindicales, que desde el primer momento han trabajado junto al Gobierno.
Una colaboración que nos ha permitido poner en marcha un abanico de medidas que han servido para paliar las consecuencias que la crisis tenía sobre el empleo. Pese a la rápida reacción y las medidas adoptadas, nuestro desempleo ha crecido desde el 5,5% hasta el 13% actual.
Nuestro reto no es solamente superar los problemas actuales sino afrontar un cambio en profundidad de nuestro sistema productivo que evite, en el futuro, situaciones como la sufrida este año.
En Aragón, como en el resto de sociedades modernas, la capacidad de reacción se demuestra en los momentos de dificultad. Ahora nos toca a todos nosotros, como representantes del pueblo aragonés, demostrar nuestra responsabilidad.
La pronta salida de esta situación de crisis sólo será posible mediante el esfuerzo conjunto y la unidad de acción de todos: fuerzas políticas, empresarios, sindicatos y sociedad civil. En un momento de dificultad como el actual también es muy importante la actitud que adopte la oposición.
Esta última semana ha estado marcada por la recomendación de General Motors favorable a la venta de Opel al Grupo Magna.
Inicialmente, querría solicitar a esta Cámara y a toda la sociedad prudencia en los análisis, puesto que estamos ante el inicio de una larga negociación, y confianza en el resultado de la misma.
El Gobierno de Aragón, con el apoyo del Gobierno de España, los trabajadores de Figueruelas y los directivos de la planta hemos demostrado nuestra sobrada capacidad de negociación. Y vamos a volver a demostrarla.
Este Debate es el momento para repasar la acción del Gobierno y reflexionar sobre los retos que tenemos ante nosotros. Pero es un momento, sobre todo, en el que no debemos desmotivar a los ciudadanos. Tenemos la responsabilidad de trasladarles que Aragón tiene capacidad para salir adelante.
Hablaremos ampliamente de economía y empleo a lo largo del Debate, pero como primer apunte señalaré que nuestra economía se ha comportado mejor ante la crisis que las de nuestro entorno. La prueba más palpable es que mantenemos cinco puntos de desempleo menos que la media española.
El año político también ha estado marcado por el debate sobre la financiación autonómica. Un nuevo sistema que ha provocado tensiones en el Gobierno durante este verano y que estamos reconduciendo para garantizar la estabilidad que ha caracterizado los diez años de Gobierno PSOE-PAR.
El verano ha sido difícil como consecuencia de los incendios forestales, que han calcinado más de 22.000 hectáreas, de las que casi 13.000 son de superficie arbolada.
Un recuerdo muy especial para Ramón Conejero, bombero de la Diputación de Teruel, que falleció cuando trabajaba en las labores de extinción del incendio de Corbalán.
Quiero felicitar a los efectivos tanto del Gobierno de Aragón, como de las Diputaciones Provinciales y la Unidad de Emergencias del Ejército, que han participado en las tareas de extinción. Y agradecer la colaboración de las Comunidades Autónomas y del Gobierno de España en los momentos más complicados.
La coincidencia de temperaturas extremas, que llegaron a alcanzar los 43 grados; la práctica ausencia de humedad y las tormentas secas con miles de rayos han provocado este aumento de la superficie calcinada.
Ya hemos elaborado un plan de actuaciones que se iniciará con diferentes medidas de choque que se acometerán hasta finales de año. El objetivo inmediato es evitar los procesos de erosión. Dentro del Plan de Restauración de Grandes Incendios incluiremos las superficies quemadas este verano.
Y afrontamos la recta final del año con un nuevo desafío, el de la gripe A, para el que ya se han dispuesto todos los medios humanos y sanitarios necesarios para garantizar a la población una correcta prevención y asistencia.
Soy consciente de la actual coyuntura de crisis, de la que hablaré con extensión más adelante, pero para hacer un correcto análisis de la situación debemos repasar la evolución de la Comunidad en los últimos años y su comportamiento ante las dificultades que estamos viviendo.
Creo que estaremos de acuerdo en esta Cámara que Aragón vive uno de sus mayores procesos de modernización.
Buena prueba del cambio de ciclo que ha tenido la Comunidad es su situación demográfica. Señorías, desde 1999 Aragón ha tenido un crecimiento poblacional del 13,2%, frente a la negativa evolución de los quince años anteriores, cuando caímos un 3,8%.
Este crecimiento ha sido consecuencia de un fuerte desarrollo económico que ha permitido fijar nuestra población y atraer trabajadores de otros lugares. El resultado ha sido pasar de un PIB por habitante de 15.000 euros en el año 2000, a disponer de algo más de 26.000 euros en el último año.
Un último dato para centrar como era Aragón al final del siglo pasado y como es hoy. Nuestro PIB per cápita, medido en paridad de compra dentro de la Unión Europea, ha pasado del 86,9% del año 2000 al 111,9%.
Una etapa en la que Aragón ha dado un salto cualitativo en su autogobierno. Hemos asumido la gestión de las competencias más importantes para los ciudadanos: educación, salud, políticas activas de empleo o justicia.
Y, especialmente, hemos aprobado un Estatuto de Autonomía que nos ha situado al nivel de las Comunidades más avanzadas. Un Estatuto que nos dota de las herramientas de autogobierno para que seamos los propios aragoneses los máximos responsables del futuro de nuestra Comunidad.
Aragón ha demostrado que es capaz de gestionar estas competencias.
Les aportaré algunos datos para que comprueben la evolución de nuestro sistema educativo en esta década.
Hemos incrementado en más de cuatro mil el número de profesores de la enseñanza, de ellos un millar en la concertada. El presupuesto educativo se ha duplicado pasando de los 428 millones del año 99, a los 884 del año actual.
Aragón ha invertido desde la llegada de las competencias, alrededor de 300 millones de euros en infraestructuras educativas.
Señorías, hemos construido 70 nuevos centros, hemos ampliado 110, se han realizado intervenciones de mejora en 500 y se han creado 158 escuelas infantiles.
Hemos consolidado las enseñanzas artísticas superiores con la construcción del Conservatorio Superior de Música y la Escuela de Arte.
En Formación Profesional hemos incrementado en seis mil el número de alumnos gracias al aumento de la oferta educativa. Impartimos 150 títulos diferentes, adaptados a la realidad socioeconómica y las demandas laborales de cada comarca.
En este periodo hemos universalizado la gratuidad de libros de texto en las enseñanzas obligatorias. Hemos generalizado las nuevas tecnologías en las aulas, de tal modo que el 95% de los colegios disponen de tablet pc. Y hemos extendido la enseñanza bilingüe. Más de 10.000 alumnos cursan hoy estudios bilingües en inglés, francés o alemán.
Nuestro sistema sanitario ha conocido una evolución pareja. Desde el año 2002, cuando asumimos las competencias, se han invertido más de 468 millones de euros en infraestructuras sanitarias.
Tras la unificación de los cinco sistemas de salud existentes en Aragón, hemos construido o ampliado 30 centros de salud, el más importante el de la ciudad de Teruel. Reformado y ampliado los hospitales Miguel Servet, Royo Villanova, Nuestra Señora de Gracia, Huesca, Barbastro y Calatayud.
Se han construido y puesto en marcha los centros de alta resolución de Ejea, Fraga y Tarazona y reformado y ampliado el de Jaca. Ha entrado en funcionamiento el Banco de Sangre y Tejidos y las unidades de media y larga estancia de salud mental en las tres capitales.
Acabamos de generalizar la atención mediante el teléfono único, a través del Centro Tecnológico de Salud en Walqa.
Señorías, Aragón es la primera Comunidad en camas públicas hospitalarias por habitante; también lidera el número de médicos de atención primaria por habitante y es la cuarta en gasto médico.
Nada menos que el 73% de los aragoneses considera que nuestro sistema de salud funciona bien y le otorgan una nota de 6,68, casi medio punto por encima de la media nacional.
El autogobierno le ha sentado bien a Aragón. Somos pioneros en numerosas políticas educativas y sanitarias que otras Comunidades y el propio Gobierno de España utilizan como modelo.
El ejercicio del autogobierno nos ha permitido también sacar adelante los tres grandes hitos que definen la acción de este Gobierno: Derogación del trasvase del Ebro, Expo y Estatuto. Tres acontecimientos que simbolizan y resumen el compromiso y la actuación de la coalición de Gobierno con Aragón.
En la etapa de Gobierno PSOE-PAR, Aragón ha dado un salto cualitativo en materia de infraestructuras de transporte y hemos puesto en marcha los medios públicos de comunicación, con un éxito incuestionable entre los ciudadanos.
En este período ha llegado el AVE a Calatayud, Zaragoza y Huesca. Se han inaugurado los nuevos aeropuertos de Zaragoza y Huesca y está en construcción el aeródromo de Teruel.
Se ha concluido la autovía Zaragoza-Teruel-Valencia. Está en obras en casi todo su recorrido la Pamplona-Huesca-Lleida y hemos acordado numerosas actuaciones con el Ministerio de Fomento sobre las que no me extenderé, ya que todos ustedes las conocen.
El esfuerzo inversor realizado en infraestructuras es especialmente visible en la ciudad de Zaragoza. Nunca, desde que Aragón dispone de autogobierno, se había alcanzado un nivel de colaboración y de inversiones como el de estos años con el Ayuntamiento de la ciudad.
Vivimos estos días el inicio de las obras del tranvía, en las que el Gobierno participa con el 50%.
Estamos construyendo la segunda estación del AVE, junto a la Feria de Muestras, que será íntegramente financiada por el Estado. Participamos al mismo nivel que el municipio en la Expo y seguimos participando de forma activa e intensa en la pos Expo.
Ya son una realidad PLAZA, el Parque Tecnológico del Reciclado, el Palacio de Congresos, la Estación Central de Autobuses, las Cercanías, el azud, los nuevos Museos, las obras vinculadas a Zaragoza Alta Velocidad y la Terminal Marítima de Mercazaragoza¿. El listado, señorías, sería excesivamente prolijo.
Quiero manifestar mi satisfacción por el nivel de colaboración, acuerdo y coordinación que mantenemos Gobierno de Aragón y Ayuntamiento de Zaragoza. Una colaboración que va a seguir siendo igual de intensa.
Una colaboración que ha permitido una espectacular transformación de la ciudad de Zaragoza. Un cambio del que los ciudadanos se sienten enormemente orgullosos. Zaragoza, la capital de Aragón, el lugar en el que viven la mitad de los aragoneses, es hoy una gran ciudad.
Este no es, sin embargo, un momento para detenerse en los indudables éxitos que Aragón ha tenido. Como decía al principio, nuestra principal preocupación y esfuerzo va dirigido a la más pronta resolución de la crisis económica, que tuvo su origen en la crisis financiera estadounidense a la que ya me he referido.
Nuestra política económica en este año se ha centrado, y así seguirá siendo, en reforzar el gasto social, mantener las inversiones productivas como medida anticíclica y controlar al máximo los gastos corrientes, aquellos que no tienen efecto sobre el empleo ni sobre la inversión productiva.
En el actual contexto económico, la sólida posición de las finanzas públicas de Aragón ha permitido que el gasto en los servicios públicos básicos no se vea afectado y se hayan mantenido los niveles de inversión de los últimos años. Más aún, cuando la contracción económica ha provocado un fuerte descenso de la recaudación.
Señorías, el rigor en la gestión de las cuentas públicas aragonesas en estos últimos diez años nos está permitiendo afrontar esta etapa de dificultades con mayor margen de maniobra que buena parte de las Comunidades Autónomas.
Hemos podido recurrir al déficit público para estimular la economía aragonesa y mantener nuestro compromiso de gasto social.
En estos diez años hemos reducido notablemente nuestro endeudamiento en relación con el PIB. Del 5% de 1999, bajamos al 3,2% del año pasado, nada menos que dos puntos y medio por debajo de la media española.
Las medidas adoptadas para estimular nuestra economía, nos han llevado al 5,7% que mañana hará público el Banco de España, todavía dos puntos por debajo de la media nacional. Una cifra que contrasta con los más de diez puntos de endeudamiento de Baleares o Cataluña, o el 12,5% de Valencia.
Tiene una vital importancia en las finanzas públicas el nuevo sistema de financiación autonómica. Un nuevo sistema que permitirá que Aragón perciba, en 2012, unos ingresos adicionales de 258 millones de euros más que con el actual sistema. Ya en este ejercicio de 2009 Aragón tendrá unos ingresos añadidos de casi 165 millones de euros, una cifra equivalente al 3% de todo el gasto público regional del año.
Señorías, el nuevo sistema de financiación autonómica ha sido un elemento de debate durante meses. Pero apreciarán que, tras ser aprobado sin votos en contra en el Consejo de Política Fiscal y Financiera y ser aceptado por todas las Comunidades Autónomas, ha salido del debate público. También en Aragón.
Ha sido así, porque el nuevo sistema incrementa, en primer término, nuestros recursos; y en segundo lugar, refuerza nuestro autogobierno porque más del 92% de la recaudación dependerá del esfuerzo fiscal de los aragoneses.
El nuevo sistema sitúa a Aragón en la posición que por su Estatuto le corresponde. Tanto en financiación per cápita, como en financiación por habitante ajustado estamos claramente por encima de la media nacional.
Permítanme un solo dato para comprobar la evolución de la financiación autonómica. Un dato homogeneizado en relación a la situación competencial y correspondiente a la recaudación real. En 1999, la financiación por habitante en Aragón era de poco más de 1.650 euros. En 2007, el último año liquidado, superaba los 2.950 euros por habitante.
Con el nuevo sistema, Aragón se mantendrá entre la cuarta y la quinta Comunidad española mejor financiada.
Un modelo beneficioso en lo económico y estrictamente respetuoso con nuestro Estatuto de Autonomía. Un modelo que garantiza la financiación para el ejercicio de nuestras competencias.
Un modelo que cumple con nuestra exigencia estatutaria de garantizar la nivelación y solidaridad, en la prestación de los servicios públicos básicos.
Cumple, además, con la exigencia de unidad de necesidad o habitante ajustado, principio exigido en el texto estatutario.
Y lo hace porque la población, entendida exclusivamente como el número total de habitantes, deja de ser la variable que más pesa en la determinación de los gastos autonómicos. Ahora tendrá una ponderación que se limita al 30% y adquiere mucho mayor peso la población protegida equivalente, asociada al envejecimiento. Una modulación en siete tramos de edad que computa el 38% y que prima nuestro peso relativo en población mayor de 65 años.
También se tiene en cuenta la baja densidad de población, tanto en los criterios de reparto como en uno de los fondos de convergencia creados.
Y se contempla el mandato, exigido por Aragón, de la revisión del sistema. Anualmente se recalcularán las necesidades de financiación de los servicios públicos y quinquenalmente se revisará el funcionamiento del mismo.
Finalmente, quiero referirme a un aspecto que ha generado cierta controversia en Aragón. Es el referido al acuerdo bilateral económico-financiero con el Estado que prevé el artículo 108 de nuestro Estatuto.
En el caso de Aragón, la negociación bilateral arrancó en junio de 2008 con la convocatoria de la Comisión Mixta de Asuntos Económico-Financieros, que tal y como recoge el artículo 109 de nuestro Estatuto es el órgano bilateral de relación en materia de financiación autonómica. Ahí se creó un grupo de trabajo que ha sido el encargado de concretar los aspectos de las propuestas ministeriales.
Tras el voto favorable en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, la Comisión Mixta de Asuntos Económico-Financieros aprobará definitivamente el sistema.
La Comisión concretó además el acuerdo en materia tributaria que permite resolver el conflicto provocado por el Gobierno que presidía José María Aznar y que Aragón llevó a los tribunales.
Señorías, tendremos un sistema de financiación que mejora el anterior. Es más solidario y equitativo. Cumple escrupulosamente los preceptos de nuestro Estatuto de Autonomía. Y permite, sobre todo, una mayor capacidad de autogobierno debido al incremento de nuestra autonomía financiera.
En el anterior Debate de Política General me extendí en las medidas que el Gobierno de Aragón preparaba para afrontar la crisis y expliqué que el empleo sería nuestra principal preocupación.
Este paquete de medidas se inscriben en el Acuerdo Económico y Social para el Progreso de Aragón que firmamos junto a empresarios y sindicatos. Un acuerdo que considero de especial trascendencia. Y que quizás no se ha valorado suficientemente. Sobre todo cuando vemos las dificultades que se generan en otros lugares de España para alcanzarlos.
Este acuerdo contemplaba una serie de acciones de carácter estructural y otras coyunturales que perseguían buscar alternativas y soluciones a la situación de dificultad que atravesamos.
Las medidas que el Gobierno de Aragón está poniendo en marcha para reactivar la economía y generar empleo supondrán una inversión superior a los 5.000 millones de euros.
Impulsamos, de forma inmediata, un plan de promoción económica e industrial de la Comunidad e incrementamos los recursos destinados a estimular la actividad económica.
Un año después, el resultado está siendo satisfactorio. Se han captado 84 proyectos de inversión empresarial en 25 comarcas. Con una inversión total prevista de 428 millones habremos creado más de 2.800 nuevos empleos y consolidado cerca de 3.000.
Dadas las características de la crisis, destacaría la medida que acordamos con las cinco entidades financieras aragonesas ¿Ibercaja, CAI, Multicaja, Cajalón y Caja Rural de Teruel- para impulsar el acceso a la financiación de la pequeña y la mediana empresa. Acuerdo al que posteriormente se adhirieron otras diez entidades.
Hasta la fecha se han aprobado 235 operaciones por un importe cercano a los 34 millones de euros.
En esta dirección, hemos firmado recientemente un acuerdo con el Instituto de Crédito Oficial, destinado a apoyar las inversiones que hagan las empresas de la Comunidad.
Asimismo, el Gobierno aprobó el decreto de medidas administrativas urgentes que ha facilitado la actividad económica empresarial en Aragón.
Pero si algún programa ha sido reforzado presupuestariamente, éste es el de Fomento de Empleo. Se han consignado más de 41 millones de euros en promover la contratación estable y de calidad; así como el empleo en cooperativas y sociedades laborales, Escuelas Taller, autónomos y personas con discapacidad.
Señorías, todos estos programas están generando alrededor de 5.700 nuevos empleos en todo el territorio.
Para reactivar el sector de la construcción hemos impulsado la inversión en obra pública y estimulado la inversión privada. Especialmente estamos agilizando y ampliando las áreas de rehabilitación integral y de cascos históricos e impulsando la restauración arquitectónica. Estas acciones, junto al plan de vivienda, supondrán una inyección de 350 millones de euros y beneficiarán a 30.000 familias.
Mientras, el Plan de Dinamización de la Vivienda busca disminuir el precio de la vivienda libre y la reactivación del sector. Este plan permite captar fondos, en colaboración con las entidades financieras, por valor de 810 millones de euros. En las dos últimas semanas se han incorporado los primeros promotores, con sustanciales rebajas de precios.
En esta línea, hemos seguido desarrollando el Plan Especial de Depuración y el Plan de Gestión Integral de Residuos. Dos planes generadores de una fuerte actividad económica y empleo.
El Plan de Depuración supone la construcción y explotación de 132 estaciones depuradoras de aguas residuales y afecta a 171 núcleos de población. La mitad de las estaciones ya han entrado en funcionamiento.
Dentro del Plan de Depuración Integral de los ríos pirenaicos ya se han adjudicado 296 obras. Y el Plan del Agua tiene en marcha 500 actuaciones.
En total, alrededor de 1.400 millones de euros de inversión, que permitirán crear más de 7.000 empleos en 400 núcleos de población en todo Aragón.
El Plan de Gestión Integral de Residuos, con una inversión directa de más de 74 millones generará otros 6.800 empleos. Ya se encuentran en funcionamiento el nuevo vertedero de residuos peligrosos y el de valorización y eliminación de neumáticos. Y en desarrollo el servicio público de eliminación de residuos industriales no peligrosos y el de eliminación y valorización de escombros.
Finalmente, hemos mantenido los tiempos previstos para la adecuación del recinto Expo y ya se encuentran adjudicadas tres fases de remodelación del nuevo parque empresarial. Con una inversión de 30 millones, generará otros 500 empleos.
Señorías, nuestra principal preocupación es la situación de las personas más desfavorecidas por la crisis. Aquellos que han perdido el empleo y las prestaciones correspondientes. Se ha agilizado y ampliado el Ingreso Aragonés de Inserción, triplicando su presupuesto y el número de familias atendidas.
Si hay una seña de identidad que caracteriza la tarea de este Gobierno es la política social. Especialmente en tiempos de crisis, hemos reforzado la solidaridad, la cohesión social y prestado una gran atención a las personas y las familias más vulnerables.
Hemos aprobado la Ley de Servicios Sociales, que nos permite situarnos a la vanguardia del desarrollo del sistema de servicios sociales.
Y hemos hecho un esfuerzo especial en la atención a los dependientes. En el presente ejercicio, ya en plena crisis, incrementamos más de un 40% el presupuesto del Departamento.
Un esfuerzo que ha permitido que el sistema de atención a la dependencia funcione cada vez con mayor fluidez. Más de 16.000 personas reciben servicios y prestaciones, un 74% de quienes tienen derecho, uno de los niveles más altos del país.
La contribución de Opel a la economía aragonesa es más que considerable. No sólo por su aportación en términos de producto interior bruto y de empleo, sino también porque ha representado, y sigue representando hoy en día, un papel de referencia en el tejido empresarial aragonés.
El Gobierno de Aragón considera esencial y una de las prioridades de su política económica e industrial, contar con una empresa como Opel. Una empresa que lidere un sector industrial fuerte a través del cual garantizar el crecimiento y el empleo, así como la cohesión de los municipios y comarcas del entorno.
Estas Cortes, en el último Pleno de 2008, corroboraron la importancia de General Motors aprobando la Ley por la que se autoriza al Gobierno de Aragón a conceder un aval a Opel, por un importe de hasta doscientos millones de euros.
Un aval vinculado a la financiación de inversiones para la puesta en marcha de la producción del Meriva en la factoría de Figueruelas antes del 30 de abril de 2010. La primera decisión adoptada por un Gobierno en todo el mundo para afrontar la crisis en el sector de la automoción.
Sin embargo, la situación mundial de General Motors ha puesto en cuestión la viabilidad de la compañía. La semana pasada conocimos la recomendación de General Motors para que se abran las conversaciones para proceder a una venta condicionada de Opel al grupo Magna.
Como ya hemos manifestado, no es la propuesta que este Gobierno contemplaba como la más favorable. Pero estamos al inicio de una larga negociación, que todavía se prolongará varios meses.
Les recuerdo que desde que se conoció el interés de Fiat por hacerse con el control de Opel, hemos vivido todo tipo de situaciones, con noticias diarias en la mayoría de las ocasiones contradictorias. Hasta en media docena de ocasiones se ha publicado que había acuerdos de venta.
Estamos ante una negociación que requiere una estrategia clara. Una negociación en la que influyen, como ya dije hace más de medio año, las elecciones generales alemanas que se celebrarán dentro de diez días.
Negociaciones en las que participamos el Departamento del Tesoro estadounidense, propietario de la mayoría de acciones de GM; los gobiernos alemán, español, belga, inglés y polaco, y numerosas regiones y lander de los países afectados. Unas negociaciones en la que son parte determinante y fundamental los trabajadores, y donde tiene mucho que decir la matriz de GM; además de la Unión Europea, que debe aprobar el plan de ayudas de los Estados.
El Gobierno de Aragón, que como ya he mencionado fue el primero en reaccionar en todo el mundo, ha mantenido y mantiene permanentes contactos con todas las partes. Y, lo que es trascendental, lo hacemos de la mano de los trabajadores.
Recuerdo el pesimismo que se adueñó de esta Comunidad cuando negociábamos la fabricación del Meriva y oí las mismas acusaciones contra los Gobiernos de España y Aragón, que estos días escucho.
Como en aquella ocasión, creo que es el momento de trabajar todos juntos, en una única dirección: garantizar el máximo nivel de empleo en la factoría de Figueruelas.
Hemos demostrado experiencia y capacidad en la negociación. Y les reitero que en el actual proceso son necesarias la prudencia, la confianza y la tenacidad.
Creo que estoy en condiciones de pedir, en nombre de los miles de trabajadores aragoneses que dependen del sector del automóvil, responsabilidad. Estamos en el momento del trabajo callado, de la negociación inteligente, y si lo hacemos toda la sociedad unida tendremos muchas más garantías de éxito. Debilitar al negociador no suele ser la mejor estrategia para alcanzar el éxito. Especialmente cuando estamos al inicio de una negociación que será larga. Una negociación en la que todavía ningún país conoce los condicionantes que General Motors ha puesto a la oferta de Magna.
Confío plenamente en la capacidad de nuestra planta. Y confío en el trabajo que venimos realizando junto al Gobierno de España.
Señorías, este Gobierno conoció la primera negociación con el grupo Fiat, semanas antes de que transcendiera a la opinión pública. Desde entonces hemos mantenido decenas de reuniones y conversaciones. Hemos cruzado medio mundo, unas veces de forma pública y otras ejerciendo un trabajo callado.
Saben mi estilo de hacer las cosas. Y no voy a cambiarlo en esta ocasión. Vamos a seguir la estrategia que iniciamos hace meses. Y lo vamos a hacer confiados en el éxito, como sucedió en la batalla del Meriva.
Aragón tiene una posición relevante a nivel internacional en el sector del automóvil y estamos decididos a mantenerla.
La economía aragonesa ha emprendido en la última década un adecuado camino de diversificación sectorial, basado en el aprovechamiento de nuestros recursos endógenos y nuestra privilegiada posición geográfica.
Sin dejar de apoyar y de seguir impulsando a los sectores más tradicionales, en los que se asienta la industria y la economía aragonesa, hemos dado saltos cualitativos en innovación e investigación.
Y han emergido con fuerza sectores como los relacionados con la tecnología, el desarrollo sostenible, el reciclaje, la agroindustria, el diseño, las energías renovables o la biotecnología.
Esta diversificación nos ha llevado también a un crecimiento del sector servicios. El impulso a las empresas vinculadas con la nuevas tecnologías de la comunicación y la sociedad de la información, la logística, el turismo, o los servicios avanzados a empresas son hoy referentes en nuestro tejido empresarial y laboral.
La diversificación ha sido determinante para explicar el mejor comportamiento de nuestra economía ante la crisis.
El apoyo a nuestra Universidad es fundamental en esta tarea de diversificación que hemos emprendido. Y la mejor prueba de nuestro compromiso es que en un año de dificultades como el actual hemos incrementado en 6 millones de euros la transferencia básica a la Universidad.
Los actuales 142 millones de euros suponen prácticamente el doble del dinero que percibía nuestra Universidad en el año 99. Además, en este período, la financiación por objetivos se ha multiplicado por cuatro, superando los 50 millones de euros.
Una dotación que nos está permitiendo adaptarnos con celeridad al nuevo Espacio Europeo de Educación Superior
Estamos desarrollando el plan de infraestructuras. Desde el año 2006 se llevan invertidos 56 millones de euros y en el actual ejercicio se están ejecutando otros 21,5 millones para proseguir la modernización y reforma de la Universidad.
Dentro de la política universitaria hemos tenido una especial atención a la incorporación de mayores y mejores recursos humanos al sistema investigador aragonés. Hoy contamos con más de 3.000 investigadores en el sector público, más del doble que hace una década.
La construcción de nuevas instalaciones e infraestructuras de investigación nos ha llevado a invertir, sólo este año, más de 11 millones de euros.
En este proceso de diversificación económica, las empresas vinculadas a las tecnologías de la comunicación y la información han tenido un crecimiento muy importante. Se trata de un sector que demanda empleo altamente cualificado y cuya iniciativa más visible es el Parque Tecnológico de Walqa. Ya se encuentran instaladas 53 empresas que generan 700 empleos.
En el sector de la comunicación, la consolidación de los medios públicos (la radio y la televisión autonómicas) ha abierto un yacimiento de empleo, especialmente para los jóvenes, que irá ampliándose en los próximos años.
Si hay dos sectores en los que Aragón ha dado un salto cualitativo son el turismo y la logística.
En el sector turístico, como ya conocen, este pasado invierno Aragón lideró el mercado nacional del turismo de invierno. Un millón ochocientos mil esquiadores se dieron cita en las estaciones del Pirineo y Teruel.
Para valorar la importancia estratégica de este sector les daré un par de datos. La nieve genera en Aragón 17.000 empleos directos e indirectos. Y disponemos de casi 44.000 plazas hoteleras en los dos extremos de Aragón.
Una oferta a la que se suma la de la Red de Hospederías. Hay nueve en funcionamiento, que ofertan 675 plazas hoteleras, y generan más de 200 empleos.
En el ámbito de la logística, Plaza es hoy una realidad con más de 200 empresas instaladas y 8.000 personas empleadas de forma directa. Junto a las plataformas de Huesca y Teruel, que ya han entrado en funcionamiento; con la próxima apertura de Fraga y la agroalimentaria de Mercazaragoza, Aragón dispone de más de 3.000 hectáreas logísticas. Una actividad que no se deslocaliza.
La logística arrastra además la mejora de numerosas infraestructuras. Construimos el aeródromo de Caudé, en Teruel, lo que permitirá que las tres capitales dispongan de recintos aeroportuarios. Y a la plataforma ferroviaria de Plaza se sumarán los apartaderos de Huesca y Teruel.
La actividad generada en el sector logístico ya ha permitido que el aeropuerto de Zaragoza se sitúe como el tercero de España en tráfico de mercancías, con más de 15.000 toneladas transportadas en el primer semestre. En 1999 ocupábamos el puesto 18 del ranking nacional.
Permítanme que en este repaso a los nuevos sectores productivos de nuestra economía, dedique un trato significativo a la industria agroalimentaria. Una actividad que ha sabido afrontar los efectos de la crisis.
Señorías, en el año 99 toda la inversión del sector en Aragón ascendía a 15 millones de euros, con apenas una aportación de tres por parte del Gobierno. Hemos pasado a una inversión de 120 millones anuales, de los que 25 son aportados por el Ejecutivo.
Los más de mil millones de euros invertidos han permitido crear 2.700 puestos de trabajo.
Nuevos sectores de la economía que generan valor, aprovechan los recursos endógenos y crean empleo.
Como el de las energías renovables, donde mantenemos una clara vocación de liderazgo. Ya anticipé el año pasado, en este mismo Debate, que Aragón tiene el objetivo de que todo su consumo eléctrico proceda de energías renovables.
Aragón produce casi el doble de la energía eléctrica que consume y ya hoy casi el 70% de nuestro consumo procede de fuentes renovables.
Somos la cuarta Comunidad española en potencia eólica instalada y en el año 2012 tendremos un producción de biocarburantes equivalente a casi 22.000 toneladas de petróleo.
Hemos dado un salto cualitativo en la producción de energía solar. Hoy tenemos en marcha 1.275 instalaciones, otras 163 en construcción y 88 proyectadas. Ya hemos superado los 50.000 kilowatios instalados. Tres años antes del objetivo que se fijaba en el Plan Energético de Aragón.
Un Plan que se desarrollará hasta el año 2012 y que con una inversión de 7.800 millones de euros nos permitirá crear 1.100 empleos.
He querido repasar algunos de los sectores en los que con más dinamismo ha entrado nuestra economía para que podamos entender que Aragón llegase a superar los 620.000 ocupados. Nuestro mercado laboral ha superado las 594.000 personas trabajando afiliadas a la Seguridad Social, frente a las 437.000 del año 99.
Señorías, tenemos 80.000 parados, y pese a ello esta mañana están trabajando 110.000 aragoneses más de los que lo hacían c