El Hospital Clínico implanta el primer desfibrilador subcutáneo en Aragón
Reducir las complicaciones dependientes de los electrodos y cables intravasculares de los desfibriladores convencionales, como roturas o infecciones de los mismos, perforaciones cardiacas etc., con unos resultados en cuanto a capacidad de desfibrilación similares a los convencionales. Bajo esta premisa, la Unidad de Arritmias del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza ha implantado este desfibrilador subcutáneo en una intervención exitosa y sin complicaciones en este pasado mes de abril.
Este desfibrilador, conocido como CAMERON SQ-RX, está diseñado para implantarlo enteramente debajo de la piel tanto el dispositivo, que se coloca en la zona axilar anterior izquierda, como el electrodo, que se posiciona paralelo al esternón sin necesidad de tener que acceder al sistema venoso ni al interior del corazón.
Los responsables de la Unidad de Arritmias del Hospital Lozano Blesa de Zaragoza son los doctores Gonzalo Rodrigo Trallero y Ángel Duato Jané.
El desfibrilador. Algunos conceptos y diferencias con el insertable
Los desfibriladores son dispositivos capaces de detectar una fibrilación muscular y suprimirla en pocos segundos mediante una descarga eléctrica automática sobre el corazón por lo que constituyen un tratamiento muy efectivo para la prevención y tratamiento de la muerte súbita arrítmica.
Entre las ventajas del subcutáneo están:
• El implante es más corto y no precisa de Rayos X, como los desfibriladores convencionales.
• La estancia en el hospital es breve (24-48 horas)
• La mayoría de los inconvenientes de los sistema de desfibrilación convencionales dependen de los electrodos/cables intravenosos e intracardiacos, este modelo al no tenerlos no presentará ninguna de ellas.
• No complicaciones en la introducción de electrodos por punción venosa del tipo de neumotórax (aire en pleura), hemotórax (sangre en cavidad pleural), daño de estructuras vasculares o a nivel cardiaco (perforación cardiaca, taponamiento cardiaco, etc.).
• No trombosis venosas ni obstrucciones vasculares
• No deterioro ni disfunción del electrodo de alto voltaje intracardiaco. En el modelo convencional de desfibrilador este electrodo se flexiona, por las contracciones del corazón, 100.000 veces al día (30.000.000 al año), lo que no ocurre en el desfibrilador subcutáneo que está inmóvil. Esto y otras circunstancias, hace que el deterioro del electrodo intracardiaco aumente con el tiempo (0.58 % al año y en más del 30 % a los 10 años), sobre todo en niños o adultos jóvenes en los que pueden necesitar el dispositivo durante más de 40-50 años con múltiples recambios.
• No posibilidad de infección de los electrodos
• En el raro caso de infectarse la bolsa donde está el desfibrilador responde bien a los antibióticos por lo que el riesgo de infección generalizada es muy bajo (ventaja en pacientes en hemodiálisis, inmunodeprimidos, portadores de válvulas cardiacas, etc.). En último extremo la extracción del sistema es muy sencilla lo contrario de lo que ocurre en los convencionales en los que es complicado extraer el electrodo intracardiaco (a veces precisan de circulación extracorpórea con toracotomía) y con riesgo: 1 % complicaciones graves y 0,3 % de mortalidad.
• Posibilidad de implante en pacientes con anatomía de acceso al sistema vascular o al corazón poco favorable como en niños, portadores de válvulas artificiales tricuspídeas, portadores de varios electrodos previos intravasculares disfuncionantes, etc.
• El resultado cosmético es mejor que en el prepectoral convencional
• A pesar de la potencia de la descarga eléctrica (80 J) el daño miocárdico es mínimo
• Puede usarse como puente al trasplante cardiaco (evitando que el paciente fallezca de una muerte arrítmica en la espera al trasplante), lo que facilita la intervención quirúrgica del mismo.
Cronología
Es en 1980 cuando se realiza en EEUU el primer implante en humanos de un desfibrilador que se comercializa en 1985. El sistema se componía del “desfibrilador” que por su gran tamaño se implantaba en abdomen y de los cables y parches que se colocaban directamente en contacto con la pared externa del corazón que hacía preciso una toracotomía (abrir el tórax) lo que constituía una cirugía importante, de alto riesgo y con complicaciones frecuentes.
En 1990 se realiza por primera vez en Aragón el primer implante de uno de estos dispositivos en el Hospital Clínico de Zaragoza.
En 1991 se comercializa el Endotak que es un cable de desfibrilación intracardiaco que se introduce a través del sistema venoso del paciente hasta el interior del corazón y por tanto ya sin toracotomía. El desfibrilador por su tamaño continuaba en abdomen.
En 1995 al reducirse el tamaño del desfibrilador permite su colocación en el tórax delante o debajo del músculo pectoral izquierdo, junto a la clavícula, de donde parten el cable o cables que a través del sistema venoso de la zona llegan al interior del corazón para realizar la descarga eléctrica intracardiaca. Este sistema, con diferentes mejoras técnicas, es el usado hasta la actualidad.
En 2014, se comercializa en España el Marcapasos subcutáneo CAMERON SQ-RX, siendo la Unidad de Arritmias del Hospital Clínico Lozano Blesa de Zaragoza la primera en Aragón en implantar este desfibrilador enteramente subcutáneo, sin cables intravasculares ni intracardiacos. La intervención se realizó el pasado 4 de abril de manera satisfactoria y sin complicaciones, indican los responsables de dicha Unidad de Arritmias Drs. Gonzalo Rodrigo Trallero y Angel Duato Jané
Desde su inicio, en 1980, una de las líneas de trabajo de la Unidad de Arritmias del Hospital Clínico Lozano Blesa de Zaragoza ha sido la prevención y tratamiento de la muerte súbita cardiaca.
Para ello se han ido incorporando, conforme han ido apareciendo y en el menor tiempo posible, las diferentes técnicas tanto diagnósticas (electrocardiografía de alta resolución, estudio electrofisiológico, técnicas de imagen, análisis genéticos, registros prolongados del ritmo cardiaco, control de diferentes dispositivos cardiacos a través de Internet, etc.) como terapéuticas (ablación cardiaca, desfibriladores implantables epicárdicos, endocárdicos etc.)
La última incorporación en esta línea de trabajo es el desfibrilador enteramente subcutáneo sin cables intracardiacos ni intravasculares y así de esta manera poder ofrecer a la comunidad autónoma aragonesa los últimos avances en el campo de la muerte súbita arrítmica.